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Marisa del Barrio Vega – Procesos de alargamiento de las vocales
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ÁREA: Cultura Clásica – Lingüística Griega
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Marisa del Barrio Vega – Procesos de alargamiento de las vocales
TEMA 3 PROCESOS DE ALARGAMIENTO DE LAS VOCALES ISBN: 84-9822-436-5 MARISA DEL BARRIO VEGA
[email protected] THESAURUS:
alargamientos
compensatorios,
contracciones
isovocálicas,
alargamientos rítmicos, alargamientos métricos, Wackernagel, aumento temporal, reduplicación ática.
OTROS ARTÍCULOS RELACIONADOS CON EL TEMA EN LICEUS: Temas de Fonética Griega: 2. Las laringales. 4. Abreviación de vocales largas. 6. Vocales en hiato: tipos de resolución. Las contracciones vocálicas. 7. Las semivocales. La wau. La yod. 10. Las silbantes. 11. Líquidas y nasales. 12. Sílaba. Temas de Historia de la Lengua y Dialectología: 4. El micénico. 5. El arcado-chipriota.
ESQUEMA: 0. Creación de nuevas vocales largas. 1. Alargamientos compensatorios. 1.1. Primer alargamiento compensatorio. 1.2. Segundo alargamiento compensatorio. 1.3. Tercer alargamiento compensatorio. 1.4. Cualidad de las vocales largas medias secundarias. 2. Alargamientos rítmicos. 3. Alargamientos métricos. 4. Alargamientos morfológicos de origen fonético. 4.1. El alargamiento de Wackernagel. 4.2. El aumento temporal. 4.3. La reduplicación ática.
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0. Creación de nuevas vocales largas El sistema vocálico reconstruido para el protogriego o griego predialectal (de cinco vocales largas y otras cinco breves) experimenta una serie de alteraciones que afectan a la cantidad. En efecto, a lo largo del II y I Milenio a. C. y como consecuencia de diversos fenómenos (alargamientos, contracciones, monoptongación de algunos diptongos) se van a formar nuevas vocales largas, mientras que algunas de la vocales largas antiguas se abrevian (véase Tema 4 de Fonética).1 1. Los alargamientos compensatorios Se conoce con el nombre de "alargamientos compensatorios" los resultantes de la evolución y reducción de diversos grupos en su mayor parte constituidos por sonante más silbante y silbante más sonante, sonante más yod y sonante más wau : la pérdida de uno de los elementos de estos grupos da lugar al alargamiento de la vocal de la sílaba precedente. Hay que distinguir tres
oleadas de
alargamientos
compensatorios, que, por el orden en que se supone que actuaron, reciben el nombre de Primero, Segundo y Tercer Alargamiento Compensatorio, respectivamente. No todos los dialectos presentan los tres alargamientos: por ejemplo, en lesbio y tesalio no se da ninguno; en ático los dos primeros; en el argólico occidental el primero y el tercero; en jónico los tres. 1.1. Primer Alargamiento Compensatorio 1.1.1. Grupos afectados. El proceso que da lugar al 1er alarg. comp. afecta a los siguientes grupos: a) silbante más sonante (excepto yod) y viceversa en posición intervocálica (*ms-, *-sm-, *-ns-, *-sn-, *-ls-, *-sl-, *-rs-, *-sr-, *-ws-, *-sw-). Los grupos *-ns-, *-ls- y *rs- presentan dificultades, ya que, junto a las numerosas formas en que evolucionan como los demás grupos citados (principalmente en los aoristos sigmáticos), hay otras en que se mantienen inalterados, sobre todo *-ls- y *-rs- (cf. pevfansai, qavrso", a[lso"). Para las diferentes explicaciones que se han dado a los dos tratamientos, véase el Tema 10 de Fonética. b) *-ln-. Este grupo es problemático, ya que los posibles ejemplos son muy escasos. Prácticamente se limitan a ojfeivlw, sthvlh y boulhv y sus correspondientes formas dialectales, cuya etimología es además dudosa (ver infra § 1.1.4.1.b.).
1 Tengo que agradecer a Alcorac Alonso Déniz, Julián Méndez Dosuna y Enrique Nieto sus comentarios críticos y sus sugerencias a una versión preliminar de este trabajo. -3© 2006, E-Excellence -www.liceus.com
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c) *-ry- y *-ny- precedidos de las vocales e, i. De *-my- no hay ejemplos seguros y la evolución de *-ly- no da lugar al alargamiento de la vocal precedente, sino a una sonante geminada en todos los dialectos (stevllw, a[llo") (para algunos tratamientos divergentes en chipriota y eleo, cf. el Tema 7 de Fonética). Por su parte, cuando *-ry- y *-ny- van precedidos de vocal a y o, tras la pérdida de la yod todos los dialectos presentan un diptongo de segundo elemento i en la sílaba precedente (ej. faivnw < *favn¥w, moi`ra < *smovr¥a). Respecto a la evolución de *-ury- y *-uny-, es incierto si la u larga de ojlofuv–romai (< *ojlofuvr¥omai), pluvn– w (< *pluvn¥w), etc., se ha originado por monoptongación de
-ui- a partir *ojlofuivromai, *pluivnw, etc., o por
alargamiento compensatorio. De ser correcta la forma eolia ojlofuvrrw citada por Herodiano, habría que admitir que las secuencias *-ury- y *-uny- se comportaron como *-ery- y *-eny-. Para más detalles, véase el Tema 7 de Fonética. 1.1.2. Resultados dialectales. La evolución de los grupos citados presenta dos resultados diferentes en los dialectos griegos: a) sonante geminada en lesbio y tesalio (ejmmi, bovlla, krivnnw). Formas con sonante geminada aparecen esporádicamente también en el arcadio de Orcómeno (DGE 665, s. IV a.C.): e[ª krº innan, ojfevllonsi (át. e[ kri–nan, ojfeivlousi). b) sonante simple con alargamiento de la vocal precedente en los demás dialectos (e[fa–na, jón.-át. e[fhna, krivn– w). En el caso de las vocales largas de timbre e y o, mientras que algunos dialectos (Doris severior y Doris media, arcadio, beocio y panfilio) presentan vocales largas medias secundarias de igual abertura que las heredadas, notadas y en el alfabeto jónico (hjmiv, bwlav–, fqhvrw), otros (jónicoático y dialectos de la Doris mitior) presentan vocales largas medias más cerradas que las originarias, las cuales, tras la monoptongación de los diptongos ei8 y ou8, serán notadas con las grafías y (eijmiv, boula–v, fqeivrw). Sobre la clasificación de los dialectos dorios según el resultado de los alarg. comp. (Doris severior, Doris mitior y Doris media) trataremos en § 1.4. En el caso del micénico y del chipriota la ambigüedad de su sistema gráfico nos impide saber con certeza el resultado que presentan estos dos dialectos. En efecto, ni el silabario micénico ni el silabario clásico chipriota notan las consonantes geminadas ni distinguen la cantidad vocálica (así, por ejemplo, la forma e-mi puede ser leída ejmmi, hjmi o eijmi). Por su parentesco con el arcadio algunos atribuyen al chipriota (cf. Tema 5 de Dialectología) el resultado con alargamiento, pero para ello habría que admitir que el 1er alarg. es anterior a las invasiones dorias. Sobre este punto y para el caso del micénico, véase 1.1.4. y 1.4.3. 1.1.3. Ejemplos dialectales.
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1.1.3.1.a. Silbante más sonante. *-sm-. raíz *es- "ser": jónico-ático eijmiv ( *asme "nosotros": át. hJmei`", dorio aJ–mev", lesbio a[mme", tesalio ajmmevoun (át. hJmw`n); *se-smr9- , pf. de meivromai, "participar de": ático eiJmarmevnon, ei{martai, lesbio ejmmovrmenon, e[mmore. *-sn-. *ejsnai: jónico-ático ei\nai, arcadio h\nai2; *selavs-na "luna": jón.-át. selhvnh, dorio sela–nv a–, lesbio sela±nv na–. *-sl-. *cevslioi "mil": lesbio y tesalio cevllioi, jónico ceivlioi, ático civlioi (< ceivlioi), laconio chvlioi; *sev-sla–fa, pf. de lambavnw "coger": ático ei[lhfa. *-sr-. *krs- "cabeza": *nauv-kras-ro" > ático nauv-kra–ro", jónico nauv-klhro" (< nauv-krhro"); gen. *cesrov" "mano": ático ceirov", laconio chrov", lesbio (Teócrito) acus. cevrra". *-sw-. *nas¸ov" "templo": jónico nhov", ático newv", dorio na–(¸)ov", lesbio nau'o" (< *nau¸ov" < *na¸¸ov"). *sev-s¸wqa "estar acostumbrado": ático ei[wqa. 1.1.3.1b. Sonante más silbante. *-ms-: aor. de gamevw "casarse": jónico-ático e[ghma (< * e[-gam-sa), arcadio ejgavm – antu (= át. ejghvmanto). *-ns-: aor. de krivnw "juzgar": jónico-ático kri'nai (< *krivn-sai), lesbio krivnnai. gen. *me:nsos: lesbio mhvnno", tesalio meinnov", jónico-ático, dorio y arcadio mhnov"; aor. de mevnw "permanecer": jónico-ático e[meina (< * e[-men-sa), tesalio sunmennavntoun (= át. summeinavntwn). *-ls-: aor. de stevllw "enviar": lesbio ejpistevllanto" (= át. ejpisteivlanto"), tesalio ajpustevllanto" (át. ajposteivlanto"), ático stei'lai (< * stevl-sai), dorio del Sarónico y del NO ajposteivlante", cretense ajposthlavntwn (= át. ajposteilavntwn), argólico occid. ajpevsthlan (= át. ajpevsteilan). *-rs-: aor. de ai[rw (< ajeivrw, raíz *aj¸er-) "levantar": lesbio (Safo) ajevrrate (= hom. hjeivrate), ático h\ra (< *aj¸er-sa), a\rai (< ajei'rai < * aj¸er-sai), Doris severior a[hra, cretense h[ranta" (= át. a[ranta" < ajeivranta"). *-ws-. *a¸swv" "aurora": ático e{w", jónico hjw"v , argólico occid. a–¸wv", lesbio au[w".
