006 Tema 6 Cotejo de Firmas

Curso de Pericia Caligráfica Judicial 

TEMA 6.- COTEJO DE FIRMAS

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6.1.- COTEJO

6.1.1.- DEFINICION DE COTEJO

De acuerdo al diccionario Larousse, cotejar es “comparar una cosa con otra”. En nuestro caso, estaríamos hablando de la comparación de muestras indubitadas con la muestra/s dubitada/s, para el análisis pericial. 6.1.2.- CLASIFICACION DE LOS ESCRITOS PARA FACILITAR SU ANALISIS

Para simplificar el trabajo pericial caligráfico, hemos de clasificar los documentos, diferenciando entre aquellos que son válidos para el trabajo de los que no lo son, pero sin eliminar ningún documento recibido, y para conocer aquellos otros documentos que pudiéramos necesitar. La primera clasificación es en diferenciar el material dubitado y el indubitado. El material dubitado son aquellos documentos sobre los que existe duda de falsedad sobre todo o parte de los mismos, y que son el objeto de la pericia caligráfica. El material indubitado son aquellos documentos cuya autenticidad es incuestionable. Documentos dubitados

El documento dubitado es aquel que se muestra dudoso, cuestionado y sujeto al examen pericial, para su análisis intrínseco y extrínseco, con el fin de llegar a una conclusión conclusión sobre la autenticidad o falsedad de dicho documento, siendo el mismo el causante del inicio del estudio pericial Estos documento docu mentos s deben ser originales, y se debe realizar realizar un estudio pormenorizado sobre todo el documento, dado que existe la posibilidad que la firma sea falsa y el soporte sea auténtico (por ejemplo, impresos a rellenar por un usuario: certificados médicos, contratos, cheques, etc.), o, incluso, que aunque la firma f irma sea auténtica, existan alteraciones en el propio documento, como pueden ser añadidos en el texto. Es importantísimo, por tanto, trabajar sobre documentos originales, originales, para llegar llegar a una buena conclusión. En ocasiones nos vemos obligados a trabajar sobre fotocopias o documentos documen tos escaneados, escan eados, y, si bien se puede llegar a ciertas conclusiones, existen existen elementos que no pueden ser analizados, tales como la presión, gramaje del papel original, conservación del papel, etc., por lo que la conclusión obtenida estará condicionada. Dada la importancia del documento dubitado, debemos tratarlo con el máximo cuidado, pues una manipulación accidental del mismo podría suponer la eliminación de la prueba. Así, debemos tener la máxima seguridad en su custodia, evitar manipulaciones - 118 -

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innecesarias (tales como doblarlo, p.e.), modificar su superficie (con taladros para su archivo, raspados, borraduras, etc.). Documentos indubitados

Son aquellos que no tienen duda sobre su autenticidad, procedentes tanto de las partes, como de posibles cuerpos de escrituras. Para la realización de un buen cotejo, los documentos indubitados más apropiados, son aquellos que mantienen las condiciones semejantes a las existentes en el documento dubitado, tales como son el soporte, el útil, formato, elementos escriturales, posición, coetaneidad y espontaneidad, etc. Referente a la coetaneidad, lo ideal sería buscar documentos anteriores, coetáneos y posteriores, lo que permitirá obtener una historia gráfica de la evolución del escritor, aunque en ocasiones se mantendrá el patrón gráfico a lo largo de dicho periodo, lo que permitirá facilitar el trabajo de análisis. De entre todas estas firmas, y teniendo en cuenta que disponemos de distintos modelos de firmas (oficiales, personales, visto bueno, etc.), elegiremos las denominas “firmas de cotejo”, que son aquellas seleccionas para detallar sus peculiaridades, que deberán reproducirse en casi todas ellas, y que serán los puntos de comparación con las firmas dubitadas. La cantidad de documentos indubitados apropiada es muy importante, dado que facilita observar los patrones gráficos del escritor, pero debe primar la calidad de los mismos sobre el número de documentos indubitados a nuestra disposición. Entre los documentos indubitados válidos para el análisis, estarían: • • • • • • •

Firma del DNI. Registro de firmas bancarias. Contratos de compra-venta. Protocolos notariales. Documentos privados (cartas, tarjetas, etc.). Cuerpos de escritura. Etc.

Otras clasificaciones

Diversos autores clasifican los escritos a analizar en función de distintos parámetros, (p.e., angulosidades de letras, márgenes, etc.), a fin de evaluar rápidamente los escritos, centrándose en algunos de los mismos y descartando otros. Este sistema sería válido para casos de escritos múltiples. Entre estos sistemas están: •

Método Duyster.

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Método Potapow Método de Lee-Abbey. Método de Schneickert.

