000 Silvica de Habillo00

July 15, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Silvica del Habillo (Hura  polyandra Baill. ) 

 

SILVICA DEL HABILLO (HURA POLYANDRA BAILL. )  

Índice de cont enido. Pag. Presentación.  Agrr adec  Ag adecim imien ien to . Índice General. Índice de cuadros. Índice de figuras. Resumen.  Abst  Ab st rac ract. t. Introducción.  01 Ca Característic racterísticas as bot botánicas. ánicas. 1.1. 1. 1. Nombre comu n. 1.2.. Taxonomía. 1.2 Taxon omía. 1.3. 1. 3. Sinóni mo taxonó mico. 1.3. 1.3.1. 1. Convergenci a evolut evolutiva. iva. 1.4. 1. 4. De Descr scripc ipción ión botáni ca. 1.4.1.. 1.4.1 Forma. For ma. 1.4.2.. 1.4.2 Corteza. Cor teza. 1.4.3... 1.4.3 1.4.4 1.4.4. 1.4.5.. 1.4.5 1.4.6. 1.4 .6. 1.4.7. 1.4 .7. 1.4.8.. 1.4.8 1.4.9.. 1.4.9 1.4.10. 1.4.1 0.

Hojas. Hojlaje. as. Follaje. Fol Flores Flo res.. Flor Floració ación. n. Frut os os.. Raíces. Ramas. Semil las las.. a) Dispersió n. b) Calid Calidad ad de las semillas. c) Colectas de semill as. d) Manejo Manejo de frut os, estacas y semillas. e) Almacenamiento. Almacenamiento . f) Árbo les semillero semilleros. s. g) Germin Germin ación. g). 1. Tipo de germin ación g). 2. Tiempo de germin ación. g). 3. Trata Tratamiento mientoss pregermin ativos .

02 Ecol Ecolog ogía ía de la especi especie. e. 2.1. 2. 1. Origen y dis distrib trib uci ución ón actual de la especie. 2.2 Ecol Ecolog ogía ía de la especi especie. e. 2.2.1.. 2.2.1 Clima. Cli ma. 2.2. 2.2.2. 2. Altitud Alti tud,, latitud y top topogr ografía afía.. 2.2.3.. 2.2.3 Suelos Suel os.. 2.2.4. 2.2 .4. Radiació n so solar. lar. 2.2.5. 2.2 .5. Vegetació Vegetación n asoc asociada. iada. 1

7 8 8 8 9 10 10 10 12 12 13 14 14 15 18 18 18 20 20 20 21 21 21 21 22 22 23 23 23 24 24 24 25 26 26

 

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2.3. Anot 2.3. Anotacion aciones es ecológ icas de la especie. 2.4. 2. 4. Se Servic rvic ios ambientales que ofr ofrece ece.. 03 Propagación . 3.1.. Regeneració n natural. 3.1 natu ral. 3.2. 3. 2. Re Regeneración generación artific ial. 3.2. 3.2.1. 1. Produ Producci cción ón de planta asexualmente por estaca e/o in vitro. a) Estacas. b) Pseudoestacas. 3.2. 3.2.2. 2. Produ Producci cción ón de planta sexualmente por semillas. 3.2.2. 3.2 .2.1. 1. Prod uc ucci ción ón de pl planta anta a raíz desn desnud uda. a. 3.2. 3. 2.2. 2.2. 2. Produ cció n de planta en envase 04 Produ Producció cció n de plantas en vivero. vivero . 4.1. 4. 1. Recol Recolección ección de semillas. semill as. 4.2. 4. 2. Beneficio s a realiza realizarr a las semill as. 4.3. 4. 3. Procesamiento de las vainas y de las semillas. 4.4. 4. 4. Técni Técnicas cas de pro duc ducció ción n de plantas en vivero. viv ero. 4.5.. Manejo de plantas 4.5 plan tas en viv ero. a) Riego. b) c) d)

28 30 31 31 31 31 31 31 31 31 32 32 32 32 33 33 34 36

Ferti Fertilización lización.. Deshierbes .  Acondic ionamiento de la planta previo al transplante definitivo .  05 Establecimiento de plantacio nes. 5.1. 5. 1. Preparació Preparació n de terreno a plantar. 5.1. 5.1.1. 1. El desmon te del terreno a forestar, restaurar o plantar. 5.2.. Transp or 5.2 orte te de pl planta. anta. 5.3 5. 3 Época de plantación. plantació n. 5.4. 5. 4. Método de plantació n. 5.5. 5. 5. Densi Densidad dad de plantación plantació n

38 38 39 39

5.6. 5.6 Aper Apertu tura ra de cepa. 5. 5.7. 7.. Repos Re pos ició n de planta que falla y cercado del terreno. 06 Ma Manejo nejo de la plantació n. 6.1. 6. 1. Tratamiento Tratamientoss silv ícolas. 6.1.1.. Pod 6.1.1 Poda. a. 6.1.2. 6.1 .2. Acl areos. 6.1.3. 6.1 .3. Manejo de rebrot rebr otes. es. 6.2.. Plagas y enferm 6.2 enfermedades. edades. a) Plag Plagas. as. b) Enfermedades. Enferm edades. 6.3.. Crecim 6.3 Crecimient iento. o. 6.4. 6. 4. Predicció n del volu men. 07 Plantaciones en sistemas sist emas sil silvoagr voagrop opecuarios. ecuarios. 7.1.. Cercas vi 7.1 vivas. vas.

40 41 41 41 41 41 42 42 42 42 43 44 46 46

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7.2. Cortin as romp evientos. 7.2. 7.3. 7. 3. Sombra y refug io. Silvic Silvicult ultura. ura. 8.1. 8. 1. Bosq ues naturales. 8.2. 8. 2. Tolerancia a factor factores es ambientales. 8.3. 8. 3. Floración Floració n y fru fructif ctificació icació n 8.4. 8. 4. Producció Produ cció n y dis dispersió persió n de semillas. 8.5.. Densid ad. 8.5 8.6. 8. 6. Princi pales agentes dañin dañinos. os. 8.6.1. 8.6 .1. Agent es físi físico cos. s. 8.6.1.1. 8.6.1 .1. Vien Viento tos. s. 8.6.1.2. 8.6.1 .2. Suel Suelos os.. 8.6.2. 8.6 .2. Ani Animales. males. 8.7. Plag Plagas. as. 8.8.. Enferm 8.8 Enfermedades. edades. 8.9. 8. 9. Sistemas y pr practicas acticas sil silvícolas. vícolas. 8.10 8. 10.. Crecimiento y rendim rendimiento iento vol volumétri umétrico. co. 8.11 8. 11.. Edad de rotación rot ación y fijaci fijación ón de edad de turno. tur no. 8.12. 8.1 2. Regeneració n natural. natu ral. Característ Características icas de la madera. 9.1. 9. 1. Descr Descripc ipción ión macros macroscóp cópica. ica. 9.2. 9. 2. Descr Descripc ipción ión micr microsc oscópi ópi ca. Usos del habill habillo. o. 10.1. 10. 1. Usos de la madera. 10.2 10 .2.. Otros uso usoss de otras otr as partes de la planta Bibl iog iografía rafía..

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46 46 46 46 47 47 48 48 48 48 49 49 49 49 49 49 50 51 51 51 51 53 55 55 56 56

 

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Presentación. Las especies forestales tropicales han sido y están siendo aprovechadas muy selectivamente para diversos usos y su regeneración natural es escasa; por desconocimiento o por falta de transmisión de conocimiento existentes de los usuarios del recurso y algunos técnicos a los nuevos ingenieros forestales. forestales . Que afortunadamente es una especie que es llevada a varios ecosistemas como cercos vivos. El Habillo (Hura pilyandra Baill ), no es una excepción. Del Habillo se ha hecho ya algunos esfuerzos, pero la elaboración de un manual todavía adolece de alguna información, la cual en este trabajo pretendemos incluir para reducir la información faltante. El Habillo (Hura pilyandra  Baill ), es un árbol que es apreciado por su madera y por sus hojas forrajeras y útiles como sombra. Es un árbol de madera de color crema blanquesino, pero con un latex muy urticante y venenoso, utiliz utilizado ado para narcotizar pescados. El Habillo que crece en zonas cubiertas con grava atrás o en selvas en galería o en selvas muy secas de selva baja caducifolia, entre la vegetación de las selvas medianas perennifolias, selvas medianas subcaducifolias, selvas altas perennifolias o muy lugares húmedos de ellas. Es una especie muy útil al campesino; utilizada para elaborar juguetes, como madera para duela tablas resistente a daños ambientales (resistente al lavado constante de ensuciado con estiércol de bovinos, caprinos y porcinos), postes labrados, cercos vivos, refugio y forraje de fauna silvestre y otros animales. Es una especie útil para elaborar juguetes infantiles (el fruto es utilizado como llantas de  juguetes), de uso medicinal (semillas utilizadas como purgante y laxante y latex del tallo como veneno y narcotízate de pescados), de uso ornamental y porque es usado por su sombra y hojas forrajeras.

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 Agrr adec  Ag adecim imien ien to .

Un especial agradecimiento merecen los Doctores en Ciencias Miguel Ángel Mussalen Santiago (q.e.d.) y Diodoro Granados Sánchez, que me impulsaron a iniciar a concentrar todos los conocimientos que sobre las especies forestales existe. Pues ellos me decían que en estas fechas existe mucha información, pero esta no se ha reunido, por lo que muchas labores de investigación investigac ión se repiten y hacen que los recursos económicos en muchos de nuestros países pobres se agoten y tengan poca utilidad. O bien que a veces se investigue algo que ya se sabía desperdiciando tiempo, recursos humanos y recursos financieros. A los profesores David Cibrián Tovar (Plagas y Enfermedades), Luis Pimentel Bribiesca (Viveros e Hidrología), Enrique Guizar Nolasco (Botánica Forestal), Emma Estrada Martínez (Botánica General), José Tulio Méndez Montiel (Plagas y Enfermedades Forestales), José Rico Cerda (Fauna silvestre), Beatriz Cecilia Aguilar Valdez (Manejo de Fauna Silvestre), Alejandro Sánchez Vélez (Hidrología y Manejo de Cuencas) Baldemar Arteaga Martínez (Suelos forestales) forest ales) y muchos otros que contribuyeron en mi formación. A los campesinos como Rosa Martínez Gómez, Isabel Gómez, Isidro López Cacho, Jorge Verdúzco Verdúzco Verdúzco, J. Jesús Cervantes, Cervantes, José Cázarez Gu Gutiérrez, tiérrez, Albe Alberto rto Mendoza Mendoza, David Verduzco, J. Jesús España, J. Guadalupe Valdovinos, J. Jesús Negrete González, Gregorio González Mendoza, Miguel Dueñas , María Valencia, J. Guadalupe Magaña, Aurelia Sánchez Sánchez, Marina Mendoza, M endoza, María Acevedo, Patricia, Eleno Mendoza, Juana Osorio Reyes, que de una u otra manera dieron información sobre la especie y otras de flora y fauna. A mis hijos (Marino Eleazar, José Abimael, Fátima Adriana, Catalina y Adriano), todos Ortega Cázarez y esposa Catalina Cázarez Sánchez por el tiempo que dedique a adquirir todos estos conocimientos y que no se los dedique a ellos.

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Resumen.

El estudio se realizó en terrenos de El Ejido Colonia 20 de Noviembre, municipio de Coahuayana, Michoacán, México. Se seleccionaron diez individuos de Habillo (Hura polyandra Baill.), para la toma de datos. Las variables estudiadas fueron: forma, follaje, floración y fructificación. El objetivo del trabajo fue conocer la fenología del árbol de Habillo (Hura polyandra Baill.), determinar el calendario fenológico derealizó la especie y conocer respuestas establecerse al medio ambiente. Se el registro de datossus para cada árbolaly se tomaron medidas de altura, diámetro normal (DN), número de ramas y follaje. En cuanto a la altura, el árbol más alto fue de 16 m, mientras que el más pequeño fue de 8 m. El DN mayor que se obtuvo fue de 40 cm y el menor de 15 cm. El número de ramas por árbol osciló entre 6 y 2. La producción de follaje se evaluó a través de la escala de Fournier (que varía de 0 a 3), encontrándose una abundancia de follaje media de 2 con un máximo de 3 y un mínimo de 1. Se utilizaron datos meteorológicos para la toma de datos, ya que con base en los factores ambientales se pudo establecer el calendario fenológico. Palabras Pa labras cclave: lave: Fenología, bignoniáceas, bosque tropical.

 

 Abst  Ab st rac ract. t.

The study was conducted on land in El Ejido Colonia 20 de Noviembre, municipality of Coahuayana, Michoacán, Mexico. Ten individuals of Habillo (Hura polyandra Baill.) Were selected for data collection. The variables studied were: shape, foliage, flowering and fruiting. The objective of the work was to know the phenology of the Habillo tree (Hura polyandra Baill.), To determine the phenological calendar of the species and to know its responses when establishing itself to the environment. Data were recorded for each tree and measures of height, normal diameter (DN), number of branches and foliage were taken. tak en. As for the height, the tallest ttree ree was 16 m, while the smallest was 8 m. The largest DN that was obtained was 40 cm and the smaller one was 15 cm. The number of branches per tree ranged from 6 to 2. Foliage production evaluated through Fournier scale (which 0 to 3),ofwith an averagewas foliage abundance of the 2 with a maximum of 3 varies and afrom minimum. 1. Meteorological data were used for data collection, since the phenological calendar could be established based on environmental factors. Keywords: Phenology, bignoniáceas, tropical forest.

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Introducción. Cuando niño me fue presentado por otros un carrito de madera con ruedas de tractor muy sofisticadas y me pregunté, ¿dónde les fue comprado? nunca pensé que les habían hecho el carrito con aquellas ruedas. Varias noches guardé el carro y para mi sorpresa una de esas noches desperté tras los estruendos. Las ruedas habían estallado, tras el susto y al revisar mi carrito al otro día comprendí que sus llantas habían estallado y en su lugar solo encontré capsulas y algunas

semillas. Era el habillo y así fue mi experiencia al conocerlo.  Más tarde cuando recogía la basura (semillas y vaina), me fue dicho que esas semillas eran muy purgativas, que no las comiera o lamiera, ni siquiera por error, que inclusive me lavara las manos después y que si ya había lamino mis manos o probado la fruta o semilla, que hiciera un atole de masa de maíz, única forma de contra restar el efecto. También, Don Bartolo León, en otra ocasión de enseño a utilizar el latex extraído al cortar la corteza para pescar en el manglar. Y ocurrio que cuando conocí el árbol, también observé las ultimas guacamayas verdes alimentándose alimentá ndose de sus semillas. Es por ello que, a pesar de la importancia del conocimiento fenológico de esta y muchas especies tropicales y subtropicales en México, éste aún sea muy escaso, fragmentado, poco difundido; particularmente particu larmente en y/o de las especies de las regiones tropicales (Fournier y Charpantier, 1975; Mantovani et al., 2003). Hasta la fecha en México sólo las especies de mayor valor comercial han sido estudiadas detalladamente para su manejo (Mussalen, 1987), principalmente las coníferas. El conocimiento empírico y científico, la comprensión de los patrones fenológicos de algunas especies arbóreas en ecosistemas naturales son de interés básico en estudios ecológicos sobre biodiversidad, producción, productividad, organización de las comunidades y de las interacciones interacci ones de la especie con la fauna y la flora; además, reviste importancia en programas de conservación de recursos genéticos, manejo forestal y planificación de áreas silvestres (Mooney et al., 1980; Huxley, 1983). El habillo (Hura poliandra), se encuentra creciendo en México desde Sinaloa hasta Chiapas, por la vertiente del Océano Pacífico y desde Tamaulipas hasta Quintana Roo, por la vertiente del Océano Atlántico, en lugares planos y/o con poca pendiente, desde los 10 hasta 1000 de altitud con parota ( Enterolobium cyclocarpum), primavera (Roseadendron donell-smithii ), cedro rojo (Cedrela odorata), Higuera (Ficus petiolaris, F. cotinifolia), etc. Se puede ver en selvas medianas subcaducifolia, bajas caducifolias, selva en pendientes coluviales bajas de las costas de los Océanos Pacífico y Atlántico de México, Guatemala, El Salvador y Honduras (Cordero y Boshier. 2003). El conocimiento de las formas de reproducción es importante en los trópicos y subtrópicos, ya que muchas especies tienen poca abundancia, tienen poca o baja densidad natural y tienen una extracción selectiva (Plana, 2000). 7

 

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01. Características botánicas. 