2 Aunque quizá haya que reconstruir una forma originaria *ejs-e-nai, en cuyo caso ei\nai y h\nai son los resultados de la contracción isovocálica e + e. -5© 2006, E-Excellence -www.liceus.com
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1.1.3.2. *-ln-. *stavl-na "estela": jónico-ático sthvlh, dorio sta–l v a–, lesbio stavlla–; *gwol-na "asamblea": lesbio bovlla, jónico-ático boulhv, dorio del Sarónico y del NO boulav, argólico occid., cretense y beocio bwlav. *gwo/el-n- "querer": lesbio bovllomai, tesalio bevlleitei (= át. bouvlhtai), jónico-ático bouvlomai, cretense bwvlomai, beocio beilovmenon (= át. boulovmenon), locrio deivlomai, heracleota dhvlomai. *ojfevl-nw "deber": lesbio ojfevllw, ático ojfeivlw, argólico occ., arcadio y cretense ojfhvlw, arcadio w[fhlon (át. w[feilon). 1.1.3.3. *-ny- y *-ry- precedidos de e, i. *iJmevr-¥w "desear": ático iJmeivrw, lesbio ijmevrrw; *krivn-¥w "juzgar": ático kri–nv w, tesalio krennevmen (= át. kri–nv ein). *fqevr-¥w "destruir": ático fqeivrw, arcadio fqhvrw, lesbio (gramáticos) fqevrrw. 1.1.4. Proceso. Hay diferentes hipótesis sobre las fases intermedias del proceso, así como sobre la relación histórica entre los dos resultados dialectales (alargamiento o geminación). Hay que distinguir entre la evolución de *-sm-, *-ms-, etc. (más la de *-ln- ) y la de *-ry-, *-ny-. 1.1.4.1. Respecto a la evolución de los grupos de silbante más sonante (y viceversa) son dos las principales teorías propuestas (ejemplificamos con *-sm- y *ms-): a) Según la opinión más extendida (cf. Schwyzer Gr.Gramm. I: 282, Lejeune 1972: §§ 114-120 y § 123), *-sm- pasa a *-hm- por debilitamiento de la silbante, con dos resultados posteriores en los dialectos de época histórica: a.1. en lesbio y tesalio la aspiración se asimila a la sonante y *-hm- evoluciona a *-nn-; a.2. en los demás dialectos la aspiración se pierde por completo produciéndose el alarg. comp. de la vocal anterior (-Vhn- >-V:n-). Si ésta se encuentra en posición inicial, la aspiración puede desplazarse delante de la vocal (*a˙me > a–m J e, pero *e˙mi > eijmi: cf. Tema 10 de Fonética). El grupo *-ms- presentaría la misma evolución (quizá tras experimentar una metátesis > *-sm-: cf. Lejeune, loc. cit.). Así pues, según esta teoría tanto la sonante geminada del lesbio y tesalio como el alarg. comp. de los demás dialectos serían innovaciones: *ejsmiv > *ej˙miv > ejmmiv (lesb. y tes.), eijmiv y hjmiv (demás dialectos) b) Otros, como Ruipérez (1972), basándose en la imposibilidad de una evolución *-ln- > *-lh-, descartan un estadio *-hm- también para los grupos del tipo *-sm- y *-msy postulan para todos ellos una asimilación directa *-ln- > -ll- y *-sm- > -mm- común a todos los dialectos. La geminada se habría conservado en lesbio, tesalio, y quizá en parte del arcadio, y se habría simplificado en los demás dialectos con alarg. comp. de la -6© 2006, E-Excellence -www.liceus.com
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vocal precedente. La aspiración inicial de palabras como a–m J e-, atribuida por los partidarios de la anterior teoría al elemento espirante de *-hn-, se debería a la acción analógica de otras formas, como uJme-. Según esta hipótesis la sonante geminada sería un arcaísmo, mientras que el resultado de alargamiento compensatorio sería una innovación: *ejsmiv > ejmmiv (conservado en lesb. y tes.) > eijmiv y hjmiv (demás dialectos)3 Esta hipótesis presenta varios inconvenientes. En primer lugar, ya hemos dicho supra que una etimología *-ln- para formas como boulav,– etc., no es segura, ya que es posible que estemos ante un sufijo en silbante y no en nasal, e.d. *ojfevlsw, *stavl ± sa–, *bolsav.– Segundo, una evolución semejante –degeminación de una consonante con alarg. comp. de la vocal precedente– no está atestiguada en el griego, como muestra la degeminación de -ss-, sin alargamiento, en el grupo meridional (dat. pl. *gevnessi > gevnesi). Tercero, la sonante geminada aparece, en cambio, conservada en todos los dialectos griegos en formas como ejnneva en lugar de †ejn– eva (el origen de -nn- es difícil de explicar), o korevnnumi,
e{nnumi,
sbevnnumi, o[llumi (con -nn- y -ll- recientes
procedentes de *-sn- y *-ln-). En cualquier caso, una evolución directa -sm- > -mm-, sin pasar por un estadio -hm-, es fonológicamente inverosímil. 1.1.4.2. Sobre la evolución de *-ry- y *-ny- hay también diversas hipótesis (véase el Tema 7 de Fonética). a) Según la opinión tradicional (cf. Lejeune 1972: §§ 155), cuando *-ry- y *-nyvan precedidos de las vocales e, i, u, en lesbio y tesalio la yod se asimila a la líquida o nasal, dando lugar a una sonante geminada (fqevrrw), mientras que en los demás dialectos desaparece, produciendo el alarg. comp. de la vocal precedente (fqeivrw, fqhvrw). Si la vocal que precede a *-ry- y *-ny- es a y o, en todos los dialectos se produce interversión de las dos sonantes, pasando la semivocal yod a formar diptongo con la vocal precedente: faivnw (*favn-¥w), moi`ra (*smovr-¥a±). El tratamiento de *-lyes el mismo en todos los dialectos sea cual sea la vocal precedente: la yod se asimila a la líquida (a[llo" < *a[l-¥o", stevllw < *stevl-¥w, poikivllw < *poikivl-¥w). b) Ruipérez (1972: pp. 145-147), precedido por otros autores, postula una primera fase de sonantes palatalizadas *-l´l´-, *-r´r´- y *-n´n´- para todos los grupos *ly-, *-ry- y *-ny-. La evolución posterior será diferente según la vocal precedente. Si ésta es a, o, u, el resultado final es un diptongo más sonante simple (faivnw, moi'ra). Si
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la sonante geminada palatalizada va precedida de e, i, por disimilación pierde el carácter palatal, dando lugar a una geminada no palatal (fqevrrw) que evolucionará de la misma manera que las geminadas procedentes de *-sm-, etc.: se conserva en lesbio y tesalio y se simplifica con alarg. comp. en los demás dialectos. Por su parte, *-l´l´habría conservado el carácter palatal durante más tiempo en todos los contextos y cuando se produce la despalatalización, la geminada resultante no se simplifica en ningún dialecto. 1.1.5. Cronología. 1.1.5.1. Cronología absoluta. Algunas formas atestiguadas en las tablillas micénicas nos muestran que los grupos implicados en el 1er alarg. ya han comenzado a evolucionar en época micénica: me-no (< *mhnsov", gen. de *me:ns), a-ke-ra2-te (< *ajgevrsante", part. aor. de *ajgevr¥w), o-pe-ro-si (< *ojfevlnonsi, 3ª pl. pres. de *ojfevlnw). En efecto, de conservarse aún las formas *mhnsov", *ajgevrsante" y *ojfevlnonsi, éstas habrían sido notadas †me-so, †a-ke-sa-te y †o-pe-no-si, según las convenciones ortográficas del silabario micénico. Respecto a la fase final del proceso (alargamiento o geminación), como el Lineal B no nota ni las geminadas ni la cantidad vocálica, no podemos saber con seguridad qué ocurre en micénico, al menos a partir de estas formas. Sin embargo, el empleo en a-kera2-te del silabograma ra2, que originariamente notaba la secuencia [rja], podría indicar, aunque no necesariamente, un resultado de sonante geminada en micénico, tanto para *-ry- como para *-rs- (cf. Tema 4 de Historia de la Lengua). De ser así, a-ke-ra2-te vendría a sumarse a los datos de Orcómeno citados supra (e[krinnan, ojfevllonsi). Como hemos visto, la distribución dialectal de los resultados del 1er alarg. según el grado de abertura de las vocales largas medias secundarias muestra dos grandes grupos bastante homogéneos desde el punto de vista geográfico –con alguna excepción, como el beocio–, pero no desde el punto de vista genético, como muestran las diferencias entre los dialectos dorios. Basándose en este hecho, así como en la diferencia de resultados del lesbio y tesalio (geminación) respecto al beocio (alargamiento), se suele atribuir a la fase final del proceso una fecha posterior a las invasiones dorias (ca. 1200 a. C.) y a la migración de los beocios (ca. 1125), posterior por tanto al fin de la civilización micénica y a la reorganización histórica y dialectal que siguió a éste. De ser así, el 1er alarg. y sus diferentes resultados serían una innovación compartida por el arcadio y casi todos los dialectos dorios del Peloponeso y de las islas por un lado, y por el jónico-ático y los dialectos dorios del NO y del golfo Sarónico por
3 Otros postulan una evolución *-Vsm- > -Vmm- > -V:m-, pero pasando por una fase intermedia *-Vhm: *ejsmiv > *ej˙miv > ejmmiv > eijmiv y hjmiv -8© 2006, E-Excellence -www.liceus.com