6.2.- TOMA DE CUERPOS DE ESCRITURA

Cuando la muestra es insuficiente, se hace necesaria la realización de cuerpos de escritura, que deben cumplir determinadas condiciones: •

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El cuerpo de escritura debe ser diseñado por el perito, que es quién indicará las pautas de realización del mismo, en base al estudio previo del documento dubitado. Además, debe estar presente en la realización del mismo. La extensión será, al menos, de tres o cuatro páginas. Se incluirá en el texto, de forma discreta, palabras relevantes tomadas del documento dubitado. No se mostrará, en ningún caso, el documento dubitado. Se reproducirán características comunes del documento dubitado, como papel, posición (de pie o sentado), número de folios que sirvan de base, etc. Si existen números en el documento dubitado, el cuerpo de escritura debe incluir números en su realización. Se reproducirán, si existen letras mayúsculas en el texto dubitado, una de las partes del cuerpo de escritura se realizará con escritura tipográfica. Se aplicarán diferentes velocidades de escritura (lenta, normal y rápida), para el mismo texto seleccionado. Se utilizarán diferentes útiles de escritura. Se adecuará el soporte (papel en blanco, papel pautado, papel con espacios limitados para realización de firmas, etc.). En cuestión de anónimos, si se sospecha la realización del mismo con la mano no hábil, igualmente, parte del cuerpo de escritura se realizará con la mano no hábil. Se anotarán las reacciones que suscite el hecho de facilitarle un útil u otro, así como reacciona ante el resto de estímulos externos (ya sean gráficos o no gráficos).

El objeto de realización de tantas pruebas diferentes es la intención de que, inconscientemente, aparezcan los elementos escriturales propios del autor de la escritura.

6.3.- REALIZACION DEL COTEJO

El orden de estudio de las firmas dubitadas e indubitadas es muy importante. En primer lugar analizaremos las características comunes de las firmas indubitadas, y después, de las firmas dubitadas. El objeto de este orden es entrar de lleno en el perfil de las firmas no dudosas, para comprobar si dichas características se reproducen en las firmas dudosas. Se deben detallar esas características que se reproducen en todas las firmas indubitadas, pues, si no se - 120 -

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reproducen en todas, lógicamente no es un elemento que sea individual, por lo que no nos vale para el análisis. Este método es más objetivo, pues elimina los juicios de valor previos. El proceso es el siguiente: • •

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Actuar con objetividad, sin prejuicios previos. Digitalizar los documentos recibidos (dubitados e indubitados), con la adecuada resolución, y darles las oportunas referencias, que servirán para su identificación en el informe. Habitualmente se da el caso que existan distintas firmas en un mismo documento, por lo que se dará una referencia individual para cada una de ellas (por ejemplo: indubitada 1, indubitada 2,…). Realizar una descripción detallada y completa de los documentos recibidos (tamaño del papel o soporte, gramaje, estado de conservación, etc.). Comprobar que las firmas indubitadas cumplen los requisitos necesarios para su utilización (espontáneas, coetáneas, condiciones similares, etc.). Anotar el suficiente número de puntos de referencia de las firmas indubitadas (movimientos en el aire preparatorios de la firma, puntos de ataque, puntos de escape, coligamientos, diferencias de presión, velocidad, signos ortográficos, etc.), tanto en cantidad como en calidad, y comprobar que se repiten en casi todas las indubitadas, digitalizando dichos puntos de referencia, con una resolución adecuada que permita una fácil visualización de los mismos (macrofotografía). Las explicaciones de los puntos de referencia, que se plasmen en el informe, deben ser sencillas y claras. Comparar dichos puntos de referencia en cada firma dubitada, comprobando si se reproducen o no. Dicha comparación debe realizarse de forma que sea visualmente fácil de demostrar, evitando juicios de valor. En la conclusión, se deben evitar conclusiones ambiguas, si bien, si no existiera un número adecuado de muestras indubitadas, o las muestras no fueran suficientes, evitaremos realizar conclusiones categóricas, condicionándolas al material recibido.

6.4.- EJEMPLO DE CUERPO DE ESCRITURA Y COTEJO

Asunto: determinar veracidad o falsedad de negación de una firma. a) Documento dubitado:

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b) Firma cuestionada (tamaño natural)

c) Cuerpo de escritura (2 páginas del cuerpo escritura, referido a firmas. Imágenes reducidas al 50% de su tamaño, indicando aquellos recuadros del cuerpo de escritura cuyo tamaño es coincidente con el espacio del cuadrado del documento dubitado): - 122 -

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d) Comparación de las firmas reseñadas (marcamos en rojo oscuro a la dubitada y en azul a las indubitadas):

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e) Obtención de los puntos de referencia de las firmas indubitadas y comparación con la dubitada: De forma somera, reflejaremos algunos de los elementos de referencia de las firmas indubitadas, que debemos considerar para el análisis, y que comprobaremos si se reproducen en la firma dubitada. No obstante, debemos tener en cuenta que se trata de un “no reconocimiento de firma”, por lo que algunos elementos “visibles” estarían alterados. Debemos centrarnos en elementos “no visibles” de las firmas indubitadas, que para ser válidos deben ser:

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Que sean reiterados a lo largo del escrito. Que sean inconscientes. Que su ejecución se realice de forma automática. Que sean elementos difíciles de identificar por el falsificador. Que sean difíciles de imitar.