1.1. 1.1. Nombre comú n. Dada la amplia distribución desde la latitud 24° N hasta cerca de la 19° S de este árbol, la cual cubre una vasta zona del Neotrópico, éste recibe un sinnúmero de nombres comunes, tanto a nivel de regiones como de países (Justiniano y Fredericksen, 2000); mayoritariamente se conoce localmente como Habillo, jabillo, (nombres más comúnmente usados en toda su área de

distribución), haba de México; haba de San Ignacio (Oaxaca y Puebla), solimanché (Yucatán), cuauhtlatlatzin, cuahayuoatli (nahuatl), árbol del diablo (Morelos), haba de Guatemala (Oaxaca), haba del indio (Sonora), jacobillo (Tabasco), ovillo, palo villa (Oaxaca), kán tulal (tzental, Chiapas) e internacionalmente con los nombres (en inglés) de “Sandbox”, “Possumwood” y “Sapwood” ; acuapa, acuapar, arenillo, arenillero, assacú, açacu (Mainieri & Chimelo, 1989); açacu branco, açacu preto y ateeiro (ITTO 1988; Chudnoff 1984; Lorenzi 1992; Justiniano y Fredericksen, 2000), betsur, bois du diable, castañeto, catahua, cataua, ceiba amarilla, , ceiba de leche, ceiba habillo, ceiba lechosa, ceibo, tronador, nuno, havillo, ceibo (Panamá, Costa Rica), ochoó (Bolivia), catahua, catahua amarilla y habilla (OIMT-CNF, 1996; Perú),  jabillo o ceiba blanca blanca o ceiba habillo (Venezuela), (Venezuela), salvade salvadera ra (Cuba), ceibo amar amarillo illo o ceiba de leche (Colombia), assacú (Brasil); cuatatachi, haba, haba de indio, habilla, habillo, hura wood, igún, jabillo, javarillo, javillo, mil pesos, milinillo,monkey’s dinner bell, nune, ochohó, ovillo, pet du diable, possentrie, poss possum um wood, postentrie, rakuda, sablier, salvadera, sandbox tree, seda blanca, trovador, uassacú, úi, wacheé-va, (Burger y Huft, 1995; Record y Hess, 1949; Schultes y Raffauf, 1990; Standley y Steyemark, Steyemark , 1946; Mainieri & Peres, 1989; Vozzo, 2010). En la Amazonia, la denominación de açacu es la más conocida (Justiniano y Fredericksen, 2000). En Puerto Rico, se conoce a la especie como molinillo, hura y “sandbox”. En Bolivia, recibe una sola denominación: habillo (Viscarra & Lara, 1992; Killeen et al, 1993; Saldías et al., 1994; Justiniano y Fredericksen, 2000; Vozzo, 2010).   1.2. Taxonomía. Hura es un género arbóreo exclusivamente Neotropical del cual se distingue con dos representantes: Hura crepitans  L . (habillo) de amplia distribución en la América tropical y en la mayoría de las islas del Caribe y H. polyandra  Bayllon , restringida a la América Central, desde Costa Rica hasta México (Puerto Vallarta, Jalisco; Tecomán, Colima). Si bien los caracteres de diferenciación dendrológica entre ambas especies son escasos, no existen problemas en la correcta identificación, pues éstas poseen rangos de distribución distintos y sólo convergen en Costa Rica.   H. crepitans pertenece a la Familia Euphorbiaceae (sin. Tricocae), en un principio

incluida dentro del Suborden Tricocceae del Orden Geraniales (Lawrence, 1951). Sin embargo, Cronquist (1989, en Killeen et al., 1993) crea un orden independiente (Euphorbiales), de la familia Euphorbiaceae, ubicada en la subclase Rosidae. El nombre científico más reciente conocido para la especie del árbol llamado Habillo es el de Hura polyandra L. Siendo la clasificación taxonómica la siguiente: 8

 

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Reino: Plantae. Filo: Tracheophyta. División: Magnoliophyta  Clase: Magnoliopsida. Subclase: Rosidae. Orden: Euphorbiales. Familia: Euphorbiaceae. Género: Hura Baillo n.  Especie: Hura poliandra Baillo 1.3. 1. 3.

Sinóni mo taxonó mico mico..  a. Habillo negro: albura blanco-amarillenta, de poco espesor con respecto al duramen, que es de color cremamarrón. cremamarrón. Los árboles se caracterizan por tener pocos aguijones en el tronco. Guarayos, El Choré y Chapare (Justiniano y Fredericksen, 2000 ). 

b . Habillo blanco : albura blanco-amarillenta, de espesor dominante con respecto al duramen poco visible. Los árboles presentan abundante cantidad de acúleos sobre el fuste. Guarayos y el Chapare (Justiniano y Fredericksen, 2000 ).  c. Habillo amarillo : albura amarilloblanquecina, de espesor similar al duramen de color crema-marrón. Arboles con mediana cantidad de acúleos en el tronco. Guarayos, El Choré y el Chapare. (Justiniano y Fredericksen, 2000 ) 

Figura 1. Ilustración de los tres tipos de habillo existe existentes ntes en tres zonas del Departamento de Santa Cruz, Bolivia (De acuerdo a Ledezma, Com. Pers; Pe rs; to mado de Just ini iniano ano y Fre Frederic deric ksen, 20 2000 00). ). H. polyandra y/o H. crepitans poseen sólo una sinonimia registrada en la bibliografía: Sterculia crepitans Mill., de acuerdo a Lorenzi (1992; Justiniano y Fredericksen,

2000; Vozzo, 2010). Considerando que sólo se presenta una especie de Hura poliandra, en Bolivia, pero Ledezma (Justiniano y Fredericksen, 2000), indica que existen tres fenotipos (formas) habillo, ydiferenciadas acuerdo que a la inciden relaciónenentre el espesor de la albura y eldeduramen su tonalidad;de caracteres la calidad y demanda 9

 

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de la madera. Las tres formas que se han determinado son: habillo amarillo, blanco y negro (véase la Figura 1; Justiniano y Fredericksen, 2000). Justiniano y Fredericksen (2000), mencionan que estas formas pueden ser reconocidas mediante características dendrológicas y el tipo de suelo donde se desarrollan. Sin embargo, todavía no se ha determinado con certeza qué factores ecológicos, edáficos y genéticos determinan los tres tipos. Además, no se conoce realmente qué patrones morfológicos ayudan a identificar, correctamente, las diferentes variedades de habillo (oócho) encontradas en Bolivia, lo cual debería ser tema de un estudio más profundo (Justiniano y Fredericksen, 2000). 1.3.1. Convergencia evolutiva. Es muy probable que  H. crepitans, sea una convergencia evolutiva más que otra especie.   1.4. 1. 4.

De Descr scripc ipción ión botáni botánica. ca. 

1.4.1. Forma. Generalmente árbol desarrolla un tronco recto logrando una altura que va de 20 a 40 m (SENMA-BID, 1991; Viscarra y Lara, 1992; Román et al., 2012) a 45 m (Killeen et al., 1993; Vozzo, 2010) y diámetros normales (DN) que van de 60 cm a superiores a los 100 cm (OIMT-CNF, 1996). En espacios abiertos (Vozzo, 2010), su crecimiento es rápido, pero el tronco es corto, ramificado y a veces torcido. El tronco recto es cilíndrico, sin ramas en la mitad basal, con contrafuertes grandes en el primer tercio basal. Tiene médula hueca (Vozzo, 2010). No obstante, Toledo (1971) menciona que, en países como Surinam, bajo condiciones muy favorables, la especie puede alcanzar alturas de hasta 65 m y 210 cm de DN. El habillo ocupa, casi siempre, los estratos más altos del bosque (Justiniano y Fredericksen, 2000).  

El fuste es cónico a cilíndrico desde la base, recto y largo, provisto de acúleos cónicos de consistencia dura y leñosa. Estos están distribuidos en toda la superficie del tallo y las ramas primarias, y son más frecuentes en individuos jóvenes, atrofiándose medida que los árboles 2000). maduran. El tronco está desprovisto de contrafuertes a(Justiniano y Fredericksen, La copa del habillo es ancha, grande, abierta, redondeada, casi siempre aparasolada y densamente cubierta de hojas. Esta, por lo general, adopta forma redondeada, sobre todo en individuos que han alcanzado el estrato alto o dosel, mientras que la forma del resto de los árboles está condicionada por las aperturas disponibles en el dosel. El área de la copa del habillo puede llegar a cubrir en, algunos casos, hasta un cuarto de hectárea (2500 m2). En un estudio de ecología de la especie, realizado en La Chonta, Guarayos se obtuvieron los siguientes resultados: un 56% de los árboles del dosel presenta forma redondeada-irregular y un 43 % forma asimétrica-alargada. En cambio, aquéllos encontrados en estratos menores (estrato medio y subdosel) estaban repartidos de d e la siguiente manera: 28.7 10

 

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% con forma redondeada-irregular y 71.4 % con forma asimétrica. En síntesis, cuando el árbol está maduro tiene una copa regular, pero cuando joven ésta tiene forma estratificada (SENMA-BID, 1991; Justiniano y Fredericksen, 2000).

Figura Figur a2 2.. D Deta etalle lle de las hojas, flores (masculi nas y femeninas) y frut o del Habillo  (Hura polyandra; Vozzo, 2010).

El árbol de habillo puede alcanzar alturas y diámetros considerables; es así que en La Chonta y El Choré (Bolivia), los árboles (> 20 cm de DN) poseen fustes entre 5 y 18 m de altura, con una media de 8.5 m y una desviación estándar de 2.81 m. La calidad del fuste generalmente es buena, es así que, en un inventario realizado en La Chonta, Bolivia, en bosque poco y nada alterado, se encontró que el 93.2 % de los árboles tiene buena calidad del fuste y sólo el porcentaje restante presenta mala formación, daños causados por quemaduras, daños naturales y aquéllos ocasionados por las actividades de aprovechamiento (paso d e “skidders”, caída de árboles, apertura de caminos y otros). El diámetro de los fustes de Habillo es considerable, pues sobre la base de los mismos árboles registrados (árboles > 20 de DN) en el estudio mencionado, se obtuvo una media de 71 cm de DN y una desviación estándar de 34 cm (Justiniano y Fredericksen, 2000). 11

 

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1.4.2. Corteza. La corteza externa de apariencia lisa, suave, que se torna muy escamosa cuando vieja, de color pardo-grisáceo a pardo claro (Vozzo, 2010; Pennington y Sarukhán, 2012), densamente armada o cubierta con aguijones gruesos o acúleos leñosos puntiagudos, cónicos y de base ancha (Mc Bride, 1951; Justiniano y Fredericksen, 2000, Vozzo, 2010) de 0.5 a 2 cm de diámetro, que cubren toda la superficie del fuste y las ramas primarias que, con el tiempo, se

atrofian; son estructuras que salen de cojines circulares. La corteza interna fibrosa con un espesor de 2 a 5 cm aproximadamente es de color crema o blanco cremoso hasta anaranjada clara, con abundante exudado cremoso   (Saldías et al., 1994; Pennington y Sarukhán, 2012). También, la corteza externa exuda abundante látex de color blanco amarillento, acuoso, muy cáustico (Croat, 1978; Duke y Vásquez, 1994). El contacto de la savia con los ojos provoca oftalmía, acompañada de edemas, por el alto contenido de toxoalbúminas (Toledo, 1971). Debido a la naturaleza cáustica de la corteza, es necesario extraerla y desangrarla antes de proceder al aserrío de las trozas de habillo (Duke & Vásquez, 1994), además de que el látex también malogra las sierras quitándoles el filo (Junta del Acuerdo de Cartagena, 1981). Pennington y Sarukhán (2012), menciona que el grosor total de la corteza va de 10 a 16 mm.   1.4.3. Hojas. Las hojas son simples, verdosas, laminadas, alternas, gruesas, cartáceas, péndulas por los largos pecíolos, dispuestas en espiral (fitotaxia; Vozzo, 2010), sobre los ápices de las ramas jóvenes (Saldías et al., 1994), de 6.5 a 11 cm de largo y de 5 a 17 hasta 19 cm de ancho (Pennington y Sarukhán, 2012); tienen forma deltoide, ovadas, ovadas orbiculares hasta cordada, de color verde oscuro el haz y color verde claro el envés, coriáceas, desde glabras hasta pubescentes, provistas de pelos simples; con pecíolo largo, de 6 a 14 cm de largo, que presentan un par de glándulas más o menos globosas ubicadas en el ápice del pecíolo; el margen crenulado, aserrado o redondo crenado hasta dentado con 8 a 20 dientes glandulares en cada lado; la base cordiforme o redondeada, cordada o subcordada con un par de glándulas y 2 estípulas lanceoladas o triangulares y deciduas y el ápice cuspidado-acuminado (Schnee, 1984); pinatiner-vadas con 14 pares de nervaduras arqueadas hacia el margen (Vásquez, 1997) y las secundarias paralelas. Las estípulas caducas (McBride, 1967) de 1 a 2.5 cm de largo, lanceoladas a triangulares, verde rojizas, glabras o pubescentes, caedizas (Justiniano y Fredericksen, 2000; Pennington y Sarukhán, 2012). La venación es pinnada con 7 a 20 venas secundarias por semilimbo, y venas terciarias subparalelas (Burger y Huft, 1995). Hojas con nervación paralela, prominente en el envés. 

Tiene yemas de 1 a 2.5 cm de largo, agudas cubiertas por dos estípulas grandes, verdes, glabras.

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La caída de hojas tiene sus mayores picos en la época seca, con el aumento de la temperatura, de forma inversa los mayores valores del brote de hojas coinciden con la temporada de precipitación y cierta disminución de la temperatura (Pineda et al., 2015). Y también encontraron que la fenología foliar y la fructificación tampoco se correlacionaron con la temperatura (Cuadro 1). En el mismo estudio se encontró que la fenología foliar y la fructificación tampoco se correlacionaron con la temperatura (Cuadro 1). 1.4.4. Follaje. Los árboles de habillo son, generalmente, semideciduos a deciduos (por escases de agua disponible), de follaje denso (Junta del Acuerdo de Cartagena, 1981; Justiniano y Fredericksen, 2000). Muy correlacionada la caída de hojas de forma inversa y significativa ( P≤0.01) con la precipitación (Pineda et al., 2015)  

Figura 3. Flores masculinas y femeninas de habillo (Hura poliandra); las primeras se asemejan a pequeños racimos de uvas (Justiniano y Fredericksen, 2000).

La caída de hojas del árbol de habillo (Hura polyandra), se observó en mayo de 2010, de noviembre de 2010 a mayo de 2011 y de enero a abril de 2012 se repitió este patrón en Zihuatanejo, Guerrero (Pineda et al., 2015). En el mismo estudio fenológico encontró que los brotes de hojas ocurrio de agosto de 2010 a marzo de 2011 y de junio de 2011 a enero de 2012. El brote de hojas es un evento que se caracteriza por las dimensiones de la lámina foliar (25 × 15 cm; Pineda et al., 2015). La caída de hojas fue el evento más conspicuo de los observados, ya que en la mayoría de los individuos en más de un 90 % carecieron de follaje en las visitas entre marzo y mayo (Pineda et al., 2015).   13

 

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1.1.1. Flores. Las plantas son monoicas. En ellas las flores masculinas o espigas son inflorescencias unisexuales (Vozzo, 2013). Las flores masculinas están agrupadas en espigas terminales o estróbilos cilindro-oviformes o cónicos de color rojo-guinda, de 3 a 6 cm de largo y 2 cm de ancho, rojizas y apétalas, dispuestas sobre largos pedúnculos de 5 a 10 cm de largo. Cada inflorescencia está provista de 60 a 80 flores sésiles de 4 x 5 mm, emergiendo a lo

largo de estróbilo (Saldías et al., 1994), cada una de éstas encerrada por una bráctea membranácea, la cual se rompe en la antesis. El cáliz es cupuliforme, denticulado, sin pétalos, ni disco. El cáliz cá liz es en forma de tubo y distal. Los estambr estambres es son numerosos y monodelfos, con anteras dispuestas en 2 o más series sobre una columna estaminal. El polen es amarillo y sale, lenta y simultáneamente de los poros. Las flores femeninas son solitarias y pediceladas, de 5 cm de largo, ubicadas en las axilas de las hojas superiores, rara vez en la base de las flores masculinas. Tiene forma de trompeta, el cáliz es cupuliforme cupulifor me pentadentado hasta subentero, con disco carnoso. El ovario está constituido por 5-20 lobular, con un o dos óvulos por lóculo; los estilos unidos hasta 2.5 cm de largo, con estigmas lobulados formando una estrella, Tienen raquis carnoso con espirales de 60 a 80 flores muy aglomeradas y subtendidas por brácteas rojas; La inflorescencia pistilada tiene una flor roja oscura y solitaria, de 4 a 6 cm de largo y glabra. (Justiniano y Fredericksen, 2000; Vozzo, 2010).  1.1.2. Floración. Las flores que en realidad son inflorescencia condensada, comienzan a manifestarse con las primeras precipitaciones, a partir de septiembre y octubre, prolongándose su duración hasta diciembre (Killeen et al., 1993), o enero (Saldías et al., 1994). Pero Pineda et al. (2015), encontraron que la floración, fructificación y el brote de hojas no se asociaron con la precipitación en Zihuatanejo, Guerrero, México.  