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otro. Es difícil de explicar el caso del beocio, que comparte con los dialectos vecinos el alargamiento pero no el tipo de vocalismo resultante (cf. § 1.4.2.). Otros estudiosos (Bartonek 1968) sostienen que el 1er alarg. se ha producido ya en época micénica. De ser así, habría que admitir que a fines del II Milenio entre el protoarc.-chip. y el protojón.-át. hay ya algunas diferencias, al menos en el sistema de vocales largas. Respecto a los resultados divergentes en los dialectos dorios en el I Milenio, según esta hipótesis la naturaleza de las vocales largas medias resultantes del 1er alarg. (h, w, o ei, ou) dependería de la región en la que los diferentes dorios se asientan y es, por tanto, un hecho de sustrato: los dorios que se asientan en zona protojón.-át. (como el grupo del Sarónico) presentan ei y ou (e…, o…) como resultado del alargamiento, mientras que los dorios que se establecen en territorio protoarc.-chipr. (eleo, argólico occ., laconio, dorio insular) presentan h y w (E…, O…). Sigue causando dificultad el caso del beocio, donde se esperaría el vocalismo mitior propio del protojónico-ático. En § 1.4. volveremos sobre esta cuestión. 1.1.5. 2. Cronología relativa. Algunos resultados dialectales del gen. *mhnsov" (con e larga originaria) muestran que el comienzo de la evolución de los grupos -ns- tuvo que ser anterior a la "ley de Osthoff" (V:RC > VRC4: véase el Tema 4 de Fonética), ya que ésta no afecta a la vocal larga precedente. En caso contrario, *mhnsov" habría pasado a †mensov" (abreviación por Osthoff), que a su vez habría evolucionado a †meinov" en jón.-át. y dialectos de la Doris mitior (en lugar de mhnov") y a †mennov" en lesb. y tes. (en lugar de mhnnov"). El comienzo de la anteriorización de a– en jón.-át. es posterior al 1er alarg., ya que afectó también a las a– resultantes de éste: *e[fa±nsa± > *e[fa–na± > e[fhna±, *stavl ± na– > *stavl – a– > sthvlh. 1.2. El segundo alargamiento compensatorio 1.2.1. Grupos afectados. El proceso que da lugar al llamado "2º alargamiento compensatorio" afecta a los grupos *-ns- recientes en posición intervocálica, así como a *-ns y *-ms en posición final tanto recientes como antiguos, y consiste en el alargamiento de la vocal precedente resultante de la pérdida de la nasal: *(-)VnsV(-) > (-)V:sV(-) y (-)Vns # > ()V:s #.
4 V = vocal; R = sonante; C = oclusiva. -9© 2006, E-Excellence -www.liceus.com
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1.2.1.1. Los grupos recientes -ns- en posición interior proceden de la evolución de *-nti, *-nty-, *-nds- y *-nt(h)s-, y se encuentran principalmente en las siguientes categorías: a) La desinencia de 3º pers. pl. activa primaria, tanto temática como atemática: fevronti > fevronsi > át. fevrousi, tivqenti > tivqensi (= át. tiqevasi). La asibilación sólo se produce en mic., jón.-át., arc.-chip. y lesb.. En los restantes dialectos se conservan las formas originarias (fevronti, tivqenti) que, por lo tanto, no pueden ser afectadas por el proceso de reducción y alargamiento. b) El dat. pl. de los temas en -nt-: *pavnt-si > pavnsi > át. pa`si, *fevront-si > fevronsi > át. fevrousi (pero "dativos eolios" pavntessi y ferovntessi). Evolución pandialectal. c) Los femeninos de los temas en -nt-: *pavnt-¥a > pavnsa > át. pa`sa, *fevront-¥a > fevronsa > át. fevrousa, *tiqevnt-¥a > tiqevnsa > át. tiqei`sa. Evolución pandialectal. d) Formas de futuro y aoristo sigmáticos de verbos en dental: *pevnq-so-mai > pevnsomai > át. peivsomai (fut. de pavscw), *spevnd-sw > spevnsw > át. speivsw, *e[-spendsa > *e[spensa > át. e[speisa (fut. y aor. de spevndw, respectivamente). 1.2.1.2. Encontramos grupos *-ns antiguos principalmente en la desinencia de ac. pl. temático y de los temas en -a– (*lovgon", *timavn" > át. lovgou", timav–"), así como en el nom. sg. sigmático de algunos temas en nasal (*mevlan" > át. mevla–"), y en otras formas como la preposición *ejn"(> át. eij") o el nom. sg. del nombre del "mes" (*me–n" > jón. meiv"). De *-ms en el numeral *sems > át. ei|". De *-ns secundario, sobre todo en el nom. sg. masc. sigmático de los temas en -nt-: *pavnt" > *pavn" > át. pa'", *luqhvnt" > *luqevnt" > luqevn" > át. luqeiv". 1.2.2. Evolución y resultados dialectales. La debilidad de la articulación de la nasal probablemente dio lugar a la formación de vocales nasalizadas, fase previa a los resultados dialectales del I Milenio. Es posible que en una misma área dialectal coexistieran diferentes pronunciaciones, lo que explicaría los resultados divergentes de algunas metrópolis y sus colonias (por ej. Tera y Cirene). No todos los dialectos se comportan igual. En algunos dialectos -ns- en posición interior presenta el mismo resultado que -ns (y-ms) en posición final (jón.-ático, lesbio, beocio, laconio, dorio del NO, argólico occ.); en otros (tesalio, arcadio, eleo, tereo, cirenaico) las dos secuencias evolucionan de manera diferente. Algunos dialectos presentan alargamiento compensatorio en las dos posiciones (jón.-ático, beocio, laconio, dorio del NO), otros sólo parcialmente (eleo y quizá tereo, rodio y coico) y otros nunca (lesbio, tesalio, arcadio, argólico occ.). Como ocurría con el 1er alarg., el - 10 © 2006, E-Excellence -www.liceus.com
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carácter del Lineal B y del silabario chipriota nos impide conocer con certeza qué presentan estos dialectos como resultado de la evolución de estos grupos (e-ko-si = ¿ e[consi, e[cousi, e[cwsi?). 1.2.2.1. -ns- reciente en posición interior. El grupo se conserva inalterado en tesalio, arcadio, cretense y argólico occ.: pavnsa, tiqevnsa, fevronsa, pavnsi, dat. pl. fevronsi (la 3ª pers. pl. es igualmente fevronsi en arcadio, pero fevronti en los demás dialectos citados). En los demás dialectos el grupo se reduce y se pierde la nasal, a diferencia de lo que ocurre en el 1er alarg., donde el fonema que desaparece es la silbante. Encontramos dos resultados diferentes: a) En lesbio y cirenaico (quizá también en tereo) tras la pérdida de la nasal se forma un diptongo en la sílaba precedente: pai`sa, tiqei`sa (donde nota un diptongo propiamente dicho, no una vocal larga cerrada como sucede en otros dialectos), fevroisa, fevroisi (3ª pers. pl. en lesb., pero fevronti en ciren.), pai`si (dat. pl. en ciren. pero pavntessi en lesb.). b) En los restantes dialectos la pérdida de la nasal produce el alarg. comp. de la vocal precedente: b.1. con vocales medias ei y ou en jón.-át., dorios del NO y del Sarónico: pa`sa, tiqei`sa, fevrousa, dat. pl. fevrousi (la 3ª pers. pl. es igualmente fevrousi en jón.-át., pero fevronti en los demás dialectos citados); b.2. con h y w en beocio, laconio y heracleota.: pa`sa, tiqh`sa, fevrwsa, fevrwsi (dat. pl.; la 3ª pers. pl. es fevronti). Debido a las lagunas de nuestra documentación, en algunos dialectos, como el tereo, no sabemos con certeza cuál es el resultado dialectal. 1.2.2.2. -ns y -ms en posición final (ejemplificamos con -ns ). En protogriego la secuencia final -ns debía de presentar en fonética sintáctica dos variantes con diferente distribución según que la palabra siguiente comenzara por vocal o por consonante. Si la palabra siguiente empezaba por vocal, el grupo -ns se mantenía; si empezaba por consonante, el grupo triconsonántico así formado se simplificaba, con pérdida de la nasal pero sin alargamiento de la vocal precedente (un caso semejante de pérdida de la nasal en un grupo triconsonántico sin alarg. de la vocal precedente lo tenemos en formas como kovsmo" < *kovnsmo"): *(-)Vns # V- = (-)Vns # V-: lovgon" # V*(-)Vns # C- > (-)Vs # C-: lovgon" # C- > lovgo±" # CPosteriormente los dialectos regularizaron esta situación, generalizando una de las dos variantes, aunque es posible que haya restos de la distribución primitiva en las leyes de Gortina (ton" ejleuqero" vs. to" kadestan") y en la distribución ante vocal o consonante de las dos variantes ej" y eij" de la preposición *ejn" en Homero. - 11 © 2006, E-Excellence -www.liceus.com
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La variante anteconsonántica (-Vs # C- y -Vns # V > -Vs # C-/V-) se ha extendido en tesalio, arcadio., tereo, cirenaico y parcialmente en cretense central, rodio y coico: tiqev", lovgo±". Los dialectos que generalizaron la variante antevocálica (-Vs # C- y -Vns # V>