Nos centraremos, para no extendernos en el análisis, en los elementos más significativos a realizar en el cotejo: 1. Inclinación de las firmas:

Como puede apreciarse, los ángulos de inclinación de las firmas oscilan entre los 20 y los 28 grados, siendo la mayoría próximos a los 25 grados. Igual situación se produce en la segunda hoja del cuerpo de escritura en todas las firmas pautadas por una línea inferior. De la segunda página del cuerpo de escritura elegimos la 7ª firma (primera que dispone de antefirma) para verificar su inclinación. Así:

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: Respecto a la firma cuestionada:

En este caso, la firma cuestionada nos da un ángulo de 23 grados, muy semejante a las firmas indubitadas.

2- Sobrepasar las zonas superior e inferior de los recuadros (utilizaremos la segunda hora del cuerpo de escritura, en este caso, marcando con un círculo rojo aquellas zonas que se ha sobrepasado las líneas, y con un círculo verde, aquellas en que se ha aproximado mucho a la línea, pero sin sobrepasarla):

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Como puede observarse, todas las firmas indubitadas sobrepasan la zona central superior. También sobrepasan, en casi todos los casos la zona inferior izquierda, y por último, sobrepasan la zona central inferior en la mayoría de los casos. Respecto a la firma dubitada, tenemos:

Donde podemos comprobar que sobrepasa la zona central superior y la zona inferior izquierda, tal y como sucede en las firmas indubitadas. Pero, además, si profundizamos sobre aquellas firmas que tienen antefirma, sean estas del tamaño que sean, podemos comprobar la zona concreta de las mismas que resulta sobrepasada por la firma (en un círculo rojo), y que se corresponden a la palabra “cliente”:

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Respecto a la firma dubitada:

Comprobándose que uno de los trazos que sobrepasan la antefirma, cortan este precisamente por la palabra “cliente”. Por tanto:

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3- Puntos de ataque y escape. En primer lugar, comprobaremos la forma de ejecución. Todas las firmas indubitadas se realizan de forma continuada, comenzando por la rúbrica (configurando así la letra “R”) y terminando por las letras de la firma, sin realizar ningún levantamiento del útil, si bien en alguna de las firmas existe un movimiento intrazado (invisible) entre las líneas “e” y “r”. Ver el siguiente ejemplo:

El orden de ejecución de la rúbrica es: negro – rojo oscuro – rojo – fucsia –  ejecutándose después las letras “anera”. Respecto a la firma dubitada, se trata de una firma realizada de forma ilegible (no se adivinan letras), y ejecutada igualmente sin realizar ningún levantamiento de útil.

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Comprobaremos ahora algún punto de ataque o escape: dado que las firmas normalmente se ejecutan sin levantamientos del útil (salvo el movimiento intrazado entre las letras “e” y “r”), sólo hay un punto de ataque y escape (inicio y final de la ejecución de la firma). Existe, sin embargo, entre los movimientos gráficos realizado característicos de las firmas indubitadas, en la ejecución de la rúbrica (letra “R”), un movimiento anguloso de retorno, que está marcado en la imagen con un círculo rojo. Se puede comprobar en el ejemplo siguiente:

El movimiento se repite en todas las firmas, si bien de forma más o menos evidente. Si ampliamos dicho movimiento de la firma 15ª de las páginas del cuerpo de escritura, obtendríamos el siguiente rasgo:

Dicho movimiento podemos comprobar que se repite en la firma dubitada. A pesar de ser una firma ilegible, aparentemente se repite el mismo movimiento de la ejecución de la “R” mayúscula, en la finalización de la firma (marcada con un círculo rojo en la imagen). Se puede apreciar el arpón con que finaliza el punto de escape, con un pequeño punto de detención.

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Así:

Respecto al punto de inicio de ambas firmas, aunque en todas las firmas indubitadas el inicio se encuentra en una zona más o menos alta de la propia firma, si que coinciden las firmas indubitadas en que todas ellas se ejecutan con unos inicios “acerados”. Como ejemplo, se puede apreciar la 7ª firma de la segunda página del cuerpo de escritura.

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Respecto a la firma dubitada, podemos comprobar que su inicio es, igualmente, acerado:

Así, girando la imagen ampliada de la firma indubitada, tenemos:

4- Diferencia en las descargas de tinta: Analizando las firmas indubitadas, podemos comprobar que tienen menor carga de tinta en los trazos con movimientos verticales que los horizontales. Dentro de los verticales, aunque hay zonas con bastante igualdad, ciertos movimientos regresivos ascendentes tienen menor carga de tinta, (ejemplo: círculos rojo de la 9º firma de la segunda página del cuerpo de escritura, ampliado y remarcando con una flecha roja el sentido del trazo):

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En cuanto a la firma dubitada, si comprobamos trazos realizados en una dirección similar (círculo rojo, marcando con una flecha roja el sentido del trazo), igualmente tienen una carga de tinta menor, tal y como pasaba con las firmas indubitadas:

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Por tanto, tenemos:

f) Conclusión. En base a los elementos indicados arriba, podemos concluir que la firma cuestionada ha sido realizada por la misma persona que la que realizó el cuerpo de escritura.

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