La floración se caracteriza por ser prolongada, principalmente de mayo hasta diciembre, sin embargo, a veces sólo florece en octubre o noviembre. Las flores masculinas comienzan a formarse primero y poco después lo hacen las femeninas; sin embargo, ambas florecen simultáneamente (Justiniano y Fredericksen, 2000). En el caso de la floración fue evidente su presencia antes de las lluvias, con las mayores temperaturas del año principalmente en la primavera de 2011 y durante la época de floración se observaron tanto flores masculinas, como femeninas simultáneamente (Pineda et al., 2015). Las flores del habillo son polinizadas por murciélagos de las subfamilias Glossophaginae y Lonchophyllinae, Lonchophyl linae, ya que la floración ocurre de noche (W. Pariona, com. pers.) y estos mamíferos buscan el néctar que producen las flores masculinas y femeninas de esta especie, el cual constituye un recurso alimenticio alternativo, casi permanente, durante por lo menos 6 a 7 meses. A fin de forzar a que estos animales visiten varias plantas en una noche y asegurar la polinización cruzada, 14

 

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sólo se abren unas cuantas flores por noche en un árbol. Según Vickery (1991), las flores de habillo serían polinizadas por especies de la subfamilia Glossophaginae, que alberga a un grupo de quirópteros que, aunque de hábitos alimenticios amplios (Emmons, 1999), tiene una dieta compuesta por una proporción de néctar. Si bien la distribución del habillo es amplia y las especies de murciélagos varían en relación a ésta, se puede afirmar que las especies polinizadoras más probables de H. crepitans  pertenecerían a los géneros Lionycteris, Glossphaga y Lonchophylla

(Emmons, 1999; Justiniano y Fredericksen, 2000).

En el caso de la floración Pineda et al. (2015), mencionan que fue evidente su presencia antes de las lluvias, con las mayores temperaturas te mperaturas del año principalmente en la primavera de 2011. Menciona que la floración se correlacionó y lo hizo de forma positiva y significat iva con la temperatura (P ≤ 0.01).   Pineda et al. (2015), encontraron que la floración de habillo (Hura polyandra) en el Chilcahuite, Guerrero, México, en marzo-mayo no coincidió temporalmente con lo señalado por Gómez (2010), en cuyo estudio H. crepitans florece hasta en dos ocasiones durante la época de lluvias y por lo tanto se producen dos periodos de fructificación al año. En el estudio de Pineda et al. (2015), solo floreció una vez al año durante la época seca relacionado con la estimulación hormonal (aumento de auxinas) por aumento gradual de la temperatura en primavera y la participación del fotoperiodo (Wright y Van Schaik, 1994). 1.1.3. Frutos. El fruto es una cápsula o esquizocarpo (que se divide en unidades o frutillas, las cuales contienen la semilla. El mericarpo (cremocarpo, carpopodio) son las unidades; si una unidad es equivalente a medio carpelo es llamada carcérulo), una cápsula leñosa, discoidea de hasta de 3 - 5 cm de alto y 6 - 10 cm de diámetro, comprimido radialmente, multivalvado o multicostado, dividido en numerosos segmentos o cocos o gajos (Schnee, 1984; Saldías et al., 1994; Pennington y Sarukhán, 2012) en número de 12 a 15 por fruto (Freitas et al., 1977),

leñoso a la madurez, y explosivamente dehiscentes. caracteriza por generar un peculiargrisáceo ruido crepitante (Toledo, 1971), debido aEste quese explota como una pequeña granada, razón por la cual en Centroamérica se conoce a la especie con el nombre de pistola de mono “monkey pistol” (Web 2, 1999). Esta explosión se

hace evidente en la época de maduración, que en Bolivia ocurre hacia finales de la estación húmeda y comienzos de la época seca (marzo-julio; Justiniano y Fredericksen, 2000). Y en Zihuatanejo Pineda et al. (2015), encontró que la fructificación se presentó en época de secas (2010) y simultáneamente en época de lluvias (2011 y 2012).   La maduración de las frutas se da de enero hasta abril. La fruta es una cápsula leñosa dehiscente explosiva, ex plosiva, de 3 a 6 cm de largo y de 6 a 12 cm de ancho, redonda ovada, en elElcentro alrededor ápiceen(similar a unaencalabaza), y con costillasdeprimida longitudinales. fruto maduro sedel separa segmentos forma de media 15

 

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luna (cocci), cada uno conteniendo una semilla simple; la columnela es amplia y leñosa (Burger y Huft, 1995; Hartshorn, 1983a). Las semillas son suborbiculares suborbicular es con los lados comprimidos, suaves, cremosas o amarillo-pálidas, y de 3 a 4 cm de largo; el pericarpio es duro. El habillo presenta frutos verdes desde enero a marzo (Killeen et al., 1993), la maduración se produce poco tiempo después y coincide con el final de la época de floración, es decir que en los árboles se podrán encontrar, al mismo tiempo, flores y frutos. Estos últimos maduran aproximadamente un mes después de que la flor femenina es polinizada, prolongándose el tiempo de fructificación hasta un mes después de que la última flor es polinizada (Justiniano y Fredericksen, 2000).

Figura Figur a4 4.. F Frut rutos os de habillo. habill o.

Pineda et al . (2015), explica que la fructificación en esta especie se definió por su síndrome de dispersión autocórica, que se ha observado en otras Euphorbiaceae como Hura crepitans y Croton magdalenensis Müll. Arg. ya que su dehiscencia puede llevarse a cabo en época de secas y en época de lluvias (Gómez-Restrepo, 2010), sin ajustarse estrictamente a la estacionalidad de la precipitación o a las oscilacioness de temperatura. oscilacione

Figura Figur a 5. 5. Calendari Calendari o fenol fenológi ógi co de Hura pol yandra yandr a (Pineda (Pineda et a al., l., 2015) 2015)..  Según Tiffney (1986), los frutos de habillo son dispersados activamente y sin necesidad de agentes externos (autocoría). Estos maduran hacia el final de la 16

 

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estación húmeda y comienzos de la época seca. La dispersión y el pico de fructificación se hacen notorios no sólo por la presencia de frutos en los árboles, sino por la dehiscencia explosiva de éstos, que produce una pequeña detonación (Justiniano y Fredericksen, 2000). Cuadro 1. Correlación paramétrica entre variables climáticas y eventos fenológicos.

Esta especie en los frutos tiene la balística activa de las diásporas que ocurre cuando tensión2010). incrementa como resultado de tensión higroscópica tejidosy muertos la(Vozzo, Los frutos que recolectamos mostraron un pesoen mínimo máximo de 236.6 y 371.9 gr respectivamente, así como un peso promedio de 301.1 ± 45.4 gr; n =10; Puebla, Salcedo y Figueroa, 2018).

Figura 6. Relación fenológica vs. categorías diamétricas de habillo (Hura polyandra; Pineda et al., 2015). 17

 

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Los frutos deben de ser recolectados de árboles sanos antes de la dehiscencia. Las semillas recolectadas de árboles o del suelo deben de sumergirse en agua por 24 horas. Las semillas son ortodoxas. En Zihuatanejo, Guerrero, Pineda et al. (2015), en su estudio encontraron que los frutos se presentaron de mayo a julio de 2010, mayo a septiembre de 2011 y abril a  julio de 2012. Encontraron Encontraron que la fructificación se presentó además en época de secas (2010) y simultáneamente en época de lluvias (2011 y 2012). 1.1.4. Raíces. Las raíces de las plántulas de habillo (Hura poliandra), son típicas, pivotantes, carnosas. Cuando adultas, desarrollan sistemas radicales superficial. Y la protusión de la radícula ocurre entre 10 y 12 días. Los cotiledones están encerrados en la testa elevada del suelo, debido a una elongación del hipocótilio.  

Las plántulas del habillo producen una raíz pivotante carnosa, pero como dijimos, los árboles de mayor edad desarrollan sistemas radicales superficiales, probablemente porque existen niveles altos de agua subterránea (Santa María, municipio Coahuayana, Michoacán, México), o subsuelos de arcilla pobremente aireados (Chacalapa, municipio Coahuayana, Michoacán, México), en gran parte de su hábitat (Esteva, 1969). La parte inferior del tronco de los árboles del habillo muestra cierto grado de abultamiento en el pie del árbol, pero poco desarrollo de contrafuertes. 1.1.5. Ramas. Árbol con ramas horizontales y ramitas colgantes (Vozzo, 2010). Las ramas jóvenes son pardo grisáceas a moreno verdosas, presentan abundantes lenticelas pálidas protuberantes, grandes y alargadas, con numerosas marcas lineares de cicatrices de hojas y estipulas caídas, glabras, presenta numerosas espinas (Pennington y Sarukhán, 2012).  1.1.6. Semillas. Las semillas están colocadas en cada uno de las

valvas o cocos, número de una por valva, es decir de suborbicular, una fruta contiene de 12 a 15 semillas porenfruto. Tienen forma discoidea hasta lateralmente encarunculadas (forma de moneda (Pennington y Sarukhán, 2012)), de 1,5 a 3 cm de diámetro (Croat, 1978; Saldías et al., 1994) y 1 cm de grueso (Pennington y Sarukhán, 2012), de color crema-grisáceo a moreno pardusco con pequeñas manchas negruzcas y ornamentaciones (Lorenzi, 1992; Pennington y Sarukhán, 2012). Las semillas tóxicas son utilizadas por algunos indígenas amazónicos como laxante (Duke & Vásquez, 1994), para otros usos medicinales y para envenenar animales, aunque, en general, su uso es peligroso (Little & Wadsworth, 1964; Justiniano y Fredericksen, 2000).  La formación de semillas fértiles se puede iniciar una vez que los árboles alcanzan los 23 cm de diámetro normal (DN).

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El endospermo de las semillas es nuclear, que se convierte en celular y de pared fina. El embrión es grande, erecto y lateralmente comprimido; los cotiledones son orbiculares, finos y planos; la radícula es corta (Vozzo, 2010).

 

Figura Figur a 7. D Dendro endrofenogr fenograma ama de Hura pol yandra (Pineda et al., 2015 2015). ).

La elongación de los peciolos cotiledonales ocurre en la segunda y tercera semana después de la protusión de la raíz. Los cotiledones encierran la plúmula. Cuando se extienden longitudinalmente y se doblan hacía atrás, formando una apertura a través de la cual la plúmula emerge. Los peciolos de los cotiledones absis absisan an un mes después y la semilla conteniendo las láminas cotinelodales se caen. El crecimient c recimientoo de las plántulas se hace más lento cuando inicia la producción de hojas (Vozzo, 2010).

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a) Dispersión. La dispersión de las semillas como mencionamos y el pico de fructificación se hacen notorios no sólo por la presencia de frutos en los árboles, sino por la dehiscencia explosiva de éstos, que produce una pequeña detonación (Justiniano y Fredericksen, 2000).   b) Ca Calid lidad ad de las semillas. semil las. Las semillas del habillo (Hura polyandra), son de viabilidad mediana, es decir no mayor a 4 meses después de llegar a su madures. El almacenamiento en condiciones controladas de luz (frascos color ámbar o en botes de lámina), humedad y temperatura pueden mejorar su viabilidad.  

Figura 8. Las semillas de habillo se dispersan de forma explosiva, al partirse sus frutos (Justiniano y Fredericksen, 2000). Colectas de semillas. De acuerdo a Lorenzi (1992), las c) semillas se deben recolectar, junto con el fruto y parte de las ramas (Román et al.,

2012), directamente delvaras), árbol (que son escasos), por lode que se tienen que colectar de varios árboles (con al comienzo de la época maduración de los frutos (amarillos a café), entre marzo y junio. Los frutos de color amarillo a café que poseen entre 11 y 17 semillas cada uno, se pueden exponer metidos en sacos especiales para que exploten los frutos al sol para completar la maduración y estimular la liberación de semillas y para evitar la pérdida de semillas durante el secado, debido a esta explosión de los frutos, se recomienda siempre cubrirlos durante este proceso. Luego del secado así se recomienda separar manualmente la semilla. Se debe indicar, también, que un kilogramo de semillas contiene, aproximadamente, de 829 a 1,100 unidades (Lorenzi, 1992; Román et al., 2012). Los frutos contuvieron cont uvieron un mínimo y un máximo de 12 y 14 semillas respectivamente, las cuales en fresco tuvieron promedio de Los 4.3 ±análisis 0.6 gr; bromatológicos n = 133) y un peso y máximo de 2.6 y 6.6un grpeso respectivamente. los mínimo realizamos sobre un 20

 

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total de 66 semillas de cinco frutos que mostraron que las semillas de habillo presentan un alto porcentaje de humedad (28.6% ± 0.7), así como también de lípidos (28.1% ± 0.7), proteína cruda (22.7% ± 0.8) y un menor porcentaje de carbohidratos (17.5% ± 0.8; Puebla, Salcedo y Figueroa, 2018). d) Mane Manejo jo de fru frutos tos,, estacas y semillas. Las semillas no requieren de tratamiento especial y pueden ser sembradas en viveros tradicionales sobre en bolsas plásticas, llenas con arena húmeda o una mezcla de suelo y arena. La especie es apropiada para regeneración de bosques. Las plántulas y árboles  jóvenes son tolerantes tolerantes a la sombra; sin emba embargo, rgo, para un buen crecimiento necesitan de espacios abiertos para continuar su crecimiento longitudinal.   e) Almacenamiento. Recordemos que las semillas del habillo son de viabilidad mediana, es decir nnoo mayor a 4 meses. Por ello el almacenamiento de la semilla de habillo es mejor no almacenarlas.   f) Árboles semilleros. Por otra parte, la regeneración avanzada de la especie es abundante, siempre y cuando se mantengan buenos árboles semilleros (Fredericksen et al., en prensa). Las normas vigentes en Bolivia

para árboles semilleros, que estipulan la conservación de un 20% de los árboles, serán suficientes para garantizar la regeneración, a condición de que éstos estén debidamente distribuidos en las áreas de manejo, pues la dispersión de semillas es limitada en esta especie.  g) Germinación. De acuerdo a Lorenzi (1992), la tasa de germinación de la especie es, generalmente, alta y se manifiesta a los 30 a 40 días después de sembrar la semilla. El desarrollo de las plántulas en viveros es rápido, estando listos para el transplante a partir de los 4 a 5 meses (Justiniano y Fredericksen, 2000). Por otra parte, una muestra de semillas en Venezuela germinó en un período de 17 a 37 días después de la siembra con una tasa de éxito del 86 por ciento (Ricardi et al., 1977), y una muestra de semillas de Puerto Rico germinó entre 6 y 17 días con un éxito del 72 por ciento (Justiniano y Fredericksen, 2000).  

Sin tratamiento pregerminativo se obtiene en promedio 87% de germinación con semillas frescas, la cual sucede entre los 10 y 31 días después de la siembra. Las semillas almacenadas a 20°C permanecen viables hasta por 15 meses. Las plántulas de habillo se desarrollan independientemente independientement e del grado de iluminación que reciben. Sin embargo, inicialmente necesitan condiciones de sombra, es así que, por lo general, la regeneración natural se observa en el área de influencia de la copa del árbol-madre. Una vez que las plántulas han alcanzado un desarrollo intermedio (latizal, fustal) necesitan condiciones de mayor luminosidad para acelerar el crecimiento y alcanzar el dosel. Es en esta etapa que la apertura del dosel, ya sea de manera natural o artificial, estimularía el crecimiento de los 21

 

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individuos jóvenes de la especie (latizales y fustales menores), permitiéndoles emerger (Justiniano y Fredericksen, 2000). g). 1. Tipo de germinación. La germinación es epigea (Francis, 1990; V), produciendo plántula criptocotilar (Vozzo, 2010). Las semillas germinantes se alargan hasta alcanzar alrededor de 12 cm de alto antes de que los cotiledones se abran. Poco después aparecen las hojas verdaderas y el crecimiento procede de manera rápida. 

Figura Figur a9 9.. Ge Germin rmin ada de la semilla es es epigea y las plántulas so son n cri cripto pto coti lares (Vozzo,, 2010). (Vozzo g). 2. Tiempo de germinación.   Una muestra de semillas en germinó dentro de un período de 10 a 16 por rápido y de 31 a 38 días por tarde, después de la siembra con una tasa de éxito del 86 por ciento, y una muestra de semillas de Puerto Rico germinó entre 6 y 17 días con un éxito del 72 por ciento (observación personal del autor). Las plántulas de las semillas germinantes se alargan hasta alcanzar alrededor de 12 cm de alto antes de que los cotiledones se abran. Poco después aparecen las hojas verdaderas y el crecimiento procede de manera rápida.