-Vns # C-/V-), presentan tres resultados diferentes, tal como ocurre con -ns-
interior: a) conservación de la nasal en argólico occ. y parcialmente en cretense central: lovgon", tiqevn". b) pérdida de la nasal y formación de un diptongo en la sílaba anterior en lesbio y eleo: lovgoi" (acus. pl.), tiqeiv". c) pérdida de la nasal y alarg. comp. de la vocal precedente con dos variantes en el caso de las vocales medias: c.1) con vocales ei y ou en jón.-ático, dorios del NO y del Sarónico y quizá en Rodas y Cos: tiqeiv", lovgou"; c.2) con vocales h y w en beocio, laconio y heracleota: lovgw", tiqhv". 1.2.3. Ejemplos dialectales. 1.2.3.1. -ns- reciente en posición interior. a) 3ª p. pl. act. primaria: arcadio ojfevllonsi (át. ojfevllousi), kaqevrponsi, katevnqwnsi (át. katevlqwsi); lesbio fai`si (át. fa`si), gravfwisi (át. gravfwsi), e[coisi (át. e[cousi), ajpukruvptoisi (át. ajpokruvptousi). b) Dat. pl. de temas en -nt-: cretense ejpibavllonsi (át. ejpibavllousi), uJpavrconsi (át. uJpavrcousi), nikavsansi (át. nikhvsasi), oJmovsansi, argólico occ. quvonsi (át. quvousi), a{pansi (át. a{pasi), arcadio pavnsi, cirenaico ejmmevnoisi (át. ejmmevnousi), plevoisi (át. plevousi). c) Fem. de temas en -nt-. *pavnt¥a: lesbio pai`sa, tesalio pavnsa, argólico occ. a{pansa (át. a{pa–sa), ático y eleo pa`sa. *movnt¥a: lesbio moi`sa, laconio mw`sa, ático mou`sa. Part. fem.: lesbio fwneivsa–" (át. fwnouvsh"), livpoisa (át. lipou`sa), fevroisa, arcadio ajpodivdonsa (át. ajpodivdousa), tesalio e[nsa (= át. ou`sa), arcadio mivnonsai (át. mevnousai), fugovnsai (át. fugou`sai), heracleota a[gwsa (át. a[gousa), beocio prattwvsa" (át. prattouvsa"), coico ta;" lacouvsa". d) Fut. y aor. sigmáticos de verbos en dental: cretense e[spensa (át. e[speisa < *e[spend-sa), ejpispevnsan" (át. ejpispeivsa–"), át. speivsw (*spevnd-sw), peivsomai (< *pevnqsomai). 1.2.3.2. -ns y -ms en posición final.
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a) Des. de acus. pl.: tesalio to;" tagov" (át. tou;" tagouv"), die; to;" polevmo" (át. dia; tou;" polevmou"), arcadio to;" ejsgovno" (át. tou;" ejkgovnou"), to;" stratagov", cirenaico to;" bwmov", coico to;" ajrxamevno", to;" ajnagegrammevno"; argólico occ. a–mevran" (át. hJmevra–"), spondavn" (át. sponda–"v ), megarense tou;" ejkgovnou", beocio tw;" polemavrcw" (át. tou;" polemavrcou"), lesbio tai;" ajrcai;" paivsai" (át. ta;" ajrca;" pavsa"), eleo toi;r a[lloir (át. tou;" a[llou"). b) Nom. sg. de temas en -nt-: tereo aiJreqev" (át. aiJreqeiv"), cirenaico koimaqev" (át. koimhqeiv"), pwlhqev" (át. pwlhqeiv"), cretense kataqevn" (át. kataqeiv"), nikavsan" (át. nikhvsa"), ejpispevnsan" (át. ejpispeivsa–"), argólico occ. poi¸hvsan" (át. poihvsa"), heracleota katalumakwqhv", lesbio ajkouvsai" (át. ajkouvsa–"). c) *me–n" (= át. mhvn): cretense mevn", jónico meiv", heracleota mhv". d) *sems: lesbio ei\", cretense e[n", ático ei|", heracleota h|". 1.2.4. Cronología. 1.2.4.1. Cronología absoluta. Ya hemos dicho que la ambigüedad del sistema gráfico del micénico nos impide saber qué realidad fonética representan las grafías del tipo e-ko-si (¿e[consi? ¿e[cwsi? ¿e[cousi?). En el caso de que el arcadio fuera el sucesor del micénico en el I Milenio a. C., como piensan algunos (cf. Tema 4 de Historia de la Lengua), habría que admitir que los grupos -ns- se conservan en micénico y que, por lo tanto, e-ko-si = e[consi. Por otra parte, aunque en principio la disparidad de resultados entre Tera y Cirene invita a postular una cronología posterior a la fundación de esta colonia (ca. 640/630 a. C.), los hechos son más complicados, por los posibles ejemplos de diptongación en Tera. 1.2.4.2. Cronología relativa. La "Ley de Osthoff" tuvo que ser anterior a la pérdida de la nasal en los grupos estudiados, como muestran las formas meiv" (< mevn" < *mhvn") del jón. y dialectos de la Doris mitior (át. mhvn es una forma secundaria por analogía con el resto del paradigma) y mev" del tes., arc., etc. (< mevn" < *mhvn"). De lo contrario en todos estos dialectos tendríamos la forma †mhv". Así mismo, en jón-át. y Doris mitior tendríamos la forma †tiqh`sa en lugar de tiqei`sa (*tiqevnsa < *tiqhvnt¥a). Aunque la 3ª p. pl. subj. de jón.át. fevrwsi (< *fevrwnsi < *fevrwnti) parece indicar que la ley de Osthoff es posterior al 2º alarg. (de lo contrario se esperaría †fevrousi < †fevronsi < *fevrwnsi), sin embargo la vocal larga de estas formas de subj. se explica fácilmente por analogía del resto del paradigma, para mantener la marca formal de subj. El 2º alarg. es posterior también a la anteriorización de la a– en jón.-át., ya que ésta no afecta a la a– de formas como pa`sa. De lo contrario se habría dado la siguiente - 13 © 2006, E-Excellence -www.liceus.com
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evolución: *pa±nv sa± > pa`sa± > †ph`sa±, en lugar de *pa±nv sa± > pa`sa±. Así mismo, el 2º alarg. se puede poner en relación cronológica con una serie de fenómenos del ático como la retroversión, los diversos tipos de metátesis de cantidad o diversas contracciones (un estudio detallado en Crespo 1997). 1.3. El tercer alargamiento compensatorio 1.3.1. Grupos afectados. En algunos dialectos la pérdida de wau en las secuencias *-lw-, *-rw- y *-nw- (no sabemos de ejemplos seguros de *-mw-), así como en algunos grupos problemáticos *dw- y *-sw-, tiene como consecuencia el alargamiento de la vocal precedente, lo que se conoce como "3er alargamiento compensatorio". Su área de extensión es más reducida que la de los otros dos alargamientos, pues según la theoria recepta sólo se produce en el jónico de Asia Menor –y parcialmente en el de las Cíclades–, en el arg. occ. y en los dialectos dorios del Sureste del Egeo (Creta, Tera y Cirene, Rodas, Cos, Cálimnos, Cnido). En los demás dialectos en que la wau se pierde, no se produce alarg. comp. Algunos ejemplos de alargamiento –principalmente en antropónimos– en ático y en otros dialectos que normalmente no alargan se explican como jonismos (p.e. Kourotrovfo", Dioskou'roi). Otra particularidad que lo diferencia de los otros dos alargamientos es que en la mayoría de los dialectos en que se produce las vocales largas medias resultantes (ei y ou) son más cerradas que las heredadas (h y w); sólo el argólico occ., el cretense y el cirenaico, más algunos casos esporádicos en otros dialectos, presentan como resultado del 3er alarg. vocales medias h y w. Este hecho ha hecho pensar a algunos estudiosos que el 3er alarg. se habría originado en el jónico de Asia Menor, desde donde la innovación se habría extendido –junto con el grado de abertura en las vocales medias– al jónico cicládico y al dórico del Egeo. Además de los dialectos no literarios citados, el 3er alarg. aparece regularmente en Homero –algo lógico al estar la lengua homérica basada en el jónico minorasiático–, así como en autores jónicos como Heródoto, Mimnermo, Anacreonte y Arquíloco. Los casos homéricos sin 3er alarg. han recibido diversas explicaciones (¿eolismos?, ¿aticismos?, ¿elementos del dialecto de Eubea?). Por otra parte, las formas alargadas que aparecen en diversos autores cuya lengua materna no conocía el 3er alarg. (Alcmán, Alceo, Safo, Corina) se explican normalmente como homerismos debidos a necesidades métricas, a veces con un barniz dialectal (cf. Corina kwvra"). Los supuestos ejemplos lesbios de un tratamiento -n¸- > -nn-, etc., tipo xevnno", no aparecen más que en gramáticos y lexicógrafos, por lo que seguramente son hiperlesbismos
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creados artificialmente a partir de la siguiente proporción: jón. kteivnw : lesb. ktevnnw :: jón. xei`no" : lesb. xevnno". 1.3.2. Ejemplos dialectales. a) *-nw-: raíz *e[n¸-: jónico ei[nato" (át. e[nato" < *e[n¸ato"), tereo eijnavtio", cretense central, cirenaico h[nato"; raíz *xen¸-: jónico xei`no" (át. xevno" < *xevn¸o"), jónico cicládico Xeinoklh`", rodio y coico Xeiniavda–", Xei`no", cirenaico xh`no", cretense cent. [K]shvnio"; raíz *movn¸-: jónico mou`no" (át. movno" < *movn¸o"). b) *-rw-: raíz *kovr¸-: jónico kouvrh
(< *kovr¸a–; cf. át. kovrh, beocio, tesalio,