Las semillas germinantes se pueden transferir con mayor facilidad a semilleros de vivero o a contenedores cuando la radícula recién ha emergido de la semilla. Las plántulas más avanzadas se pueden transplantar, pero son suculentas y se dañan con facilidad. Alternativamente, las semillas se pueden sembrar directamente en contenedores de vivero. 22

 

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Las plántulas creciendo bajo sombra leve alcanzaron una altura de 0.5 m y se encontraron listas para el transplante al campo 3.5 meses después de la siembra (Francis, 1990). g). 3. Tratamientos pregerminativos. Como tratamiento pregerminativo se recomiendan la inmersión de las semillas de habillo en agua tibia

(36°C) con fungicidas durante 1 o 2 días previos a la siembra. Esta agua tibia debe ser muy limpia o bien la recomendamos mezclarla, el agua limpia con estiércol seco, colarla y eliminarle los patógenos (insectos y hongos, virus, bacterias), antes de aplicárseles a las semillas, enfriando previamente el agua. Esto estimula su nacimiento con enraizadores. Se recomienda aplicar agua de coco o al agua aplicarle enraizadores. La inmersión en agua tibia de semillas de árboles de habillo (H. polyandra), a temperatura ambiente o mejor enfriada durante 24 hora este tratamiento es efectivo si se realiza inmediatamente antes de la siembra. Como la semilla pierde rápidamente la viabilidad (cuatro meses) se recomienda utilizarla para la reproducción lo más pronto posible, antes de dos meses. 02. Ecol Ecolog ogía ía de la especi e. 2.1. 2.1. Origen y di distr stribu ibu ció ción n actual de la especie. especie. El habillo centroamericano en México se distribuye a bajas elevaciones, en bosques secos o húmedos, en suelos de textura gruesa a orillas de ríos en zonas tropicales y subtropicales en los estados de Colima, Chiapas, Guerrero, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, San Luis Potosí, Tabasco T abasco y Veracruz.  El habillo de Sudamérica es una especie presente en casi todos los bosques húmedos y estacionalmente húmedos del Neotrópico, especialmente en la cuenca amazónica. Se le ve sobre suelos de afloramientos calcáreos, de tierras de textura gruesa grabas, cerca de ríos y arroyos. Su amplia distribución abarca desde América Central (Costa Rica y Panamá), las Indias Occidentales e islas del Caribe, al norte; a las Guayanas y la base de la ladera oriental de la cordillera de los Andes al oeste, y hasta el Brasil (Francis, 1990 en Gullison, 1995), Perú y Bolivia en la parte meridional (Little & Wadsworth, 1964; Mainieri & Peres, 1989). Su límite de distribución termina, al norte, en Costa Rica, donde es remplazada por habillo de mesoamérica H. polyandra, siendo ésta la única zona en que ambas especies coexisten (Toledo, 1971; Justiniano y Fredericksen, 2000). El habillo (H. polyandra) se presenta, naturalmente, en las islas mayores de las Antillas (Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, etc.); sin embargo, ha sido introducida como especie ornamental orna mental y para sombra a otras áreas como los estados de Florida y California en Estados Unidos, las Bahamas y las Antillas Holandesas (Little & Wadsworth, La especie se cultiva y hapor sidoejemplo, naturalizada, ocasionalmente, en el1964). Paleotrópico (Littletambién & Wadsworth, 1964); se ha 23

 

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introducido en África Central (Dejean, 1991) e islas del Pacífico (Chaplin, 1988), donde se la utiliza en programas de plantaciones forestales (Justiniano y Fredericksen, 2000). H. crepitans aparece en toda la Amazonia, casi siempre en suelos nuevos, desde

arcillosos hasta arcilloarenosos, de origen aluvial (Justiniano y Fredericksen, 2000). Se desarrolla en las bosques de llanos deaunque inundación, inundación,    de suelos arcillosos ricos de en nutrientes, sobre márgenes de ríos, se presenta, también, en suelos poco espesor, pero ricos en nutrientes, como los de la provincia Guarayos (Bolivia; Justiniano y Fredericksen, 2000). En México, esta especie se encuentra distribuida en la vertiente del Golfo de México desde el sureste de San Luis Potosí y norte de Veracruz y este de Puebla, hasta el sur de Tabasco, la depresión central y el norte de Chiapas y en el norte de la península de Yucatán, en Yucatán y el norte de Quintana Roo; y en la vertiente del Pacífico desde Sinaloa hasta Oaxaca y probablemente en la cuenca del Balsas (Pennington y Sarukhán, 2010). Forma parte de la selva mediana subcaducifolia en ambas vertientes, en zonas donde hay periodos de sequía bien delimitados y largos. 2.2. Ecología de la especie. 2.2.1. Clima. Por lo general, el Habillo (Hura polyandra), se encuentra confinado a regiones con un clima constantemente cálido o semi cálido (municipio de Coalcomán, Coahuayana, Aquila, Chinicuila, estado de Michoacán; Tecomán, Colima, República de México). Las temperaturas anuales promedio en su área de distribución natural varían entre 25 °C en las islas del Caribe y 28 °C en América del Sur. Los promedios mensuales oscilan entre 22 y 28 °C en las islas del Caribe y varían muy poco en la Cuenca Amazónica (Justiniano y Fredericksen, 2000). Solo ocurren heladas aisladas dentro del área de distribución natural de la especie (municipio de Coalcomán, estado de Michoacán, República de México). 

El Habillo (Hura polyandra), requiere de una alta precipitación o de una cantidad de agua en el sub-suelo generosas en la zona de las raíces. raíc es. En Puerto Rico se requiere r equiere de por lo menos 1500 mm de precipitación anual bien distribuida en áreas en donde no existe agua en el sub-suelo para sustentar a los árboles (Justiniano y Fredericksen, 2000). 2.2.2. Altitud, latitud y topografía. El habillo es una especie semidecidua, heliófita selectiva e higrófita, que se desarrolla, generalmente, en bosques de clima húmedo tropical (bh-T), hasta húmedo subtropical estacional (bhST), según la clasificación de Holdridge (en Unzueta, 1975), aunque es común en las zonas de transición entre los bosques húmedos y secos (Justiniano y Fredericksen, 2000). 

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En la zona de distribución natural de la especie, los índices de precipitación promedio oscilan entre 1073 (Plan de Manejo “Guapay” 1998) y 3000 mm/año, (Montes de Oca 1997), siendo la parte sur de ésta la que registra las menores precipitaciones y la base oriental de los Andes (pie de monte) la que registra las mayores. Estas regiones climáticas son termotropicales-estacionales, con una media anual entre 22,6° y 27,5° C (Montes de Oca 1997; Justiniano y Fredericksen, 2000). La altitud es, también, un factor que determina la presencia presenci a y abundancia del habillo, es así que en altitudes mayores a los 800 msnm no se han colectado muestras de esta especie, ni tampoco se han observado observ ado poblaciones. No obstante, se debe tener en cuenta que la precipitación es un factor codeterminante para la presencia de la especie (Justiniano y Fredericksen, 2000). El rango de elevación varia de 0 a 800 m.s.n.m. (Vozzo, 2010). 2.2.3. Suelos. El Habillo (Hura polyandra), se encuentra por lo usual en suelos de textura gruesa ricos en nutrientes minerales. Puede tolerar una acidez en el suelo de por lo menos un pH de 5.0; el pH en su límite superior de tolerancia

alcanza 8.0 (Francis, 1990). El Habillo (Hura polyandra), necesita de un suelo húmedo (Liogier, 1978.). El mejor desarrollo tiene lugar en suelos francos arenosas-gravosos (Jenkins, 1988) y llanos inundables aluviales (Hartshorn, 1983). Pero el Habillo (Hura polyandra), también crece en llanuras arcillosas con un drenaje pobre (Francis, 1990). En áreas en donde existe suficiente humedad disponible, la especie se puede encontrar en cerros ondulantes adyacentes a la planicie costera en México o planicies ribereñas (Santa María, municipio de Coahuayana, Coalcomán, municipio de Coalcomán, estado de Michoacán, República de México). En Surinam, el Habillo (Hura polyandra), es dominante localmente en cimas de poca altitud en áreas pantanosas y usualmente salobres (Hulster, Lanjouw y Ostendorf, 1953 ). El Habillo (Hura polyandra), también crece en cuestas y suelos aluviales en las zonas de vida tropical seca y tropical húmeda (Hartshorn, 1983). Sin embargo, en Venezuela no ocurre en los bosques secos (Esteva, 1969). La especie crece a elevaciones que van desde el nivel del mar hasta los 1,000 m (Jenkins, 1988). En México crece en Coalcomán, a 1040 m.s.n.m. y en Santa María, a 50 m.s.n.m. ambos en Michoacán. Ha sido visto por Puerto Vallarta, Jalisco, México. Los suelos del bosque aluvial donde crece el habillo son, por lo general, de textura mediana a pesada, arenolimosa hasta franco-arcillosa, generalmente profundos y con un pH que oscila entre ligeramente ácido hasta neutro, aunque la especie tolera suelos ácidos y mal drenados (Johnson & Tarima, 1995; Justiniano y Fredericksen, 2000). A pesar de que las poblaciones de H. crepitans se encuentran, generalmente, 25

 

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en suelos bastante profundos, éste no es un factor que restringe su presencia (Justiniano y Fredericksen, 2000). Dichos suelos están conformados por sedimentos recientes a muy recientes, formados a partir del Cuaternario; son suelos nuevos, de origen aluvial (fluviónicos), textura franco-limosa hasta franco-arenosa y profundos (CTAR-C, 1998). No obstante, se han observado poblaciones en la provincia de Guarayos y el noroeste del Precámbrico boliviano, donde el espesor de los suelos es, casi siempre, menor a 94 cm e incluso se han registrado algunos individuos de la especie sobre afloramientos afloram ientos rocosos (Justiniano y Fredericksen, 2000). El árbol alcanza su mejor crecimiento en suelos arenosos, sin embargo, tolera suelos ácidos y de textura media a pesada con drenaje pobre. 2.2.4. Radiación solar. Es una especie heliófila. Requiere de luz solar para crecer. Crece muy bien con bastante espaciamiento, pero también lo hace con poca luz y poco espaciamiento. Es conveniente el manejo de luz para obtener diámetros y alturas optimos.  2.2.5. 2.2 .5.Surinam Vegetación Vegetació n asoc iada. El Habillo polyandra), forma apara veces rodales puros en y Trinidad (Liogier, 1978)(Hura . En un área clasificada el manejo forestal intensivo en el valle de Palcazú en Perú, el Habillo (Hura polyandra), se encontró asociado con Pouteria spp., Inga spp., Schizolobium parahybum (Vell.) Blake, Pithecellobium spp., Enterolobium  spp., Parkia pendula Benth., Matisia codata H. & B., Cedrelinga catenaeformis Duke y Eschweilera spp. (Urban, 1911). En llanos aluviales cerca de Playa Naranjo en Costa Rica, el molinillo crece en asociación con Brosimum alicastrum Sw., B. guianense (Aubl.) Huber, Licania arborea Seemann, Manilkara zapota (L.) v. Royen y Terminalia oblonga (R. & P.) Stend. (Hartshorn, 1983). Los suelos en hondonadas en Barbados sostienen al Habillo (Hura polyandra), junto con Ceiba pentandra (L.) Gaertn., Chlorophora tinctoria Gaud., Citharexylum spinosum L., Sapium hippomane Mey., Cecropia peltata L., Inga laurina (Sw.) Willd., Spondias mombin L. y Bursera simaruba (L.) Sarg. (Gooding, 1974). En un hábitat similar en Saint Kitts, el Habillo (Hura polyandra), crece en asociación con Samanea saman (Jacq.) Merr. (Carter, 1944).

El hábitat del Habillo (Hura polyandra), en Puerto Rico sostiene árboles nativos y exóticos, incluyendo a Peltophorum inerme (Roxb.) Naves, Senna siamea Irwin & Barnaby,  Andira inermis inermis (W. Wright) H.B.K., Calophyllum celeba L., Albizi  Albizia a procera (Roxb.) Benth., Erythrina glauca Willd. Francis, 1990).    As o ciaci  Aso ci acio o nes co n Esp eci es Ar Arbó bó r eas. El habillo es una especie general en cuanto a sus asociaciones interespecíficas, pues posee un rango muy amplio de distribución, además de la capacidad de desarrollarse sobre un número

relativamente variado de hábitats. Sin embargo, se pueden determinar ciertas asociaciones con otras especies, tanto a nivel de tipos de bosque y hábitat, como 26

 

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de distribución, requerimientos requerimientos climáticos y condiciones  edafotopográficas. Así, de acuerdo a la bibliografía disponible, las principales especies asociadas con H.  crepitans son Swietenia macrophylla, Poulsenia armata,  Clarisia racemosa, Virola sp. (Junta del Acuerdo de Cartagena, 1981), Ficus insípida y Otoba sp., además de Calycophyllum spruceanum (Toledo & Rincón, 1996) con la cual comparte características ecológicas y uso de hábitats semejantes. En el área de distribución correspondiente a Bolivia, se puede indicar a Calycophyllum spruceanum  (guayabochi) y, en menor grado, a Poulsenia armata (tachore) y Ficus insipida (bibosi higuerón, ojé) como las especies especie s indicadoras de la presencia de H. crepitans. Por ejemplo, en la zona del bosque de pie de monte del Parque Amboró y bosque húmedo de llanura aluvial del Choré, se ha constatado que dicha asociación existe (Navarro 1997; Rosario Arispe com. pers.); en la zona de Guarayos y la sub-cuenca del Madre de Dios, Mamoré y Beni se ha observado a H. crepitans, C. spruceanum y F. insípida conformando el mismo bosque (Justiniano y Fredericksen, 2000).  Entonces, se puede afirmar que la asociación del habillo con otras especies depende tanto del tipo de zona de vida, como de los diferentes hábitats encontrados en los mismos, ya que, en general, la composición florística fl orística varí varíaa de una zona a otra y de un hábitat a otro, si bien en muchos casos la densidad y abundancia de la especie no varía considerablemente (Justiniano y Fredericksen, 2000). En los estudios realizados en La Chonta, en la provincia de Guarayos, zona correspondiente a un bosque de transición entre bosque húmedo de llanura aluvial y bosque húmedo del escudo precámbrico, las asociaciones del habillo son, en su mayoría, aquéllas propias o típicas de un bosque maduro, aunque el tipo de gremio ecológico al que pertenecen dichas especies no es una característica común de todas. Las especies que resultaron negativamente asociadas con H. crepitans son las que, generalmente, se encuentran en bosques secundarios y todas ellas pertenecen al gremio de las heliófitas durables y heliófitas estrictas (Pinard et al., 1996; Guzmán, 1997; Fredericksen y Mostacedo, 1999; Justiniano y Fredericksen, 2000). En la población de habillo de Coalcomán, de Santa María, Michoacán México, casi puro se ve con tescalama (Ficus petiolaris, F. cogestiflora), tepehuaje (Lysiloma acapulsense) y tepemezquite tepemezq uite (L. divaricata) a orillas de río, en suelo gravoso y sobre pie de monte con rocas calcáreas expuestas. Lo mismo ocurre en Surinam y Trinidad (Liogier, 1978). En un área clasificada para el manejo forestal intensivo en el valle de Palcazú en Perú, el molinillo se encontró asociado con Pouteria spp., Inga spp., Schizolobium  parahybum (Vell.) Blake, Pithecellobium spp., Enterolobium spp., Parkia pendula Benth., Matisia codata H. & catenaeformis 1911) B., Cedrelinga Duke y Eschweilera spp. (Urban, . En llanos aluviales cerca de Playa Naranjo en Costa Rica, el molinillo crece en asociación con 27

 

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Brosimum alicastrum Sw., B. guianense (Aubl.) Huber, Licania arborea Seemann, Manilkara zapota (L.) v. Royen y Terminalia oblonga (R. & P.) Stend. (Hartshorn, 1983). Los suelos en hondonadas en Barbados sostienen al molinillo junto con Ceiba pentandra (L.) Gaertn., Chlorophora tinctoria Gaud., Citharexylum spinosum L., Sapium hippomane Mey., Cecropia peltata L., Inga laurina (Sw.) Willd., Spondias mombin L. y Bursera simaruba (L.) Sarg. (Gooding, 1974). En un hábitat similar en

Saint Kitts, el molinillo crece en asociación con Samanea saman (Jacq.) Merr. (Carter, 1944). El hábitat del molinillo en Puerto Rico sostiene árboles nativos y exóticos, incluyendo a Peltophorum inerme (Roxb.) Naves, Senna siamea Irwin & Barnaby,  Andira inermis inermis (W. Wright) H.B.K., Calophyllum celeba L., Albizi  Albizia a procera (Roxb.) Benth., Erythrina glauca Willd. (observación personal del autor). Cuadro 1. Especies asociadas posi tiva o negativamente con árbol árboles es de habil habillo lo maduros (>20 DN) encontrados en el bosque de La Chonta, Guarayos. El índice de asociación es igual al índice observado vs. el esperado. Cuando IA > 1 existe una asociación positiva. Cuando IA es < 1, existe una asociación negativa. Cuando IA = 1 no existe asociación con el habillo.  Asoc  As oc iac ió n espec es pecífi ífica ca pos p os it iva iv a Cariniana estrellensis **  

IA As Asoc oc iac ió n espec es pecífi ífica ca negat n egat iva iv a 3,125   Jacaratia espinosa *  3,125 2,6 Pourouma cecropifolia * Dendropanax sp. ** Ormosia nobilis ** 2,476 Vochysia sp. * 2,209 Schizolobium amazonicum * Pseudolmedia laevis ** Papilionaceae **  1,872 Platypodium elegans ** 1,87 Physocalymma scaberrymum *** Maclura tinctoria *** 1,757 Pouteria lucuma ***  Aspidosperma sp. ** Lonchocarpus sp. *** 1,555  Ampelocera ruizii ruizii ** * especies pioneras y de bosques secundarios, heliófitas durables y efímeras ** especies de bosques maduros o especies esciófitas parciales *** especies intermedias o de bosques en transición.