délfico, locrio occ., etc. kovra), jónico cicl. Dioskourivdh", rodio y coico Dioskourivda–", cretense cent. kwvra–, Dioskwvrwn; raíz *dor¸-: jónico dourov" (át. dorov" < *dor¸ov"); raíz *¸ovr¸-: tereo ou\ro" (át. o{ro" < *¸ovr¸o"), cirenaico, cretense y argólico occ.: w\ro". c) *-lw-: raíz *ka±l¸-: jónico y hom. ka–lov" (át. ka±lov" < *ka±l¸ov"); raíz *o{l¸-: jón. ou\lo" (át. o{lo" < *o{l¸o"). 1.3.3. *-dw- y *-sw-. Como se ha dicho, los tratamientos de *-dw-
y *-sw- presentan ciertas
dificultades, sobre todo por la escasez de ejemplos. De *-sw- sólo disponemos de un ejemplo seguro, ¸ivs¸o" (> jón. i\so", át. i[so") y posiblemente A j siva (< * A j s¸iva, cf. mic. A-si-wi-ja, hetita Assuwa). Pero el origen de ijso" presenta problemas. En efecto, aunque una etapa más antigua ¸ivs¸o" es segura (cf. mic. wi-so-wo, beoc., cret. y arc. ¸ivs¸o"), su etimología no está bien establecida. Una forma originaria *wiswo- debería haber evolucionado de manera diferente, con pérdida de la silbante y 1er alarg. comp. Por ello se ha propuesto una forma *wid-s-wos, derivada de *weid-e/os (cf. ei\do") con un sufijo -wos, que habría dado un grupo *-swreciente (Chantraine, DELG : 470). Otro problema añadido de ijso" es que –fuera del acento– sólo es posible saber la cantidad de la /i/ en textos métricos, y en éstos las formas con alarg. pueden deberse a influencia épica. En cuanto a las formas novso" át. y nou`so" jón., esta alternancia en los dos dialectos es la única base para postular una forma más antigua *novs¸o", ya que su etimología sigue siendo desconocida (Chantraine DELG : 757). Es significativo que en Heródoto y en los escritos hipocráticos aparezca la variante nou`so", que puede explicarse como un homerismo, a diferencia de los derivados nosevw y novshma que, al no tener su correspondencia en Homero, reflejarían el tratamiento dialectal auténtico. Es muy probable, por tanto, que nou`so" sea un alargamiento métrico.
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Respecto a *-dw-, la mayoría de los ejemplos pertenecen a la raíz *dwei- "temer", sobre todo en formas del verbo devw con aumento o con reduplicación: perf. 1ª p. sg. *dev-d¸o(¥)-a, 1ª p. pl. *dev-d¸i-men > jón. deivdw, deivdimen; 1ª p. sg. *dev-d¸oi-ka, *dev-d¸i-a > jón. deivdoika, deivdia (át. devdoika, devdia), así como en compuestos del tipo ajdehv" < *ajd¸ehv", qeoudhv" < *qeo-d¸ehv". Algunos autores (Schwyzer, Lejeune, Wyatt) consideran que en todos los dialectos –no literarios–, incluso el jónico, el tratamiento normal tras la pérdida de la wau en *-dw- y *-sw- es la ausencia de alargamiento. En su origen se trataría de un alarg. métrico que a partir de determinadas palabras se habría extendido a la prosa (algunos, como Meister, postulan lo mismo para los grupos *-lw-, *-rw- y *-nw-). Los datos son contradictorios: a) De especial interés son las formas homéricas e[ddeisa < *e[-d¸ei-sa y uJpoddeivsante" < *uJpo-d¸eiv-sante", que parecen mostrar la existencia, junto al alarg. vocálico, de otros procedimientos para adaptar a las necesidades métricas la evolución posterior del grupo *-dw- (> -d-), que aún existía en las fases más primitivas de la poesía épica. b) Ya hemos hablado supra sobre los problemas de la forma nou`so". c) Por el contrario, la forma wjdov" del cirenaico (cf. WDWI, SEG IX 72, 134) = át. ojdov", jón. y hom. oujdov" (< *ojd¸ov" "umbral"), sería un argumento a favor del carácter fonético de este alargamiento. 1.3.4. Más sobre la distribución dialectal del 3er alargamiento. Como se ha dicho, según la teoría tradicional el área afectada por el 3er alarg. incluye los dialectos dorios del Sudeste del Egeo. Sin embargo, el análisis de los datos epigráficos no confirma esta distribución. En efecto, todos los ejemplos con alarg. procedentes de Rodas, Cos, las islas dorias menores y el área de Cnido son antropónimos (tipo Xe–n-), teóforos y epítetos divinos (Oulio", Dioskouroi) y algunos nombres comunes (p.e. kou`ro"), atestiguados bajo la forma alargada también en otros dialectos que no presentan el 3er alarg. Por supuesto, los ejemplos procedentes de inscripciones métricas no son válidos. Así mismo, hay numerosos ejemplos de nombres comunes sin alarg. atestiguados en inscripciones dialectales de estas zonas. Por ello hay que concluir (Nieto 2005) que, en contra de la teoría tradicional, el 3er alarg. no se produjo en estas zonas y que, fuera del jón. de Asia Menor y posiblemente las Cíclades, sólo está confirmado en tereo, cirenaico, argólico occ. y cretense central y oriental. Los antropónimos con alargamiento atestiguados en Rodas y Cos, siempre los mismos y documentados todos en la misma época, serían préstamos procedentes del jónico de Asia Menor, de moda en los siglos III-I a. C.
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Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el escaso número de palabras con *-nw-, *-rw- y*-lw- que por su significado pueden aparecer con cierta frecuencia en un texto epigráfico hace difícil comprobar si el 3er alarg. se ha producido en los dialectos no literarios. La mayoría de los ejemplos atestiguados pertenecen a las raíces *xen¸-, *kor¸- y suelen aparecer en antropónimos, lo que reduce su valor. En otros casos, como kalov", no podemos saber cuál es la cantidad de la vocal, salvo en textos métricos, en los que, además, no puede descartarse la influencia de la épica. 1.3.5. Proceso. Por lo general se considera que el que hubiera o no alargamiento tras la pérdida de wau en los grupos *-lw-, *-nw- y *-rw- dependía de la pronunciación tautosilábica o heterosilábica de éstos. Así, en los dialectos en que el corte silábico se daba inmediatamente antes de la wau (xevn.¸o"), al caer ésta y producirse la resilabación (xev.no") la sílaba anterior debía alargar la vocal para conservar su carácter pesado (xev–no"). En los dialectos en que el corte silábico se hacía inmediatamente antes del grupo (xev.n¸o"), la sílaba precedente era breve también antes de caer la wau, por lo que la pérdida de ésta no provocaba el alargamiento de la vocal. Hay diferentes propuestas sobre los detalles del proceso. En ellas juegan un papel no pequeño algunas formas con -rr- atestiguadas esporádicamente: orrou" (Calcídica central), orro" (Heraclea Póntica), Korra" (Mesambría Póntica), Korra (Turios). a) Para Solmsen, en los dialectos que alargan la wau se habría reforzado hasta convertirse en una fricativa, lo que habría favorecido una silabación heterosilábica (*o{r¸o" > *o[r.uo", causante del alarg. comp. tras la pérdida posterior de dicha fricativa. La forma orro" sería el eslabón intermedio entre la fase *o[r.uo" y las formas alargadas ou\ro", w\ro". b) Otros (Hermann, Grammont, Malikouti-Drachman) postulan las siguientes etapas: -r¸- > -r˙- > -rr- (cf. orro", Korra) > -V:r-. Pero el principal argumento en que se apoyan, las palabras con aspiración procedente de una w inicial (eJstiva, i{stwr, eJspevra), no tiene base, ya que son pocas y seguramente se trata de excepciones debidas a diversas causas (cf. Tema 7 de Fonética). Además, ya vimos supra (§ 1.1.4.1.) algunos argumentos contra la degeminación con alarg. comp. en griego. c) Es más verosímil que el proceso que da lugar a la pérdida de la wau en estos grupos se deba a que las secuencias -lw-, -rw- y-nw- constituyen contactos silábicos desfavorables que tienden a ser eliminados (cf. Méndez Dosuna 1994 y Tema 12 de Fonética). Algunos dialectos, como el ático, optaron por una resilabación total (VC.w > V.Cw: *¸ovr.¸o"> ¸ov.r¸o" > o{ro"), aunque quedan huellas de la primitiva silabación - 17 © 2006, E-Excellence -www.liceus.com
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heterosilábica: las formas de comparativo stenovtero", kenovtero" en lugar de †stenwvtero", †kenwvtero" (cf. sofwvtero"), presuponen una silabación *sten.¸ovtero", *ken.¸ovtero" (cf. infra § 2). En otros casos la resilabación fue solamente parcial, mediante la geminación de la consonante (VC.w > VC.Cw), como muestran las formas orro", korra, etc. citadas (*kovr.¸a– > *kovr.r¸a– > kovrra–). En otros dialectos, como el jónico, hemos de suponer que la silabación disjunta (*kovr.¸a–) se ha mantenido hasta la pérdida de la wau, como muestra el alarg. de la vocal precedente, que permite que la sílaba siga siendo larga 1.3.6. Cronología. 1.3.6.1. Cronología absoluta. El micénico, así como aquellos dialectos que en época histórica aún conservan la wau también en otras posiciones, presenta estos grupos intactos: mic. wo-wo (= ¸ovr¸o"), arc., cor., corcir. o[r¸o", o[rbo"; mic. ko-wa
(= kovr¸a–), cor.