IA 0,185 0,194 0,204 0,208 0,288 0,284 0,336 0,405   0,405

2.3. ADNtaciones ecológicas de la especie. La fisiografía más relacionada con

las poblaciones deenhabillo es la de con pocahúmedos variacióndeenllanura la pendiente, como por ejemplo los bosques deplanicie, galería, bosques (Killeen et al., 1993), bosques ribereños en terrazas aluviales medias hasta altas (Foster et al., 1994), y bosques de quebradas. Las poblaciones de H.  crepitans están directamente asociadas con suelos de origen aluvial y dependen de los sedimentos que caracterizan a éstos, encontrándose sobre las márgenes de ríos en la zona central y norte del sistema de la Llanura Chaco-Beniana, Bolivia (Montes de Oca, 1997). Sin embargo, se pueden encontrar individuos y/o poblaciones en terrenos con pendientes más o menos pronunciadas, generalmente situados en fondos de laderas, cursos de drenaje y bajíos. Asimismo, se han observado también poblaciones en condiciones topográficas donde la pendiente es ligera hasta poco abrupta en el pie de monte andino (Navarro, 1997; Michael Nee, no publicado) y en el bosque húmedo del Escudo Precámbrico en Bolivia (Navarro, 1995; Joaquín Justiniano, obs. pers.; Justiniano y Fredericksen, 2000).   28

 

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El habillo de Sudamérica se presenta en formaciones vegetales de varias provincias biogeográficas, pero principalmente en la provincia amazónica y la provincia del cerrado (generalmente en bosques de transición a regímenes hídricos con mayor precipitación). Entre las más importantes, se pueden citar los bosques húmedos de llanura, bosques húmedos amazónicos de pie de monte (cordillera de los Andes) y los bosques secos tropicales (Luna, 1994). En éstos, la especie se puede encontrar tanto en formaciones primarias como secundarias, donde crece vigorosamente (SENMA-BID, (SENMA-B ID, 1991), ya que, según Foster & Brokaw (1996), es una especie pionera característica de bosques nuevos y maduros, debido a su condición de especie ambigua, es decir heliófita durable o esciófita parcial (Justiniano y Fredericksen, 2000). En Bolivia, el habillo habillo crece, casi de manera general, en bosques de llanura aluvial y de galería (Justiniano Obs. pers.), donde se observa en terrazas aluviales con suelos fértiles, en las subcuencas de los ríos Madre de Dios, Beni y Mamoré (Montes de Oca, 1997). En estos bosques, el habillo es uno de los árboles más característicos. La especie se encuentra, también, en islas de bosque en la llanura Beniana (Justiniano y Fredericksen, 2000). En la amazonia boliviana, el habillo se encuentra en los bosques de várzeas, asociado a llanuras estacionalmente inundadas y márgenes de cuencas aluviales (Navarro, 1994). Según este autor, H. crepitans es parte de la macroserie edafohigrófila mesotrófica de Gustavia augusta  y Dipterix odorata o bosques de várzea de la región Amazónica y de la macroserie edafohigrófila mesotrófica aluvial de Calycophyllum spruceanum y Hura crepitans o várzea estacional del Beni (Justiniano y Fredericksen, 2000). En áreas marginales de la amazonia boliviana, también se encuentran poblaciones de habillo a manera de prolongaciones e islas, presentándose en bosques subhúmedos estacionales, de topografía accidentada, en valles profundos y fondos de laderas, donde las condiciones edáficas e hídricas son semejantes a las de la llanura aluvial de la región amazónica (Navarro, 1997). Esto se puede observar al noroeste del escudo Precámbrico, en el bosque de transición hacia el bosque húmedo de llanura (Justiniano y Fredericksen, 2000). Aparentemente, la especie habillo (Hura polyandra), se regenera de manera adecuada en varias condiciones ambientales. Se puede observar regeneración de habillo en claros naturales, claros de corta, caminos y pistas de extracción abandonados, a la sombra de sotobosques no alterados y hasta en grietas llenas de humus en afloramientos rocosos (Justiniano y Fredericksen, 2000). La regeneración avanzada de habillo es mayor en los claros formados después de la lluvia de semillas viables, que se produce en mayo y junio. Puesto que la mayor parte del aprovechamiento se realiza después de estos meses, las semillas recién 29

 

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germinadas tienen mayores probabilidades de lograr un crecimiento rápido, debido a la alta luminosidad que existe en dichos claros, en relación a otros micrositios del bosque. En 40 claros muestreados en la concesión forestal La Chonta, se encontró un promedio de 6 brinzales mayores a 1 m de altura (W. Pariona y T.S. Fredericksen, datos no publicados). Todos los claros, con excepción de dos, presentaban, al menos, un árbol de dicho tamaño. En el bosque Chimanes, Panfil y Gullison (1998), hallaron una relación positiva entre la intensidad de aprovechamiento y la tasa relativa de crecimiento de los plantines de habillo. La escarificación escarificac ión del suelo causada por la maquinaria de extracción en los claros puede ayudar a reducir la competencia con y de otras plantas, pero también puede matar los plantines nuevos, dependiendo de la coordinación entre el aprovechamiento y la germinación. H. crepitans se puede clasificar como una especie oportunista de claros, capaz de germinar y sobrevivir, temporalmente, en el sotobosque, pero que puede crecer rápidamente y ascender al dosel al formarse un claro (Justiniano y Fredericksen, 2000). El habillo (Hura polyandra), se regenera, primordialmente, mediante semillas viables, bien la especie de brotar trozosno deesraíces talloslos de años, poco diámetrosi(árboles jóvenes).esLacapaz producción de de semillas igual ytodos ocurriendo buenas producciones cada cierto número de años (años semilleros), cuando existe suficiente disponibilidad de carbohidratos para la formación de semillas y condiciones apropiadas para el florecimiento y la fructificación. No obstante, la mayoría de los árboles produce algunas semillas, aún en años de escasez. Por ejemplo, 1999 fue un año relativamente pobre para la producción de semillas en la concesión La Chonta, pero en un estudio realizado en ésta, 76% de una muestra de árboles con DN mayor a 20 cm tenía semillas (Justiniano y Fredericksen, 2000). 2.4. Servicios ambientales que ofrece. Las observaciones realizadas en La

Chonta, Bolivia, indican que los frutos de habillo son depredados por parabas (SENMA-BID, 1991) y monos, lo cual se evidencia por los frutos parcialmente consumidos que se encuentran debajo de algunos árboles. Los animales consumen las semillas cuando los frutos todavía están verdes. En la isla Barro Colorado, en Panamá, se han observado algunos psitácidos y primates comiendo semillas (Allen, 1956, en Croat, 1978). También en el Parque Nacional de Manú, en el Perú, se ha reportado que  Ara chloroptera chloroptera y  A. ararauna ararauna se alimentan de semillas de H. crepitans, a pesar de su alta toxicidad, la cual contrarrestan mediante la ingestión de barro arcilloso en salitrales (W. Pariona com pers.; Justiniano y Fredericksen, 2000).  Los árboles de habillo no sólo brindan beneficios directos a la fauna, mediante sus frutos y hojas, sino que brindan microhábitats para una variedad de especies de 30

 

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vertebrados e invertebrados. En un estudio realizado en la Guayana Francesa (Frieberg, 1996), se observó que las epífitas cubrían alrededor de 51% del total de las ramas de los árboles de H. crepitans, proporcionando, mediante dichas plantas, cobertura y alimento para la fauna (Justiniano y Fredericksen, 2000). 03.. Prop 03 Propagación. agación. 3.1. Regeneración natural. De acuerdo a un estudio realizado por Saravia (1996) en La Chonta, Bolivia, la regeneración natural de habillo se produce con mayor abundancia en claros de bosque mayores a 700 m 2, por lo que la especie se podría considerar una heliófila  durable de crecimiento regular; clasificación con la que coinciden Toledo y Rincón (1996). Sin embargo, se ha observado una cantidad relativamente elevada de regeneración natural dentro del bosque, en lugares poco a nada perturbados, con poca iluminación y, generalmente, debajo de los árbolesmadre, lo cual significaría que H. crepitans es también una esciófita parcial. En los bosques de la concesión La Chonta, Bolivia, en la provincia Guarayos, Bolivia, se ha determinado que la regeneración del habillo, es más, abundante en lugares poco alterados; sin embargo, la especie muestra una gran tolerancia a distintos tipos de disturbios.  

Pese a ser una especie heliófita, común en bosques aluviales y considerarse bioindicadora de dichos bosques, el habillo es también una especie durable de crecimiento regular. En el caso de individuos de diámetros superiores a los 10 cm de DN, H. crepitans se presenta con mayor abundancia en bosques clímax o maduros, que en bosques secundarios o sucesionales 3.2. Regeneración artificial. Es mejor y más fácil y económicamente viable regenerar la especie artificialmente sexualmente por semillas directas a envase o a predio.  3.2.1. Producción de planta asexualmente por estaca e/o in vitro. Se

recomienda solo para producciones pequeñas ya que las plantas son suculentas y dificultan su producción. a) Estacas. No se recomienda. b) Pseudoestacas. No se recomienda. 3.2.2. Producción de planta sexualmente por semillas. Los árboles  jóvenes de habillo, rebrota rebrotarán rán al ser cortado cortados, s, pero no los de mayor edad. Las estacas de ramas jóvenes, las cuales se arraigan con facilidad, se insertan en el suelo y se convierten en postes de cerca vivientes (Hartshorn, 1983). Las estacas también se pueden arraigar en almácigos con arena calentada en invernaderos (Bailey, 1941).  3.2. 3. 2.2. 2.1. 1. Produc Producción ción de pl planta anta a raíz desnuda. No se recomienda.

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3.2.2.2. Producción de planta en envase. Se recomienda colocar una o dos semillas por envase y producir así la planta, por ser plantas suculentas y fácilmente dañables. 04. Producción de plantas en vivero. Los árboles de habillo ( Hura poliandra) inician su producción de semilla cuando alcanza los 23 cm de DN. El número de semillas por kilogramo varía 1000 a 1,200 aunque más frecuentemente entre 1050 y 1,150 semillas por kilogramo. Un fruto de esta especie produce de 12 a 15 semillas, y su dispersión es por medio explosión del fruto por lo que las semillas salen expulsadas en todas direcciones, y debido a  que la semilla es liviana; una vez que abren las vainas y que las semillas son expulsadas estas se dispersan y hacen muy difícil su recolección.  

Pero por su escasez es posible colectarla del suelo cuando esta se reúne en un accidente topográfico, topográfic o, pero en estos casos se pierde su calidad genética y colectarla con limpieza. 4.1. 4.1. Recolecció Recolecció n d de e semillas. La colecta de semillas de habillo debe hacerse directamente del árbol, para ello es importante realizar la selección adecuada de los árboles sanos, libres de plagas y enfermedades, generalmente de fuste limpio, vigorosos, con buena producción de frutos. Una vez colectada la rutas y extraídas las semillas esta puede durar almacenadas durante dieciséis meses y quizás hasta un año, con luz, refrigeración y manteniéndolas en sitios con humedad controlada. Las semillas se tienen clasificadas como recalcitrantes no presentando latencia.   Se recomienda cortar la fruta antes de que estas inicien la dispersión explosiva. Antes de que las capsulas abran, cuando estas adquieren un color café claro o amarillento y se tornan de consistencia quebradiza. Es muy común recomendar que las frutas a ser colectadas sean de la parte intermedia entre la base y la punta de la longitud total de la longitud de la copa del árbol. 4.2. 4.2. arborea Benefic Beneficios ios a realiza realizar r amuchos llas as semill as.para El habillo (Hura polyandra una especie maderable con usos los campesinos, por ello),aes pesar de la sobreexplotación la especie ha sobrevivido a la extinción. Los seres humanos la han llevado a los jardines o áreas verdes urbanas de los poblados o ranchos o a sus casas como una especie ornamental, debido a la coloración verde de sus hojas, las espinas de sus troncos, que ofrece una bella vista ornamental siempre, los colores de sus hojas que como mencionamos varían desde una coloración verde amarillenta blanquecina hasta una coloración verde oscura propia de la especie sumamente vistosas.  

Colectadas las capsulas caps ulas se recomienda que a estas se les extirpe una vez obtenidas las semillas vanas y muy chicas, dejándose secar la semilla muy bien una vez seco el fruto. Semilla que se recomienda guardarla en envase color ámbar u oscuro de preferencia. 32

 

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Esta especie por otra parte, por la forma del árbol, su arquitectura y ramificación dicotómica son muy utilizados como cortinas rompevientos, cercos vivos y para cultivar bajo ellos: pastos. El árbol forestal también ha sido tolerado para ser cultivado para producir sombra con su follaje y pastura al ganado vacuno, caprino, ovino, caballar o pollino. 4.3. Procesamiento las capsulas y declasificada, las semillas. ocurre la recolección de capsulas,deestas pueden ser paraCuando ser transportas inmediatamente, en sacos de yute, ixtle o rafia o algodón no húmedos, a un sitio techado, con bastante aireación. Ya en el sitio con estas características, las frutas o capsulas son esparcidas debidamente sobre eras que reciben el sol, procurando extenderse las frutas o capsulas ya cortadas sobre plástico, lonas o pisos de cemento, donde la sombra pueda ser controlada, por aproximadamente tres o cuatro días, lo que permite que las frutas o capsulas se sequen y abran por las suturas explotando, y liberen las semillas de habillo ( Hura poliandra). 

Quitando la cobertura se separan las semillas de las otras estructuras de la capsula, para facilitar la extracción de las semillas en forma manual. .

Método selección de separadas las semillasmanualmente, de habillo de las otrasdeestructuras de semillas. las frutas,Una se vez eliminan las impurezas quitándolas y se procura introducirlas en envases de vidrio color ámbar o en envases de aluminio para su almacenamiento o siembra. Es comun lograr una semilla seleccionada con un porcentaje de pureza del 94 %.  Almac  Al mac ena enami mient ento o . Se recomienda almacenar las semillas en recipientes herméticos ya sean bolsas de aluminio o polietileno, envases de vidrio secos de color oscuro o ámbar, a temperaturas de refrigeración de 20°C con un contenido de humedad del 8 %. El porcentaje de germinación al momento de la colecta puede ser de 100 %, pero al mes esta baja a un 78 % y al segundo mes a 10 % o menos, cuando se almacena la semilla en condiciones ambientales bajo sombra. Si se almacena en

un refrigerador, mantienen de su vitalidad un año con unalas germinación de un 30 % máximo; bajo condiciones sombra apor medio ambiente, semillas permanecen viables por 4 meses. Por eso previo a su almacenamiento es necesario tratar las semillas con algún fungicida fungici da (Captan o Arazán, en dosis de 0.5 a 1 g/Kg de semillas), ya que las semillas son muy sensibles al ataque de hongos. En los pueblos es necesario almacenar las semillas en envases de coca de 2.5 litros, para lo cual se usa llenarlos con humo de cigarro, después llenarlos con semillas y cerrarlos herméticamente. Al estar llenos se observa el humo de cigarro (Barreto et al ., 1992). 4.4. 4.4. Té Técni cnicas cas de producc prod ucción ión d de e plantas en vivero vivero.. Es recomendable en esta especie producir sembrando las semillas de la planta directamente en el envase. Las semillas se pueden sembrar directamente en contenedores de vivero. Las 33

 

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plántulas creciendo bajo sombra leve alcanzaron una altura de 0.5 m y se encontraron listas para el transplante al campo 3.5 meses después de la siembra.  Las plántulas en su crecimiento en vivero son muy rápidas (las plántulas pueden

alcanzar 25-30 cm de altura en un tiempo de 2 Meses), requieren la inoculación de suelo (micorrizas naturales), de selvas en su sistema de raíces, así como luz plena durante su desarrollo inicial. Las plántulas más avanzadas se pueden transplantar, pero son suculentas y se dañan con facilidad, por ello no se recomienda realizar esta práctica o hacerla para pocas plantas de ornato o para huertos botánicos. 4.5. Manejo de plantas en vivero. Para ello, se recomienda colocar malla sombra movible o moverlas plantas para que se vayan aDNtando a las condiciones ambientales: luz, temperatura, sequia, frio o calor.  

Esta actividad es más fácil en la producción en charolas sobre plataformas móviles. Se puede aplicar en el vivero forestales a las plantas antes de llevar al campo con lluvia sólida, agua con ozono, micorrizas, fertilizantes, plaguicidas plaguicidas y fungicidas. La planta seLapuede reproducir mejor por sexual; por avíatravés asexual torna difícil y costosa. producción de plantas es vía recomendada de se semillas en y siembra directa al envase. No se recomienda por transplante de plántulas en envases desarrolladas en almácigos. Por otra parte, la planta de habillo ( Hura polyandra), se debe de reproducir por vía sexual por semillas, sin embargo, muchos forestales no tienen la experiencia necesaria en este campo pues debe usarse siembra directa al envase por la suculencia de las plántulas. Tratamiento pregerminativo. También debe hacerse el tratamiento pregerminativo a sabiendas que la semilla no presenta latencia.

Pero para uniformizar la germinación de la semilla se recomienda que las semillas sean remojadas en agua fría o a temperatura ambiente por 24 horas. Características del sustrato . El sustrato utilizado para los envases con semillas de habillo (Hura polyandra) y de otras especies forestales tropicales, debe ser estéril, con buen drenaje. La arena gravosa de río o de mina bien lavada, el polvillo de coco, desinfectado cumple al 100 % este propósito. El volumen no debe variar drásticamente con los cambios de humedad, textura media para asegurar drenaje adecuado y buena capacidad de retención de humedad, además de fertilidad adecuada, libre de sales y materia orgánica no mineralizada. Germinación . En general, el habillo, como establecimos, es de germinado rápido; normalmente se inicia la energía germinativa ocurre a los diez días y el potencial

germinativo ocurre a los 30 días después de colocar las semillas para la siembra, lográndose entre un 75 y 80 % de germinación a los 12 días sin tratamiento previo. 34

 

SILVICA DEL HABILLO (HURA POLYANDRA BAILL. )  

El habillo (Hura polyandra), se puede reproducir por siembra de semilla en charolas de unicel o de plástico diseñadas para ello de 60 celdas o hasta 200 celdas, puede producirse las plantas con un sustrato de 30:30:40 con turba (Peat mosse), Vermiculita y Perlita o Agrolita, a temperaturas de 35 a 40 °C, bajo sombra de malla al 50 %, con riego abundante y sin tratamiento pregerminativo, se ha logrado desde un 85 hasta un 90( Hura % de polyandra germinación semillas de habillo ). a 72 Hr después de iniciada la siembra de Método de siembra. Se colocan dos semillas de habillo ( Hura polyandra), por celda o envase individual, ello cuando se realiza la siembra directa, a una profundidad de no más de un centímetro, posteriormente se poda una de las plántulas y se deja finalmente una por envase. Y cuando se siembra para transplantar las plántulas al envase definitivo, se realiza la siembra y se coloca polvillo de estopa de coco llamada germinasa, no teniendo una profundidad de más de 5 mm. No conviene esta activ actividad idad del transplante por su suculencia de las plantas en los almácigos, porque las plantas entristecen muy fácilmente. Transplante. Como ya mencionamos no conviene el transplante. Las plántulas son muy suculentas y estas se marchitan en el proceso.   Manejo Mane jo de las plant plantas as en vivero. Tipo de envase. Dependiendo el método de siembra: por siembra directa en la

bolsa, se recomienda utilizar envases de polietileno negro que tienen una medida sin llenar de 13 cm X18 cm o de 15 cm X 23 cm, de calibre entre 400 y 600, con fuelle de preferencia y suficientes perforaciones que coincida a 2.5 cm de alto de la parte del fondo de la bolsa ya llena; para ello se marca la altura con un envase lleno y se toma como referencia del perforado. Esto último en la base para facilitar el drenaje (CONABIO, 2001; Martínez et al ., 2006). Media Me dia sombr a. Para disminuir la tasa de evapotranspiración evapotranspirac ión después de la siembra

y prevenir daños a la plántula, es necesario colocar coloc ar malla con media sombra u hojas de palma (palapa), por un periodo de 20 a 30 días (CONABIO, 2001; Martínez et   al ., 2006). Control sanitario. En el vivero forestal las principales plagas y enfermedades conocidas son: las hormigas rojas (arrieras, chancharra) y los comejenes (termitas), que pueden llegar a defoliar la planta completa. Los excesos de humedad pueden ocasionar la aparición de Damping-off u otras afecciones de pudrición de raíz.

También se reportan daños a las semillas por coleópteros ( Bruchida spp ) y por  Am b ly cer s sp p .). En análisis fitosanitarios a lotes de semillas han gorgojo ( Am reportado varios tipos de hongos; los de mayor incidencia son Fusarium spp .

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Cladosporium spp ., Nigrospara spp . y Curvularia spp ., en menor proporción se reporta As co ch yt a sp p . y Phomosis  sp p .

Labores culturales . Son las actividades laborales necesarias para mantener en buenas condiciones la planta a ser utilizada para reforestar en viveros forestales con desarrollo óptimo son: a) Riego. Esta actividad del riego es necesario y debe ser la más abundante y frecuente, conocemos que es regulado por las condiciones locales de temperatura, precipitación y evaporación. Por ello se recomienda regar abundantemente durante cuatro meses dos veces diario, que puede prolongarse 8 meses. Estos riegos deben cuidarse y ser abundantemente, evitar el destape de la semilla o el deterioro físico o mecánico de las plántulas por la fuerza del agua. El transplante provoca un retraso en el crecimiento y a veces la muerte. 

b) Fertilización. Se utilizan frecuentemente en los viveros forestales las formulaciones de fertilizantes Peters Professional (asegura la disponibilidad inmediata de nutrientes y micronutrientes para ser absorbidos rápida y fácilmente.), aplicados en el inicio, en el desarrollo y en la finalización durante la aplicación del riego (fertirrigación). c) Deshierbes. El deshierbe continuo de los andenes o pasillos y al interior de los envases que contienen las plantas de habillo evitará problemas de competencia por luz solar, agua y nutrientes; además favorecerá condiciones de salinidad. Es importante tener cuidado con el número de plántulas o estacas que se encuentran en los envases, lo más recomendable es mantener solamente una planta o estaca por envase, la más vigorosa, eliminando las restantes. d) Acondic ionamiento de la planta previo al transplante de definitiv finitivo o .  Se acostumbra que unos 25 a 35 días antes de realizar el traslado de la planta en envase de habillo (Hura polyandra), al sitio donde será realizada la reforestación, forestación o forestación o plantación forestal, se deberá iniciar el proceso de endurecimiento de las plantas forestales en el vivero. Este proceso consiste en suspender las actividades activida des de fertilización, de riegos frecuentes; por lo que, para ello, la planta en su envase es colocado para que reciba directamente los rayos de la luz solar; y los riegos se aplicaran alternadamente con un poco intensidad a riegos de saturación, además de retirarlos durante uno o dos días. Esto favorece que las plantas en envase o charola de habillo (H. polyandra), presenten crecimiento leñoso en el tallo y ramas. Es importante destacar que los árboles de habillo (H. polyandra), requiere pasar una temporada de lluvias en el vivero forestal para lograr una sobrevivencia en campo de un 80 % o más, de otra manera la reforestación, forestación o plantación forestal fallara, por no presenten crecimiento leñoso en el tallo y ramas. 36

 

SILVICA DEL HABILLO (HURA POLYANDRA BAILL. )  

Se debe elegir las plantas de habillo más vigorosas, libres de bifurcaciones (podar la parte aérea primero), plagas y enfermedades. Aunque las características físicas dependerán de la especie, existen criterios generales que indican buena calidad en las plantas. La raíz deberá ocupar por lo menos el 50 % del volumen total del envase, el diámetro basal del tallo deberá ser mayor o igual a 5 mm, la altura total no mayor a 30 cm, y por lo menos una ¼ parte de la longitud total del tallo debe tener tejido leñoso, es decir, endurecido. Se recomienda aplicar un riego a saturación un día antes del transporte de las plantas al lugar de plantación (CONABIO, 2001). Tiempo total para la producción de la especie. Para la producción de la planta de habillo se requieren de cuando menos un año, durante este tiempo la planta optima, alcanza una altura de 30 a 50 cm y cuando menos se recomienda que sea mojada con agua de lluvia cuando menos una ocasión por un mes. Esta altura de 30 a 50 cm, se considera adecuada para que la planta pueda ser llevada al lugar donde será utilizada.

Inclusive la planta puede ser despojada de follaje y de parte radical antes de ser transportada y plantada. La planta en el momento de realizada la poda se debe envolver las plantas en papel bien humedecido y llegar a acumular la planta a un lugar humedecido y sombreado. No debe existir más de dos jornales de plantación acumulado en resguardo. 05. E 05. Establecim stablecimiento iento d de e plantacion plantaciones. es. Es posible que el habillo (H. polyandra), se puede manejar silvícolamente por el sistema de monte bajo (Retoño). Por otro lado, se puede sembrar en masas puras, con distancias de 3 X 3 m, 5 X 5 m y de 10 X 10 m. 

En esta actividad es importante seguir las siguientes recomendaciones para realizar restauraciones, reforestaciones o plantaciones de habillo (H. polyandra): 5.1. Preparación de terreno a plantar. La preparación del terreno para ser restaurada, plantada o reforestada, depende de la topografía del área seleccionada para la construcción del vivero forestal (plano, inclinado, accidentado, cerca de un barranco o carretera, etc.). Así para terrenos forestales con pendientes superiores al 10 %, se recomienda trazar curvas de nivel equidistantes a cada 2.5 o 3.0 m según la densidad de la plantación. Si la topografía es plana, la preparación del suelo debe considerar las siguientes labores:   5.1.1. El desmonte del terreno a forestar, restaurar o plantar . Esta actividad de un viverista forestal puede ser en la totalidad o realizarse parcialmente en el terreno seleccionado o disponible; en el segundo caso, se dejan especies de árboles deseables, para proveer estacas o semillas. El barbecho se realiza con el

fin de remover el suelo, de tal forma que las raíces de las plantas prosperen mejor; 37

 

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se lleva acabo cuando se presentan capas endurecidas a escasa profundidad, menores o iguales de 15 cm y siempre y cuando se presenten pendientes menores o iguales a 10 cm. El barbecho del terreno ayuda a que la condición del suelo sea uniforme. De manera general, se recomienda que los métodos mecanizados de preparación de suelo y la plantación de plantas con cepellón, permitirán un mayor incremento de altura que los métodos manuales de preparación de suelo. La altura promedio de la planta en los métodos mecanizados, en campo abierto, alcanzan un incremento mayor sobre los métodos manuales; lo mismo ocurre, cuando se da bajo la condición de dosel protector, donde do nde por el método mecanizado, se logra un incremento en altura mayor sobre el manual. 5.2. Transporte de planta. Para llevar las plantas del vivero forestal al lugar donde se realizará la actividad de reforestación, restauración o plantación, se debe utilizar vehículos cerrados para  protegerlas del viento y la insolación. Se utilizan lonas y en muchos casos costales  rodeando la carrocería del camión (Martínez et al ., 2006).

Para eficientar por capacidad de los vehículos y disminuir los costos de transporte, es conveniente construir estructuras sobre la plataforma de carga con la finalidad de acomodar dos o más pisos o comprar cajas especiales para contener o trasladar las plantas, ello con la finalidad de evitar que la planta sufra el menor estrés posible, idealmente el tiempo de transporte no debe exceder a 3 horas (Martínez et al .,2006). 5.3. Época de plantación. Es recomendable para esto tener disponibles los sistemas hombrotérmicos del lugar a ser plantado, restaurado o reforestado (tener datos de precipitación, datos pluviales y de evapotranspiración). Y en el mes donde la precipitación mensual (P) iguale a la evapotranspiración (ETP) se fijará el inicio

de la temporada plantado, o reforestado (Prieto y Sánchez, 1991). fijará un margendede inicio restaurado y de termino cuando se obtenga la mitad de Se la evapotranspiración (0.5*ETP).  Es importante, conocer que se sabe que, en el estado de Tabasco, México, la temporada de reforestaciones de plantado y de restaurado mejor al inicio de los nortes en los meses de noviembre y diciembre sobre los meses de lluvia de junio a  julio (Pérez (Pérez y Chacón Chacón,, 1994; Ma Martínez rtínez et aal., l., 2006 2006). ).

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Figura 10. Sistema hombrotérmicos. 5.4. Método de plantación. L a plantación manual de árboles de habillo ( H. poliandra), se hace con el apoyo de palas y del barretón o barreta para abrir hoyos

redondos más o menos de 30Además, cm de profundidad porcuidado 30 cm de se coloca  o con la planta sin el envase. se debe tener de ancho que el ycuello de la raíz no quede  fuera del nivel del suelo, ni muy enterrado, de lo contrario puede causar retraso en el crecimiento.  5.5. 5.5. Densidad Densidad de pl plantación. antación. Si se utiliza planta de vivero, debe realizarse una limpia total de área a plantar,   reforestar o restaurar, y se procede así a realizar el trazado para la plantación, pudiéndose hacer a una distancia de 3 X 3 m, 5 X 5 m o 10 X 10 m en tresbolillo, haciéndose un ahoyado  de 20 a 30 cm de profundidad de 15 a 30 cm de diámetro y alrededor se realiza el   correspondiente planteo con 1 m de diámetro.

Para reforestaciones agroforestales pasto-habillo, se recomienda una distancia adecuada entre árboles puede ser de tres metros monoespecífica o asociada con otras especies la más adecuada, es dando una densidad de 100 plantas de habillo 39

 

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por hectárea combinadas con densidades de rosamorada ( Tabebuia rosea), Roseade adendron ndron donell-smithii ), cedro rojo (Cedrela odorata), parota primavera (Rose (Enterolobium cyclocarpu ; 2,400 árboles/hectárea). Esta densidad es práctica, puesto que ello permite realizar actividades de mantenimiento (pastoreo) y el espacio es adecuado para el desarrollo de las plantas. En el caso de que existan pendientes mayores al 10 % se recomienda el trazo de curvas de nivel con arreglos de plantación en tresbolillo. La distancia entre curvas de nivel dependerá de la pendiente del terreno y de la densidad de plantas que se desee establecer (CONABIO, 2001). En el habillo (H. polyandra), la distancia de plantación y el número de árboles por hectárea más usuales corresponden a distanciamientos de 5 X 5 metro, es decir de 400 árboles / hectárea. En masas sólidas y monoespecíficas, pero es recomendable, plantar solo 100 árboles de habillo a 10 X 10 m y en medio plantar a 5 X 5 m intercalar rosamorada (100 árboles), primavera (100 árboles) y 100 árboles de cedro rojo. Las distancias cortas entre árboles ofrecen una mayor probabilidad de selección, pero su plantación por hectárea es más costosa por el mayor número de árboles y se recomienda cuando exista un mercado para maderas rollizas de pequeñas dimensiones. Se puede plantar rosamorada a 1 m X 1 m (4,900 (4,9 00 a 6,500 árboles), si ssee va a extraer para cabos madera de rosamorada en la primera cosecha, cosechando una línea y otra no, dejando de 5000 árboles de rosamorada (2000), primavera (2000) y 1000 cedros hasta las siguientes cosechas que dejaran al final 2500 árboles de rosamorada (1000), primavera primav era (1000) y 500 cedros rojos que serán los que se dejen hasta la cosecha final (turno 30 años). Se recomiendas plantaciones multiespecificas con primavera (Roseadendron donell-smithii ), rosamorada (Tabebuia rosea), cedro rojo (Cedrela odorata). Cuidando siempre que las Meliáceas y las Bignonaceae no queden juntas (que queden a 10 m de distancia entre individuos de la misma especie). Se recomiendan más especies mezcladas en estas plantaciones y realizarlas bajo el esquema de sistemas agroforestales. Y en medio sembrar pasto mejorado. En cada sitio demarcado se ejecuta ejec uta una limpieza del terreno o suelo con un diámetro de 100 cm alrededor de los árboles de todas las especies. 5.6. Apertura de cepa. El tamaño de las cepas dependerá de las dimensiones del envase que se haya utilizado para la producción de las plantas (5, 8, 10, 20 cm de diámetro y 20 a 30  cm de profundidad). Esto implica que las sepas deberán realizarse con tres o cinco unidades de volumen adicional al tamaño del cepellón de las plantas; no obstante, dependiendo de las condiciones del terreno, las 40

 

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dimensiones y tipo de cepas podrán variar, en función de las estrategias de conservación de suelos que deseen emplear, de las características del suelo, y de las condiciones climáticas.  Es importante aquí aplicar una cucharada de polvo de agua de lluvia sólida, aplicar también 2 Kg de composta por árbol a la quese le haya aplicado micorrizas y de ser posible un riego mensual por árbol (12 litros).   5.7. Reposición de planta que falla y cercado del terreno. Se aconseja que después de 1 (uno) o 2 (dos) meses de plantada la planta forestal se  repongan las plantas pérdidas, igualmente se pueden sustituir plantas de habillo ( H. polyandra, recordar que deben mantenerse siempre 100 por hectárea), que deben mantener el vigorosas (CONABIO, 2001). Para proteger la plantación contra factores de disturbios como el pisoteo y ramoneo del ganado, se recomienda colocar una cerca perimetral y/o proteger individualmente cada planta (Martínez et al.,  2006). Para reducir estas pérdidas se recomienda aplicar más o menos un puño de composta (45 g), una cucharada de micorrizas en polvo, una cucharada de agua de lluvia en polvo. Se puede aplicar por cepa de plantación desde el vivero forestal tropical o ya durante la plantación. 06.. Mane 06 Manejo jo de la pl antación. 6.1. Tratamientos silvícolas. En lo referente a tratamientos silviculturales, puesto que los bejucos y otra vegetación competidora que se genera en los claros de corta pueden restringir el crecimiento de los plantines y brinzales de habillo, generalmente sería recomendable liberar a la regeneración avanzada de la especie mediante la corta manual o la fumigación con herbicidas de la competencia. El control de la vegetación competidora en círculos de 1 m (diámetro individual), alrededor de un promedio de 2500 plantines de 1 m de alto puede costar menos de $ 0.6250 / m2 por claro. Este tratamiento debe efectuarse cada seis meses a un año después de finalizar el establecimiento y mantenimiento anual, para así permitir que los plantines de habillo crezcan y la vegetación competidora aparezca o se controle.   6.1.1. Pod a. Es una especie que responde muy bien a podas, pero 6.1.1. per o requiere que esta actividad se realice con cuidado de no dañarse con el latex que secretan. Esta actividad se realiza con pinzas de podar, un cicatrizante, una brocha o atomizador para su aplicación aplicac ión y una cubeta con agua con atole de maíz diluido, diluid o, para lavar constantemente las pinzas y las manos si se impregnan de latex.  