ovr¸a, arc.
Kovr¸a; beoc. kal¸ov"; mic. ke-se-nu-wi-jo (= xevn¸o"), eleo, cor., corcir. xevn¸o"; cor. Celid¸o–nv ; arc., beoc., cret. ¸ivs¸o". Hay que señalar que -lw-, -rw- y -nw- presentan diferente silabación en micénico, como reflejan las respectivas grafías empleadas. Así, mientras los componentes de -lw- y -rw- no pertenecen a la misma sílaba (cf. ko-wo, kowa = kovr.¸o", kovr.¸a, pa-we-a2 = favr.¸e.˙a), los de -nw- sí (cf. ke-se-nu-wo = xev.n¸o" y no †ke-se-wo = xevn.¸o", pe-ru-si-nu-wo
= perusi.n¸o" y no †pe-ru-si-wo =
perusin.¸o"). En cuanto a los dialectos del I Milenio, la pérdida de la wau, causa del 3er alargamiento, es un hecho relativamente reciente, aunque la fecha varía según los dialectos. En el jónico de Asia Menor y de las Cíclades las inscripciones más antiguas conservadas, del s. VIII a. C., ya no presentan digamma, por lo que el 3er alarg. en estos dialectos tuvo que haberse producido ya en esa fecha. Por otra parte, la diferencia de comportamiento entre el jónico minorasiático y cicládico, por un lado, y el ático y el eubeo, por otro, muestra que la pérdida de wau, con alargamiento o no de la vocal precedente, tuvo que ser posterior a la fragmentación del jónico-ático. Los datos de Tera y de su colonia Cirene son aparentemente contradictorios. En efecto, aunque en principio se podría pensar que el 3er alarg. es anterior a la fundación de Cirene (ca. 640/630 a. C.), pues es un rasgo que comparte con la metrópoli, los resultados diferentes en las vocales medias (ter. ou\ro" vs. cir. w\ro") apuntarían a una fecha posterior a la fundación. Esta aparente contradicción queda resuelta si se admite para el cirenaico una primera fase con el mismo tipo de alargamiento que el tereo (véase infra § 1.4.2.).
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1.3.6.2. Cronología relativa: El 3er alarg. en jónico es posterior al comienzo de la anteriorización de la a–, ya que ésta no afecta a la a– de formas como ka–lov". Así mismo, aunque tradicionalmente se considera posterior al 2º alarg., no hay datos inequívocos que lo confirmen. Sobre su relación con la monoptongación de los diptongos ei8 y ou8 puede verse Nieto Izquierdo 2001. 1.4. Cualidad de las vocales largas medias resultantes de los alargamientos compensatorios y de las contracciones isovocálicas 1.4.1. Vocalismo mitior y vocalismo severior. Según hemos visto, como resultado de los alarg. comp. los dialectos griegos crearon vocales largas secundarias. Lo mismo sucede a raíz de las contracciones isovocálicas e + e y o + o que, a diferencia de otros tipos de contracciones con frecuencia limitadas al ático, suelen producirse en la mayoría de los dialectos (ver Tema 6 de Fonética). Las vocales largas medias resultantes pueden ser de dos tipos: del mismo grado de abertura que las heredadas y, por tanto, notadas con los mismos signos que éstas, y en los alfabetos locales o epicóricos, y tras la adopción del alfabeto jónico (h\men, bwlav, tiqhv", fevrwsa, xh`no", kwvra–, fevrhn, tw` lovgw), o más cerradas, notadas generalmente con los dígrafos y (ei\nai/ei\men, boulhv/-av, tiqeiv", fevrousa, xei`no", kouvrh/a–, fevrein, tou` lovgou). También a raíz de la monoptongación de los diptongos ei8 y ou8 se originan vocales largas medias secundarias más cerradas, aunque en algunos dialectos no podemos saber con seguridad si la monoptongación se ha producido (ver Tema 6 de Fonética). Los estudios de fonética y dialectología griegas suelen conceder gran importancia al tipo de vocalismo resultante y lo consideran un criterio prioritario a la hora de clasificar los dialectos griegos, especialmente los dialectos dorios. En efecto, desde H. L. Ahrens éstos son clasificados en Doris severior (con vocales medias largas secundarias h y w) y Doris mitior (con vocales medias largas secundarias ei y ou). Posteriormente A. Bartonek (1966) introdujo el concepto de Doris media: los dialectos dorios "medios" presentan h y w como resultado del 1er y, en su caso, 2º alarg. comp., pero ei y ou como resultado de las contr. isovocálicas y, si se produce, del 3er alarg.5 Esta terminología ha ejercido una gran influencia en los estudios de fonética y dialectología del griego y ha transcendido fuera del ámbito de los dialectos dorios, de modo que se dice, por ejemplo, que el jónico-ático tiene vocalismo de tipo mitior, o que
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el arcadio tiene vocalismo de tipo severior. Dialectos con vocalismo de tipo severior son el arcadio, beocio, lesbio, tesalio, eleo, laconio, mesenio, tarentino, heracleota, locrio epizefirio, el acaico de las colonias de Magna Grecia y de las islas del mar Jónico, cirenaico, eleo y parcialmente el cretense. Dialectos con vocalismo de tipo mitior son el jónico-ático, acaico, corintio, megarense, argólico oriental, dórico de Sicilia y dialectos dorios del Noroeste. Finalmente se atribuye un vocalismo medio al argólico occidental, tereo, rodio, coico, cretense (parcialmente), así como al dialecto de otras islas dorias del sureste del Egeo, al de las ciudades dóricas del suroeste de Asia Menor, al panfilio y quizá al chipriota. Ahora bien, con frecuencia la ambigüedad del sistema gráfico empleado impide conocer la cantidad y el grado de abertura de las vocales medias largas. Ya hemos señalado el caso del micénico y del chipriota. Algo semejante ocurre en el resto de los dialectos griegos con las inscripciones alfabéticas anteriores a la adopción del alfabeto jónico, ya que la mayoría de los alfabetos locales no distinguen la cantidad ni el grado de abertura de las vocales medias. Por ello una clasificación dialectal basada en el vocalismo no puede remontar más allá de comienzos del s. IV a. C., o fines del V en el mejor de los casos. 1.4.2. El vocalismo mitior: ¿innovación o arcaísmo? Según la teoría tradicional, la creación de vocales largas medias secundarias y la elección de un grado de abertura por los diferentes dialectos habrían sido dos hechos simultáneos. Así mismo el vocalismo de tipo mitior sería una innovación respecto al vocalismo de tipo severior, ya que supone la creación de dos nuevos grados de abertura en el sistema de vocales largas heredado. Sin embargo, en los últimos años diversos estudiosos (Sheets, Ruijgh, Méndez Dosuna) defienden la hipótesis contraria: son precisamente los dialectos con vocalismo mitior, con siete vocales largas, los que mantienen una fase más arcaica, y los dialectos con vocalismo severior, con cinco vocales largas, los que han innovado. En efecto, en un principio a raíz del 1er alarg. comp. todos los dialectos griegos (menos lesbio y tesalio) habrían conocido vocales medias largas secundarias más cerradas (ei y ou) que las heredadas (h y w); posteriormente los dialectos de la Doris severior, el arcadio y el beocio habrían neutralizado la oposición entre ambas hasta llegar a un sistema de cinco vocales largas. En ese caso, el vocalismo mitior sería un arcaísmo y, por tanto, dejaría de ser un rasgo pertinente a la hora de establecer comunidad específica entre los dialectos griegos. Tampoco el vocalismo severior sería significativo, ya que el paso de un vocalismo mitior a otro severior supone la
5 En realidad no hay ningún dialecto dorio "medio" con h y w resultantes del 2º alarg. (Bartonek considera erróneamente que en el 2º alarg. el tereo alarga en h y w). - 20 © 2006, E-Excellence -www.liceus.com
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simplificación del sistema de vocales largas y puede haberse realizado en los diferentes dialectos de manera independiente y en diversas épocas. La hipótesis de que en una época todos los dialectos griegos tuvieron vocales largas secundarias ei y ou solucionaría algunos problemas: a) El vocalismo severior del beocio, rodeado de dialectos con vocalismo mitior (ático y grupo del Sarónico por una parte, dorios del NO por otra), se explica mejor como una innovación de un área central innovadora frente al arcaísmo de áreas laterales más conservadoras. b) No sería preciso explicar el vocalismo mitior del arg. oriental, megarense y corintio por influencia del jónico-ático, ya que sería un arcaísmo (por lo general sólo las innovaciones demuestran comunidad específica). En cambio, el vocalismo parcialmente severior del arg. occidental sí podría ser indicio de influencia laconia y arcadia. c) Se explicaría mejor el sistema de vocales largas del eleo. En efecto, la fluctuación en este dialecto entre las grafías / (alfabeto local) y / (alfabeto jónico) para notar el resultado de la e larga primaria indica que ésta debía de ser una vocal intermedia entre la e larga secundaria (notada sistemáticamente con las grafías y ) y la /a…/ (notada sistemáticamente con ). La causa de la abertura de la /E…/ primaria habría sido precisamente la creación de una vocal /e…/ secundaria más cerrada. d) La diferencia entre el vocalismo de Locros Epizefirios y las colonias acaicas de la Magna Grecia, de tipo severior, y el de sus respectivas metrópolis, Lócride y Acaya, de tipo mitior, tendría fácil explicación: el vocalismo severior de las colonias sería una innovación posterior a la colonización y probablemente se debería a la influencia de las colonias vecinas Tarento y Heraclea. 1.4.3. De nuevo sobre la cronología del 1er alargamiento. Ya vimos en § 1.1.5. las diferentes cronologías propuestas para la última fase del proceso (¿época micénica o postmicénica? ¿hecho de sustrato en los dialectos dorios o innovación compartida con jón.-át. y arc.-chipr.?) si se considera que alargamiento y grado de abertura en las vocales medias secundarias fueron dos hechos concomitantes. De ser cierta la hipótesis expuesta en § 1.4.2., habría que establecer dos cronologías: una para el alargamiento y otra para la fusión posterior de las vocales largas medias en los dialectos de vocalismo severior. Las posibilidades son diversas: a) que los dos fenómenos sean de fecha postmicénica y, por tanto, puedan ser innovaciones conjuntas del arcadio y de los dorios del Peloponeso; b) que los dos fenómenos se hayan producido ya en época micénica (¿sólo en el grupo meridional? ¿también en los dialectos dorios?); c) que sólo el alargamiento sea de fecha micénica (¿también en el grupo occidental?), mientras que la simplificación del sistema vocálico
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es posterior a la migración doria (¿innovación compartida por dorios del Peloponeso y arcadios?). Más detalles sobre las diferentes cronologías en del Barrio 1998. 2. Alargamientos rítmicos Ya Saussure había señalado la tendencia del griego a evitar la sucesión de tres o más sílabas breves (e. d., sílabas con vocal breve no trabada), atribuyendo a la analogía las excepciones de época histórica. A esta "ley rítmica" se debe el alargamiento de la vocal temática en los comparativos y superlativos con sufijo -tero" y -tato" en los adjetivos con penúltima sílaba breve: sofwvtero", sofwvtato" (< sofov"), newvtero", newvtato" (< nevo"), etc. Las formas áticas sin alargamiento como kenovtero" (< kenov"), stenovtero" (< stenov"), aparentes excepciones a la ley de las tres breves, dejan de serlo si se considera que dicha ley operó en una época en que todavía eran *ken¸ov", *sten¸ov", con silabación ken.¸ov", sten.¸ov", por lo que la sílaba inicial era larga. Hemos de suponer igualmente que antes de la pérdida de la wau se produjo un desplazamiento del límite silábico (ken.¸ov" > ke.n¸ov", sten.¸ov" > ste.n¸ov"), puesto que no hubo alargamiento de la vocal precedente (cf. § 1.3.5.). Lo mismo ocurre en los derivados como iJerwsuvnh frente a doulosuvnh; qiaswvth" o ijdiwvth" frente a ajgrovth", dhmovth", toxovth" o iJppovth" (formas alargadas como desmwvth" o hjpeirwvth", donde no hay sucesión de tres sílabas breves, se deberían a la analogía). Quizá también se deban a la misma causa las formas en -wqi, -wqen, wse, como eJtevrwqi, eJtevrwqen, eJtevrwse (< e{tero"), ajmfotevrwqi,
ajmfotevrwqen,
ajmfotevrwse (< ajmfovtero") frente a -oqi, -oqen, -ose de povqi, povqen, povse, a[lloqi, a[lloqen, a[llose. 3. Alargamientos métricos Su finalidad es evitar secuencias cuantitativas que de otra manera no encajarían en determinados esquemas métricos. Así, en un ritmo dactílico una secuencia –
±
– es transformada en
–
–
– y una secuencia
±
±
±
en
–
±
±
(a±qav±na±to" > aj–qa±vna±to", o[noma > ou[noma, iJsti±h v > iJstiv–h). Algunos autores consideran que en su origen los alargamientos métricos eran alargamientos fonéticos que posteriormente se habrían extendido a otras formas (un análisis de las diferentes propuestas en Wyatt 1969). Saussure, por ejemplo, parte de la extensión analógica de la "ley de las tres sílabas breves" a otros contextos donde no se daba tal secuencia. Para Schwyzer, la realización de una sonante entre dos sílabas habría provocado su geminación
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(*ojllovmeno"); posteriormente la sonante geminada habría sido sustituida por una vocal alargada (oujlovmeno") y después el fenómeno se habría extendido a otras consonantes, dando lugar a los alargamientos métricos. Algunas formas alargadas empleadas en la poesía son el resultado del reanálisis de determinados compuestos en los que la forma en cuestión constituía el 2º elemento (cf. § 4.1). Se da sobre todo cuando el 1er elemento del compuesto es una partícula negativa o una preposición. Así, a partir de compuestos como n-hvnemo", nhnemivh, euj-hvnemo", etc., se abstrajo una forma alargada hjnem- y sobre ella se creó hjnemovei", etc. De igual modo, ajnwfelhv" fue analizado como ajn-wfelhv" y oijkwfelevw como oijk-wfelevw: la vocal inicial del 2º elemento se sintió como originariamente larga y se creó wjfelevw. Otros ejemplos de este tipo son hjnekevw", hjnekhv" (a partir de dihnekhv"), wjmaliva– (< ajnwmaliva), h[lusi" (< ejxhvlusi"), a–[guri" (< pana–vguri"), h[kh" (< ajmfhvkh"), etc. Así mismo abundan los compuestos privativos con a–- (< *n9-) a pesar de no ir en sílaba trabada: aj–qavnato", aj–nevfelo", aj–kavmato", a–jpavlamo". Es posible que la a- fuera larga fonéticamente en una de estas formas (¿en a–q j avnato", procedente de *a-thw- ?) y que se extendiera a otras por analogía (ajkavmato" > ajk – avmato"). De modo semejante Ruijgh postula una extensión analógica a partir de formas con alargamiento fonético como eijnavlio" < *ejn˙avlio". Mientras en prosa *ejn˙avlio" pasó a ejnavlio", en el hexámetro se habría conservado la forma eijnavlio" por necesidades métricas. Esta relación entre ejnavlio" (prosa) y eijnavlio" (verso) se habría extendido después a otras palabras como o[noma / ou[noma. 4. Alargamientos morfológicos de origen fonético Hay una serie de alargamientos que, aunque en principio tuvieron un origen fonético, posteriormente han pasado a ser más bien un procedimiento de tipo morfológico. Es el caso del "alargamiento de Wackernagel", el "aumento temporal" y la "reduplicación ática". 4.1. El "alargamiento de Wackernagel" Consiste en el alargamiento de la vocal inicial del segundo elemento de un compuesto; si el primero acaba en vocal, ésta generalmente se elide. Así: a[gw, pero strathgov", corhgov" (< strata–gov", cora–gov"); ajkouvw pero uJphvkoo"; ejrevssw, ejrevttw pero
uJphrevth"; o[mnumi
pero
ejpwvmoto"; o[noma
pero
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oJmwvnumo",
ejpwvnumo",
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ajntwnumiva, etc. Por lo general, sólo afecta a aquellos compuestos cuyo 2º elemento originariamente comenzaba por laringal (p.e. *strato-H2ogos). Se le llama "alargamiento de Wackernagel" por ser este estudioso quien estableció el origen de la vocal larga. Diversos autores atribuían este alargamiento a causas rítmicas (véase § 2.). Pero, aparte de los numerosos casos en que se da sin que haya una secuencia de tres sílabas breves (forthgov",
gamyw`nux, eujwdv h",
dushchv"...), explicados por los