El podador ira ligeramente adelante del aplicador de sellador, preferentemente con aplicador aerosoluble, con cicatrizante y pintura vegetal. 6.2.2. Aclareo 6.2.2. Aclareos. s. No es recomendable ni practico, por el latex de la especie. Es preferible manejar densidades de plantación con otras especies como   (Tabebuia Roseade adendro ndro n donell-smith )  y cedro  rosamorada odorata). rosea), primavera  (Rose rojo (Cedrela 41

 

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6.2.3. Manejo d 6.2.3. de e rebro tes. No es recomendable ni practico, por el latex de la especie.  6.2.4. 6.2. 4. Lim Limpia pia de hi hierbas erbas y b bejucos ejucos.. Debido a que los árboles pequeños y medianos de habillo son susceptibles a la infestación por bejucos, la corta de éstos será esencial y deberá realizarse, durante los inventarios forestales, en todos los

árboles con DN mayor a 10 cm. Los tratamientos silviculturales de liberación, tales como el anillado de árboles de especies no comerciales o no deseadas que superan en altura a los árboles jóvenes de habillo, pueden ayudar a acelerar el crecimiento y aumentar el rendimiento de las futuras cosechas. Dicha liberación se puede llevar a cabo durante el aprovechamiento, para reducir así el costo del tratamiento.   6.2. Plagas y enfermedades. Debido a la naturaleza tóxica de la savia del habillo, la gran mayoría de los organismos folívoros, herbívoros, xilófagos y otros depredadores no atacan los diferentes órganos de los árboles. No existen insectos que ataquen directamente el fuste de H. crepitans, si la corteza de ésta no ha sido dañada previamente. Sólo cuando existen lesiones o aperturas en la corteza, se produce el acceso de organismos xilófagos y la consecuente infección o infestación  Anisandrus rus dispar (Escolitidae, por parte de éstos. De acuerdo a Vera (1998),  Anisand Coleóptera) y Brentus sp. (Brentidae-Coleóptera) son dos especies de insectos frecuentemente encontradas en la madera del habillo (Justiniano y Fredericksen, 2000).  a) Plagas. Creciendo en la selva o en plantaciones no se le conocen plagas, pero la madera seca aun en árboles en pie, es muy palatable y es comida por diversos insectos u hospedada por hongos de la madera.   b) Enfermedades. Se ha determinado que el hongo Ceratocystis sp. (mancha azul) es el causante de la disminución de la calidad de la madera de habillo, además de los géneros Phoma, Verticillium y Cladosporium, que también

afectan el aspecto de ésta (Flores, 1998). Según dicho autor, Trametes   cinnabarinus, Poria sp., Polyporus versicolor, Fomes sp., Crepidotus mollis y Panuz sp. son especies de hongos madereros que degradan los tejidos xilemáticos de la especie.   Se ha demostrado que la falta de cuidados y tratamientos preservantes en la madera del habillo repercute considerablemente en el rendimiento y la calidad de ésta, con las consiguientes pérdidas económicas. El habillo se seca y humedece muy rápidamente lo que lo hace muy susceptible. El habillo manifiesta abultamiento o engrosamiento en las ramas primarias y secundarias, pero se desconoce qué tipo de organismo causa dicha sintomatología. No obstante, ésta se al ataque de hongos. Dicho engrosamiento atrofia del sistema deatribuir conducción y causa la muerte parcial de las ramasprovoca desde la el 42

 

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extremo posterior de estas deformaciones, lo que causa, además, una producción anormal de rebrotes en torno a éstas. En un inventario realizado en 53 árboles en La Chonta (Guarayos) y El Chore (Ichilo-Chapare), Bolivia, se estableció que el porcentaje de árboles con infección en las ramas es alto, aunque variable. La infestación de habillo por bejucos es generalmente alta, según lo confirman los resultados obtenidos Todzia (1986), en un estudio en la Isla Barro Colorado, en Panamá,por y Justiniano y Fredericksen en Laefectuado Chonta, Bolivia, donde un 70 y 80 % de los individuos se muestran infestados por bejucos. Asimismo, Putz (1984), menciona que el habillo es una especie muy susceptible a la infestación por plantas trepadoras. Porque la madera del habillo es altamente susceptible a las infecciones micóticas, será importante prevenir y controlar los incendios forestales, así como las lesiones causadas por ellos y el aprovechamiento en las selvas tropicales de producción de esta especie. En caso de producirse lesiones, los árboles dañados deberán cortarse cuanto antes, para evitar el desarrollo de putrefacciones y la consiguiente pérdida de madera en pie. 6.3. Crecimiento. Según Lorenzi (1992), en condiciones naturales el crecimiento inicial del habillo es alto, ya que las plantas de habillo, pueden alcanzar hasta 4 m de altura a los dos años de edad. El habillo tarda hasta 15 años para alcanzar un DN de 10 cm y alrededor de 186

años para llegar a los 60 a 69.9 cm de DN, debido a que el fuste crece a razón de 0.37 a 0.40 cm por año (Luna, 1994). Y se estima que la tasa anual de mortalidad de la especie fluctúa entre 1 y 3 % (Justiniano y Fredericksen, 2000). Mortalidad que debe ser sustituida con plantas de habillo nuevas, sobre todo en los primeros tres años. Si bien el habillo muestra un rápido crecimiento inicial, sobre s obre todo en áreas alteradas (SENMA-BID, 1991), la especie es longeva, llegando a alcanzar grandes proporciones después de muchos años de desarrollo (Gullison, 1995). Como se mencionó anteriormente, el habillo requiere de aperturas para alcanzar el dosel (Gullison, 1995) y adquirir una forma adecuada para el aprovechamiento, mientras que los individuos desarrollados en condiciones de poca competencia no son económicamente utilizables, debido a la pronta ramificación y la formación de fustes muy cortos (Johnson & Tarima, 1995; Justiniano y Fredericksen, 2000). La abundancia de árboles emergentes de habillo y otras especies en bosques aluviales recientes, como los de Cocha Cashu en el Perú, puede estar relacionada con el crecimiento continuo e irrestricto de éstos. De acuerdo con la proyección postulada por Foster (en Hartshorn, 1994), se necesita 500 años de secuencia sucesional para que los bosques de llanura aluvial, como los del Parque Manú del 43

 

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Perú, alcancen la madurez. No obstante, en otros bosques neotropicales, requieren menor tiempo para llegar al clímax de desarrollo; por ejemplo, en los bosques aluviales de llanura de “La Selva”, en Costa Rica, se registran incrementos

diamétricos de 2 a 3 cm por año. Entonces, es necesario conocer los datos específicos de crecimiento de cada bosque para corroborar las estimaciones de desarrollo planteadas por Foster (en Hartshorn, 1994; Justiniano y Fredericksen, 2000). 6.4. Predicción del volumen. Los anillos de crecimiento en Zihuatanejo, Guerrero, México, fueron visibles, anuales y están delimitados por una o dos hileras de fibras compactas radialmente, así como por hasta cinco bandas de parénquima (Pineda et al., 2015). Se aprecian células de paredes gruesas grues as y diámetros pequeños en la franja que delimita el anillo entre periodos de crecimiento y células de paredes delgadas y lúmenes amplios en el periodo de crecimiento. No se detectaron anillos falsos o discontinuos. La porosidad es difusa. Cuadro 2. Crecimiento en diámetro anual de Hura polyandra (Pineda et al., 2015). Categoría diamétrica (cm)

Número de árboles

5 10 15 20 25 30

3 4 4 3 4 3

Crecimiento Cre cimiento en diámetro (cm/año) Mínimo Medio Máximo 0.13 0.24 0.32 0.15 0.42 0.69 0.25 0.45 0.63 0.19 0.32 0.43 0.12 0.17 0.28 0.13 0.14 0.18

Desviación Estándar 0.12 0.28 0.24 0.16 0.09 0.06

Al igual que la mayoría de las especies forestales neotropicales, el habillo presenta una distribución diamétrica en forma de “J” invertida, lo que quiere decir que los individuos de clases menores poseen mayor densidad con respecto a las clases diamétricas superiores, disminuyendo su abundancia en las clases superiores (Véase el Cuadro 2 y las Figuras 11 y 12). Si se observan las figuras 13 y 14, se nota que la curva de distribución distribuc ión de los árboles en el bosque tiene un ligero aumento hacia la clase superior. Ello se debe a que en dicha clase se han agrupado a todos los individuos mayores a 90 cm de DN (100, 110, 120, etc.), es decir a todos los árboles por encima de esta medida; no debiéndose interpretar como una tendencia a un aumento progresivo hacia clases diamétricas diamétr icas mayores.

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Figura 11. Resultados del ajuste de datos de crecimiento en diámetro para tod os lo s árbol es de habillo (Hura pol polyandra; yandra; Pineda et al. al.,, 2 201 015) 5)..

Figura 12. Crecimiento de árboles de(Pineda habillo (Hura para simetrías e ilumin ilu minaciones aciones d e cop copas as et al., 201 2polyandra) 015) 5)..

Figura Figur a1 13. 3. Distrib Distribuci uciones ones di amé amétric tric as de los árboles árbo les de habill habillo o > 20 cm DN e en n concesiones forestale forestaless c orrespondi ente entess l a zzona ona del Precámbrico Precámbrico boliviano (Guarayos y Ñuflo de Chávez). VA = Vasber; SO = Sobol ma; BE = Berna; LJ = La Junta; NE = Nueva E Esperanza. speranza. 45

 

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Figura Figur a1 14. 4. Distrib Distribuci uciones ones diamétric as de los árbo les de habillo > 2 20 0 cm de D DN N en concesio nes forestales corr correspon espon dientes a la zzona ona de la llanura aluvial (Ichilo, Chimoré). LP = Las Piedras-Rivero; GU = Guapay; MG = Mont Monte e Grande; L LC C = La Chon Chonta. ta. 07. Plantaciones en sistemas En agroforestería, habillo, plantado en baja densidad, se silvoagropecuarios. puede usar como árbol para el estratoel alto de sistemas de cultivo y callejones forrajeros de estratos múltiples (Saldías et al., 1994). Sin embargo, se debe tener en cuenta que en condiciones abiertas abiert as la especie no desarrolla fustes altos, lo que limitaría su uso como recurso maderable (García, 1978).  7.1. Ce 7.1. Cercas rcas vi vivas. vas. Frecuenteme Frecuentemente, nte, es utilizada como cerco vvivo ivo como especie tolerada, para delimitar linderos de terrenos, ya que es una planta reputada como venenosa (Pennington y Sarukhán, 2012). 7.2. Cortinas rompevientos. Se ha naturalizado en África Occidental utilizándose como cortinas rompevientos (SFS, 1955.). En Santa María Miramar y

en Achotán, municipio de Coahuayana, Michoacán, se llegan a utilizar como cortinas rompevientos utilizando el habillo como especie tolerada.   7.3. 7.3. Sombr Sombra a y refug io. En varios lugares es utilizado como árboles de sombra refugio en arboles dispersos sobre praderas agroforestales. Las hojas son comidas por el ganado bovino.  

Se le cultiva como un árbol ornamental y de sombra debido a su forma agradable (y su follaje de un color verde oscuro. 08.. S 08 Silv ilvicu icultu ltura. ra. 8.1. 8.1. Bosqu es natur naturales. ales. En forma natural los árboles de habillo ( H. poliandra), llegan a formar masas casi puras, creciendo sobre suelos de textura gruesa, en

predios planos inundables ubicados junto a arroyos y a suelos gravosos, en tipo de vegetación denominadas selvas en galería. En otras ocasiones se les asocian a 46

 

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suelos con problemas de drenaje, suelos calcáreos, junto a áreas asignadas para corrales de manejo vacuno. Cuando se le encuentra en terrenos siempre se les asocia terrenos de vocación vocac ión ganadera, donde se emplea para la sombra del ganado o se les usa para delimitar el terreno. Esta vegetación no es producto de las plantaciones hechas por el hombre o especies cultivadas toleradas de la regeneración natural, aunque existen ejemplares que han sido reforestados, plantados, restaurados o bien tolerados de manera esporádica en sitios para fines comerciales, urbanos estéticos, agroforestales, de lindero o como sombreaderos del ganado o forraje.   Lo hemos visto crecer en selvas tropicales y subtropicales naturales formando rodales donde son abundantes en terrenos de los municipios de Aquila (Tomen), Coalcomán (poblado), Chinicuila (Villa Victoria), Aguililla (Aguililla y Tototán) y Coahuayana (Palos Marías, Santa María y Achotán), Estado de Michoacán, México. 8.2. 8.2. Toleranci Tolerancia a a factor factores es ambien ambientales. tales. El habillo (Hura polyandra), crece en un amplio rango de condiciones ambientales, desde zonas con poca precipitación pluvial (600 mm), hasta en zonas muy lluviosas (1,400 mm), incluso en suelos inundados (Llano El Anono, Chacalapa, municipio de Coahuayana, Michoacán), pero no soporta heladas por ser una especie de trópico (muy raro en Coalcomán. Michoacán, México), Méxic o), es altamente demandante de luz, por lo tanto, no tolera sombra (en sombra permanece creciendo muy lentamente como plántula por muchos años). Se reporta que es resistente al fuego y daños por termitas (comejenes), mientras este verde, tolerante a suelos con muy mal drenaje o con capa freática muy superficiales.

Es común verla crecer en áreas arbóreas de humedales en suelos con grava junto a arroyos (selva en galería) y crecer mejor en suelos de migajón con mucha grava con mucha humedad, nivel friático cerca. cerc a. Las hojas del habillo (Hura polyandra), son alimento para especies forrajeras, que no son alelopáticas. Las semillas venenosas para muchos animales es alimento de Psitasidos . Como las plántulas son heliófilas, las plántulas se llegan a desarrollar en sombra creciendomuy lentamente. Es común verlas crecer como bonsay por muchos años. Solo donde hay pastoreo el ganado se las come, reduciendo la posibilidad de regenerase. 8.3. Floración y fructificación. La especie habillo (Hura polyandra), tira todas sus hojas en los meses posteriores a la fructificación casi en la dehiscencia, variando en el año. Y la dehiscencia ocurre después de la época en que se encuentra en el periodo de floración y fructificación aun cuando el habillo, tenga agua, luz y nutrientes disponibles.  

También es común que sus ciclos se atrasen o adelanten año con año de lugar a lugar (por los fríos y por el retazo de las lluvias del año anterior). De norte a sur y de lugares planos a lugares pie de monte. Para la planeación de colecta de semillas se 47

 

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debe considerar el inicio. Y finales de enero y se recomienda que se este observando los árboles. Es común ver sucesión de floración con fructificación de otro mes, sobreponiénd sobreponiéndose ose las etapas. Puede lograrse ver árboles de habillo con flor y/o frutos en maduración, frutos liberando liberando semillas y capsulas vacías al mis mismo mo tiempo. 8.4. Producción y dispersión de semillas. Los árboles de habillo,  inician su producción de semilla cuando alcanza un diámetro normal de 23 cm. No importa altura, importa la edad fenológica de los árboles. árbo les. El número de semillas por Kg K g varía de 1,000 a 1,400, pero se han reportado de 1,100 a 1,200 semillas por Kg. Un fruto o capsula de esta especie produce de 12 a 15 semillas y su dispersión es anemócora (por la acción del viento), debido a que la semilla es pesada; una vez que se dispersa es muy difícil su recolección, aunque puede ocurrir sin considerar su limpieza y calidad genética.   8.5. Densidad. Los individuos de clases diamétricas menores poseen mayor densidad con respecto a las clases diamétricas superiores, disminuyendo su abundancia en las clases superiores (Justiniano y Fredericksen, 2000). De acuerdo

con la proyección postulada para por Foster (enbosques Hartshorn, necesita 500losaños de secuencia sucesionales que los de 1994), llanura se aluvial, como del Parque Manú del Perú, alcancen la madurez ( Justiniano y Fredericksen, 2000). En las comunidades vegetales naturales de selvas tropicales y subtropicales de los municipios de Coahuayana, Aquila, Coalcomán, Tepalcatepec, Chinicuila, etc., Michoacán, el habillo (H. poliandra), se presenta en densidades variables desde un árbol/Ha hasta 60 árboles/Ha, pero en México se han hecho pocas evaluaciones al respecto. Se han visto en México densidades bajas, por ejemplo, en el estado de Tabasco, México, se cuantificó desde uno hasta 9 árboles/Ha en sitios poco intervenidos, porque también existen casos en que puede haber áreas de varias hectáreas en que no se encuentra ni un solo ejemplar. Por otro lado, en Puerto Vallarta, Estado de Jalisco, se reporta que las densidades del habillo (H. polyandra), son muy bajas, ya que en zonas donde se ha colectado semilla de esta especie se tiene desde 2 a 12 ejemplares/Ha.   8.6. 8.6. Princ Principales ipales agentes dañin os. 8.6.1. Agentes físicos. Los factores abióticos afectan poco al habillo (H. Polyandra), en crecimiento y en rendimiento maderero, de follaje y de floración. Factores como el clima, las características edáficas (suelos gravosos, suelos calcáreos), las inundaciones, la oxigenación edáfica y la ligera salinidad, entre otros

factores parece que benefician al habillo. 48

 

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8.6.1.1. Vientos. Los árboles de mayor edad se ven afectados por los fuertes vientos en algunas   épocas del año, por poseer copa grande amplia (altura total = diámetro de copa).

Las ramas a veces son muy quebradizas de la parte media de la longitud en adelante. 8.6.1.2. Suelos. El habillo  (H. polyandra), soporta drenaje externo de cortos a medianos (inundaciones),  soporta sólo este drenaje por un tiempo corto, inclusive baja salinidad, ya que este fenómeno de forma prolongada ha demostrado afectar la sobrevivencia de los individuos.

Es vista junto a cuerpos de agua en zonas de inundación donde la salinidad es escaza. 8.6.2. Animales. Los nematodos atacan las plántulas de habillo ( H. poliandra ), en vivero hasta en un 80% del material muestreado. Pero también en campo con menor intensidad. Hay que realizar todavía estudios de la especie.

Se han detectado ataques en el vivero forestal del Gobierno del Estado en Amatique, en plántulas de habillo de 3 a 4 meses de edad recién nacidas en bolsas de polietileno negras de buen calibre y en sustrato abundante de materia orgánica. 8.7. Plag Plagas. as. Se han reportado que, desde la etapa de vivero forestal, las plantas son atacadas por   hormigas (hormiga arriera y chancharra),   que en ocasiones defolian a toda la planta y aunque generalmente no causan la   muerte, el daño trae como consecuencia el retraso en el crecimiento y la  deformación de la planta. Otras de las plagas son las termitas, este insecto perfora la madera del habillo y hacen sus galerías en la madera seca de rama.

También, sino se tiene cuidado puede ser ramoneado en etapas juveniles por bovinos, cabras y otros animales. 8.8.. Enferm 8.8 Enfermedades. edades. En todo México, se reporta que la especie es  atacada por hongos, pero poco se han estudiado. Existe un tipo de roña causada por los hongos que causa un manchado negro similar a la que se presenta en el vivero. El hongo que se presenta en plantaciones forestales, se ha encontrado en varios árboles de habillo hospederos, ocasionando ocasionan do necrosis y deformación inicial en las hojas y yemas terminales. En las plántulas en el vivero forestal, es un causante de la secadera (damping off), el cual ocasiona pudriciones en el cuello de la raíz, produciendo finalmente la muerte de las ramas y en ocasiones de la planta. Para su control se sugieren las aspersiones a base de Manzate 200®, la dosificación se especifica en la etiqueta del producto, mientras que, para el control de nematodos, nematodos , se recomienda la aplicación de Furadán® en el suelo. 8.9. donde Sistemas y prácticaslas silvícolas. En México, en la mayorenparte de los estados se desarrollan selvas  tropicales y subtropicales las cuales 49

 

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cohabita esta especie, el manejo forestal es   en base a programas de manejo silvícola sustentable, se establecen y se adaptan   medidas para lograr una producción sostenible de los recursos forestales. Para regular el rendimiento se basa en algunos métodos que ya se han establecido y que tradicionalmente en México son los que se han aplicado, con algunas modificaciones de acuerdo a lasElcondiciones medio y según requerimientos que el tipo de vegetación requiere. método de del ordenación aplicado tradicionalmente es el de bosques irregulares, es decir, para comunidades forestales en donde generalmente el arbolado existente es de diversas alturas, diámetros, edades y especies. El método de tratamiento puede ser por selección individual, el cual es el más indicado para especies que se presentan en forma aislada, con reforestación o plantación conservando o mejorando la densidad. En general en las áreas de aprovechamiento de las masas forestales nativas con fines comerciales, se busca teóricamente reducir el número de especies no comerciales e incrementar el número y los volúmenes de las especies de interés y/o comerciales. Para el caso de habillo (H. polyandra), se ha observado que, en tierras de cultivo y áreas de pastizal, se dejan ejemplares en pie como árboles semilleros, para sombra o para posteriormente resinarlos y aprovecharlos como madera para carrocería. También se ha visto que en rodales forestales se dejan árboles en pie y se liberan espacios para fortalecer el establecimiento de la regeneración natural de esta especie. 8.10. Crecimiento y rendimiento volumétrico. El habillo no es un árbol de crecimiento rápido, pero sí de larga vida (Esteva, 1969). Plántulas de 5 años de edad en una prueba en Venezuela tuvieron una supervivencia del 91 por ciento, pero promediaron solamente 0.7 m de altura total (García, 1978). Por otro lado, se han reportado especímenes de vivero alcanzando una altura de 1 m en 10 meses y una altura de 3 m en 3.5 años (Hallé, Oldeman, y Tomlinson, 1978). En el valle de Palcazú en Perú, en donde un rodal de bosque tropical se ha clasificado para el manejo intensivo, el volumen para todos los árboles de más de 30 cm de diámetro a la altura del pecho (DN) se s e reportó como de 102 m3 por ha, y el habillo comprendió 1.7 m3 de este volumen total (Urban, 1911). Se estimó que rodales naturales casi puros de molinillo en la planicie costera de Surinam contuvieron hasta 1,790 m 3 por ha en árboles alcanzando una altura máxima de 60 m y con fustes libres de ramificaciones de 15 a 30 m de largo (Record y Robert, 1943). Se han reportado árboles individuales de hasta 3 m de DN. en Costa Rica (Hartshorn, 1983). A pesar de que el molinillo se desarrolla de acuerdo al modelo de Koriba en el cual cada nudo produce dos vástagos inicialmente iguales, uno de los cuales se dirige hacia arriba para convertirse en el líder y el otro hacia afuera para volverse una rama, produce por lo usual fustes rectos (Hallé, Oldeman y Tomlinson, 1978 ).  50

 

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8.11 8.11.. E Edad dad de rotació n y fijació n de edad de turno turno.. El turno es el tiempo que transcurre desde que las semillas germinan o se trasplantan al terreno forestal hasta que están en etapa de ser cosechadas. Para el   caso del habillo (H. polyandra), el turno es muy variable, pero se usa aprovechar árboles que llegan a 40 cm de diámetro, ya que depende de las   condiciones ambientales en las cuales se desarrolla poco se ha investigado su ciclo de vida, y puede ser más común fijarlo con base a la industria, cuando lo especifique. Los diámetros tradicionales requeridos para su cosecha, generalmente también dependen de la edad y de las condiciones ecológicas y pueden variar desde 35 a 60 cm.

Se pueden fijar turnos desde los 30 años cada 5 años hasta los 80 años por lo general, hasta los 150. Es mejor combinarla con otras especies donde la rosamorada (T. rosea), primavera (Roseadendro donell-smithii ), cedro rojo Cedrela drela odo rata), serán las especies más importante para aprovechar. (Ce Se utiliza mucho cinchar por unos cuantos días antes los árboles antes de cortar, pero esta práctica forestal mancha la madera. Sirve solo cuando los árboles van a ser impregnados con conservadores (para tarimas de camiones). 8.12. 8.1 2. Regeneración Regeneració n natu natural. ral. En México la regeneración en las selvas tropic tropicales ales y subtropicales generalmente es  natural, pero recomendamos mejor plantarla cuidando su distribución, población y espaciamiento. Y como la especie es ornamental esta ha sido llevada a los pueblos para embellecerlas. La especie llega ser utilizada para embellecer los pueblos y ciudades, para cercos vivos, cortinas rompevientos y árbol que provee de sombra al ganado. 09. Característ Característic icas as de la madera. La madera es moderadamente ligera, suave y a veces lanuda (Longwood, 1971; Vozzo, 2010). Es muy utilizada para elaborar tarimas de carrocerías de camiones de redilas dedicados al transporte de ganado. La madera de habillo es valorada para artesanías, carpintería, construcciones rurales, chapas, embalajes, mangos para herramientas, muebles y triplay (Pennington y Sarukhán, 2005; Silva, 2008; Román et al., 2011).   9.1. Descripción macroscópica. Cuando la madera está verde o recién cortada, la albura es amarillo-grisácea y se torna amarillo claro después del secado. El duramen verde es crema, tornándose a un color amarillo pardo cuando se seca. La parte más interior del duramen puede ser de color más oscuro. Los anillos de crecimiento están marcados por bandas oscuras y regulares. El grano es recto y a veces entrecruzado; entrecruz ado; el lustre es alto y la textura fina; la madera es inodora e incolora (Longwood, 1971). La madera es ligera (peso verde de 620 a 630 Kg/m³) con un promedio del contenido de humedad de 67%; el promedio de gravedad básica específica es de 0.38 (variando de 0.34 a 0.40) (Bezerra- Márquez et al., 1997; Llach, 1971; Longwood, 1971; Vozzo, 2010).  51

 

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La madera verde de habillo, es moderadamente difícil de trabajar y por ello debe ser inmediatamente maquinada. Granos astillados y vellosos son comunes en maderas con los granos entrecruzados conspicuos. conspic uos. La madera se tiñe bien, sostiene clavos satisfactoriamente y se pega bien (Longwood, 1971). La durabilidad natural es moderadamente resistente a hongos (hongos de la pudrición parada y blanca), y muy susceptible al ataque de termitas (Llach, 1971; Longwood, 1971). La impregnación es fácil; la madera absorbe cerca de 20 lbs por pie cúbico en tratamientos calientes y fríos (Longwood, 1971).

Figura 15. Habillo (Hura polyandra). a. árbol. b. corteza. c. hoja. d. flor masculina. e. flor femenina. f. fruto. g. semillas. Tablillas: h. transversal. i. tangencial. j. radial. Cortes: k. transversal (5x). l. tangenci tang encial al (10 (10x). x). m. radi radial al (10 (10x; x; Pi Pineda neda et al., 20 2012) 12)..

Silva (2008) indica que la madera del habillo ( Hura polyandra), es difícil de secar, tanto al aire libre como en estufa. La importancia del secado es que permite que la humedad de la madera esté en equilibrio con la humedad del ambiente, para que no haya problemas durante su servicio. 52

 

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Pineda et al. (2012), mencionan que la madera presenta diferencia de color entre albura y duramen, la albura es blanca (HUE 2.5y 8/2) y el duramen es castaño claro (HUE7.5yR 6/3), sin olor ni sabor característicos, brillo mediano, veteado suave, textura fina e hilo recto. Anillos de crecimiento conspicuos. 9.2. 9.2. Descripci Descripci ón microscó pica. Pineda et al. (2012), mencionan que la madera

es de porosidad poros son pocos, de diámetro tangencial mediano,son la mayoría múltiplesdifusa, de 4 los a 6, algunos solitarios. Los elementos vasculares medianos, sus paredes con puntuaciones areoladas alternas, ovales y platina de perforación simple. Algunos presentan tílides. El parénquima axial es apotraqueal en bandas, de una hilera de células de ancho. Algunas células parenquimáticas presentan cristales prismáticos dentro de cámaras. Los radios son homogéneos, uniseriados, moderada-mente numerosos, extremadamente bajos y muy finos. Las fibras son de longitud mediana, diámetro fino y pared gruesa. Los anillos de crecimiento miden de 2 mm a 15 mm de ancho, marcados por 3 a 4 hileras de fibras.   Características físicas (Cuadro 3). La madera es muy liviana, de contracción tangencial y volumétrica bajas y contracción radial muy baja, poco estable y salida de agua libre rápida. Cuadro 3. Características anatómicas mensurables de habillo ( H. polyandra;   Pineda et al., 2012).  No./mm 2  pocos X=4 Min = 1 Max = 6 No. de Series Uniseriados X=1 Min = 1 Max = 2 Longitud, um Mediana X = 940 Min = 600 Max = 1325

VASOS Poros Eleme Elementos ntos vasculares Diámetro Diámetro tangencial, um Longi tud, um medianos medianos X = 122 X = 413 Min = 60 Min = 200 Max = 170 Max = 600 RADIOS No. / mm Altu ra, um Anchura, Anc hura, um Moderadamente numerados X=5 Min = 3 Max = 9 FIBRAS Diámetro, um Fino X=9 Min = 7 Max = 13

Extremadamente bajos X = 192 Min = 102 Max = 291 Grosor, um Grueso X=4 Min = 2 Max = 4

Muy finos X = 20 Min = 14 Max = 32 ANILLOS DE CRECIMIENTO, mm Conspicuos 2 a 15

Características mecánicas (Cuadro 4). La madera es suave, flexible, poco resistente a la compresión, moderadamente resistente al cortante y poco tenaz. 53

 

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Cuadro 4. Características mecánicas de habillo (H. polyandra; Pineda et al., 2012).  

Propiedades mecánicas H. polyandra Dureza Janka lateral, kN Muy dura Dureza Janka longitudinal, kN Muy dura Módulo de ruptura en flexión (MOR), MPa Resistente Módulo de elasticidad en flexión (MOE), GPa Moderadamente flexible Esfuerzo máximo en compresión paralela, MPa Resistente Módulo de elasticidad en compresión paralela (E), GPa Moderadamente flexible Esfuerzo en el límite de proporcionalidad en Resistente compresión perpendicular, MPa Esfuerzo máximo en cortante paralela, MPa Muy resistente Impacto (Tenacidad), J/m3 Poco resistente * Valores ajustados al 12 % de contenido de humedad (ASTM, 1998).

4.40 6.17 76.8 8.08 44.1 8.70 7.21 11.6 0.264

Cuadro 5. Características de tiempo de secado de habillo (H. polyandra; Pineda et al., 2012). H. pol yandra Contenido Contenid o de humedad inic inicial, ial, % Contenid o de humedad fin Contenido final al % Tiempo de secado (día (días) s)

70 16 35 (lento)

Características de secado al aire libre (Cuadro 5). Los resultados de la prueba de secado al aire libre para las dos especies estudiadas se muestran en la Figura 16. La madera es de secado rápido (tiempo de secado 25 días para alcanzar el CHE).

Figura 16. Curva de secado para madera de habillo (H. polyandra; Pineda et al., 2012). 54

 

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10. Usos de la madera de habillo. La madera de habillo tiene la albura bien diferenciada del duramen. La albura es de color blanco-amarillento en transición gradual al duramen de color crema-marrón crema-mar rón (Viscarra & Lara, 1992; Toledo & Rincón, Rincó n, 1996; Justiniano y Fredericksen, 2000), sin olor característico y sabor cáustico. La madera es liviana, de baja resistencia a la humedad y altamente susceptible al ataque de hongos, termitas y otros insectos barrenadores. Además de presentar

resistencia a la impregnación con preservantes, la madera es mu y “palatable” para los insectos (especialmente la albura). Sin embargo, se debe señalar que ésta tiende a secar con rapidez, es fácil de cortar y se encola fácilmente (Justiniano y Fredericksen, 2000).  La contracción volumétrica es de 7.3 a 7.4 (baja y similar a la caoba = 7.7); la tasa radial/tangencial es de 4.5% (moderada), y la contracción longitudinal es de 0.48 (con una variación esperada para este tipo de madera; Longwood, 1971). La madera se usa para carpintería en general, es utilizada en la fabricación de canoas, construcción de interiores, cajas, cajones, triplay, enchapado, muebles y  juntas. Es adecuada como relleno y cubierta de triplay y para us usos os generale generaless en manufactura muebles 1971). y juntasSuque de madera ligera, de fácil trabajabilidad de (Longwood, látexrequieran es sumamente cáustico a lay piel, sus semillas son utilizadas en artesanía para dije (aretes, pendiente). Las semillas son reportadas por Paul Allen como muy apetecidas por los monos y lapas (Ara macao);   La madera es superior al promedio de todas las maderas con densidades similares, y en condición verde, en todas las propiedades de doblado estático con excepción de la elasticidad. Después del secado al aire, la madera incrementa moderadamente en todas las propiedades, excepto en el resquebrajamiento y la tensión perpendicular al grano; sin embargo, esta mejoría es menor que la experimentada en maderas de los Estados Unidos (Longwood, 1971). 10.1. 10. 1. Usos d e la madera.

El secado es moderadamente difícil; el secado al aire previene el desarrollo de manchas causadas por hongos, pero produce algunas torceduras y fisuras ligeras. Los maderos aserrados se pueden sumergir en una solución fungicida antes de secarlos al aire para prevenir estos resultados. La madera del habillo se utiliza en carpintería para tableros, contrachapados (multilaminados, chapas), cajonería preferentemente por su dureza y durabilidad, revestimientos de interiores y tablas para encofrados, venestas venestas,, carpintería fina, puertas de lujo, cajas mortuorias, laminados, leña, carbón, fabricación de botes, pesca (resina como barbasco), medicinal (semillas, resina), artesanía (frutos), etc. (Junta del Acuerdo de Cartagena, 1981). Como mencionamos la resina, que fluye abundantemente la la corteza, es empleada por1994; algunos grupos étnicos como barbasco (veneno)de para pesca (Duke & Vásquez, Gudru Gudrun, n, 1995; M. Toledo, 55

 

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Com. Pers.) y para el tratamiento de enfermedades de la piel, como co mo la leishmaniasis (Web 2 1999; Fournet et al. 1994). Las semillas como mencionamos son también tóxicas, pocas o una parte de una provocan diarrea, vómito y solo se contrarresta con atole de maíz (Killeen et al., 1993), aunque son consumidas por ciertas aves (guacamayas (Ara militaris)), William Pariona, Com. Pers.; Justiniano y Fredericksen, 2000). 10.2 10 .2.. Otros us os d e otras partes de la planta.

Popularmente las semillas se utilizan para purgar (provocar diarrea) cuando se está cargado o muy mal del estómago, para ello, se cuece un pedacito de almendra y también en medicina veterinaria es utilizada para purgar y para ello, se ingiere una semilla por vaca. Debido a ésta propiedad, ha sido usado para hacer travesuras o bromas. El aceite de las semillas de en dosis muy pequeñas (2 y 3 %), son conocidas y utilizadas por sus actividades antiparasitarias (Aguilar, 2014). 11.. Bi 11 Bibli bliografía. ografía.

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