defensores del alargamiento rítmico como una extensión analógica desde aquellos compuestos en que sí las había, si en su origen fuera un alarg. rítmico, en los compuestos cuyo 2o elemento empezaba por consonante se habría alargado la vocal siguiente a la consonante inicial. Wackernagel mostró que el alargamiento de la vocal inicial del 2º miembro de un compuesto era en última instancia el resultado de su contracción con la última vocal del 1er elemento: *strato-a±gov" > strata–gov". En principio este "alargamiento" sólo se habría producido en aquellos compuestos cuyo 1er elemento terminaba en vocal, pero luego se habría extendido a otros cuyo 1er elemento acababa en consonante, en -i, -u o en diptongo (ajn-wvnumo", polu-hvrato", euj-hvnemo", euj-wvdh"), en los que, al no haber contracción, la vocal inicial del 2º elemento debía permanecer breve. La clave de esta reconstrucción está en un proceso semejante que ha tenido lugar en formas contractas más recientes tras la caída de otros fonemas. En efecto, a partir de kakou`rgo" (< *kakov-(¸)orgo") y de klhrou`co" (< *klhrov-(˙)oco"), donde la vocal larga es producto de una contracción, se originaron formas como pan-ou`rgo" y poliou`co" (junto a polivoco"), donde la vocal larga no está justificada fonéticamente. La relación entre ajgov" / -hgov" habría sido la misma que la que posteriormente hay entre o[co" / -ou`co". Según Wackernagel, la extensión analógica de la vocal larga se habría producido primero en los compuestos privativos. En efecto, en los compuestos con ne+ V- las dos vocales en contacto habrían contraído, con resultados propios del I Milenio: *na–k v esto" > jón.-át. *nhvkesto" (de ajkei`sqai), nhvgreto" (de ejgeivrw), nwvduno" (de ojduvnh). Posteriormente esta contracción habría sido interpretada como la elisión de la vocal final del 1er elemento junto con el alargamiento de la vocal inicial del 2º (e.d., nhvgreto" = n(e)-hvgreto"). De los compuestos en ne- la vocal larga habría pasado a los compuestos en ajn- + V-, y de éstos, a otros tipos de compuestos. Así, de ne + ajriqmov" primero se habría formado *na–vriqmo" > jón.-át. *nhvriqmo", luego ajnhvriqmo" y más tarde ijshvriqmo". En ocasiones se conservan los dos tipos de compuestos alargados, el fonético y el analógico: nhvnemo" y ajnhvnemo" (< ne/ajn + a[nemo");
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nhvkousto" y ajnhvkousto" (< ne/ajn + ajkoustov"); nhlehv" y ajnhlehv" (< ne/ajn + e[leo"), nwvduno" y ajnwvduno" (< ne/ajn + ojduvnh); nwfelhv" (cf. mic. no-pe-re-a2) y ajnwfelhv" (< ne/ajn + o[felo"). Sin embargo, son numerosos los compuestos en que la vocal inicial del 2º elemento no alarga, sobre todo cuando ésta es aspirada, debido quizá a su carácter reciente como vocal inicial, sólo tras la pérdida de h- < *s-: filavdelfo", sunechv", e[xoco",
ajnovmoio",
parovmoio",
sunevtairo",
filevtairo",
pavrodo",
provsodo",
ajnovsio", etc., aunque sí hay alargamiento en ajnwvmalo", comp. de oJmalov" (< *som-). El hecho de que tampoco se produzca alargamiento en los compuestos formados por preposición y verbo podría deberse también a su carácter reciente o a que el alargamiento habría oscurecido la relación entre formas aumentadas y no aumentadas. El caso es que en los compuestos más recientes el proceso de elisión y alargamiento es sustituido por la sola elisión (filavnqrwpo", eJterovlfalmo") hasta que finalmente también ésta deja de producirse. 4.2. El aumento temporal El llamado aumento "temporal" se da en la mayoría de los verbos cuya raíz comienza por vocal y consiste en el alargamiento de ésta. En principio sólo se producía en los verbos que comenzaban por laringal (a veces perteneciente a una "vocal protética") y no era más que el resultado del alargamiento de la e del aumento tras la pérdida de la laringal postvocálica en las formas con la raíz en grado ø (p.e. H1e-H2C> a:C-), así como el resultado de la contracción de esta e con la vocal inicial del verbo tras la pérdida de la laringal intervocálica en las formas con grado pleno (ej. H1e-H2eC> eaC- > a:C-). Como en el alargamiento de Wackernagel, la fecha temprana de estas contracciones es la causa de que en determinados dialectos sus resultados sean diferentes a los de las contracciones del I Milenio (así ático e + e > h, en lugar de ei). Ejemplos de raíz en grado ø son át. h[melgon < a–m [ elgon < *H1e-H2melg- (tema *H2melg> pres. ajmevlgw), h\l(u)qon < *H1e-H1l(u)dh-
(tema *H1l(e)udh- > fut. ejleuvsomai),
w[rexa < *H1e-H3reg- (tema *H3reg- > pres. ojrevgw). Ejemplos de raíz en grado pleno: át. h\gon < a\gon < *H1e-H2eg- (tema *H2eg- > pres. a[gw), h\sqa < *H1e-H1es-
(tema
*H1es- > pres. ejsti), w[mosa < *H1e-H3em-H3- (tema *H3em-H3- > pres. o[mnumi). En los verbos cuya vocal inicial originariamente iba precedida de otros fonemas distintos de laringal (*s-, *y-, *w-), las formas aumentadas deberían presentar las contracciones propias del I Milenio. Sin embargo, por analogía con los verbos con laringal inicial presentan también aumento "temporal", esto es, el alargamiento de la vocal inicial. Así en ático encontramos h[lpizon (< *ej¸elp-, impf. de ejlpivzw) en lugar de - 25 © 2006, E-Excellence -www.liceus.com
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†ei[lpizon, wJmivlhsa (aor. de oJmilevw < *som-) en lugar de †ouJmivlhsa, uJgivan– a (aor. de uJgiaivnw < *sug-), w/k [ oun (impf. de oijkevw < *¸oik-), etc. Solamente presentan resultados propios del I Milenio los verbos que comienzan por e-, y no siempre: ei|rpon ( < *e[(˙)erpon, impf. de e{rpw, raíz *serp-, pero aor. ei{rpusa y h|rya), ei\con ( < *e[-(˙)econ, impf. de e[cw, raíz *segh-), eiJpovmhn ( < *ej-(˙)epovmhn, impf. de e{pomai, raíz *sekw-). A veces en un mismo verbo coexisten formas fonéticas y formas analógicas: át. eijrgazovmhn y eijrgasavmhn junto a hjrgazovmhn y
hjrgasavmhn (impf. y aor. de
*¸ergavzomai, raíz *werg-), ei[kazon y ei[kasa, junto a h[k / azon y h[k / asa (impf. y aor. de *¸eikavzw, raíz *weik-) y las formas ya mencionadas ei{rpusa y h|rya. Casi todos los ejemplos de vacilación pertenecen a verbos que comienzan por wau. Como en estos verbos en ocasiones el aumento podía ser también h- (cf. *hj-¸ovraon > át. eJwrv wn, con metátesis y aspiración analógica), cabe igualmente atribuir la coexistencia de las dos formas a la vacilación entre e- y h- del aumento (*ej-¸erg- / *hj-¸erg-). 4.3. La reduplicación "ática" Un caso semejante al aumento temporal pero con una extensión mucho menor es la llamada "reduplicación ática" de algunos verbos que empiezan por vocal, consistente en la repetición de la vocal inicial más la consonante siguiente y el alargamiento de la vocal de la raíz: ajkhvkoa (< ajk-), ejlhvlouqa (< ejleuq-), ejnhvnoca (< ejnk-), o[lwla (< ojl-), ojmwvmoka (< ojm-), o[pwpa (< ojp-), etc. A pesar de su nombre, que se debe a su frecuente uso en la prosa ática, es un rasgo de todo el griego, estando atestiguado ya en micénico y en Homero. Este tipo de reduplicación se habría originado en los verbos cuya raíz comenzaba por laringal más consonante (HCVC-), probablemente para evitar la homofonía que, con la pérdida de las laringales (en algunas raíces la confusión existía ya antes), se habría producido entre las formas reduplicadas "normales" (p.e. H3eH3CVC- > o:CVC) y las formas aumentadas (H1e-H3CVC- > o:CVC), y consistiría en la repetición de las dos primeras consonantes (H3C) más la vocal e (H3Ce-H3CVC- > oCo:CVC-). El alargamiento de la vocal reduplicativa se debería a la pérdida de la segunda laringal, causante también del cambio de su timbre, mientras la primera habría vocalizado en la vocal breve correspondiente. Posteriormente este tipo de reduplicación se habría extendido a las raíces del tipo HVC- también para evitar la confusión entre formas aumentadas (ej. H1e-H3VC- > o:C) y formas reduplicadas (H3e-H3VC- > o:C). Así *H1e-H1loudh- (tema *H1leudh-)
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fue sustituido por *H1le-H1loudh- > ejlhlouq- y *H3e-H3od- (tema *H3ed-) por *H3deH3od- > ojdwd-. A su vez, en el I Milenio se crearon algunas formas con este tipo de reduplicación en verbos con vocal inicial no precedida originariamente de laringal, como ejmhvmeka (tema *wemH1-), según la analogía w[mosa : ojmwvmoka : : h[mesa : x (x = ejmhvmeka).
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