Revolucion Urbana

 

LOS ORÍGENES DE LA CIVILIZACIÓN CIVILIZACIÓN V. Gordon Childe Ch ilde

VII.

LA REVOLUCIÓN URBANA

HACIA el año 4000 a.C., la enorme comarca de tierras semiáridas que bordea el Mediterráneo oriental y se extiende hasta la India se encontraba oblada or un !ran n"mero de comunidades. #ntre ellas debemos ima!inar que exist$a una di%ersidad de econom$as, adecuadas a la %ariedad de condiciones locales, comrendiendo ca&adores y escadores, a!ricultores de a&ada, astores n'madas y a!ricultores sedentarios. A su su alrededor odemos añadir otras ot ras tribus disersas en la inmensidad del desierto. #ntre todas estas comunidades se hab$a aumentado el caital cultural del hombre con los descubrimientos e in%enciones señalados en el ca$tulo ca $tulo anterior. Hab$ann acumulado Hab$a acumulado laboriosam laboriosamente ente un con(unto con(unto imortante imortante de conocimientos cient$)icos *too!rá)icos, !eol'!icos, astron'micos, qu$micos, &ool'!icos y botánicos* de saber y destre&a rácticos, alicables a la a!ricultura, la mecánica, la metalur!ia metal ur!ia y la arquitectu arquitectura, ra, y de creencias creencias má!icas que tambi+n eran consa!radas como %erdades cient$)icas. Como resultado del comercio y de las mi!raciones de ueblos que hemos indicado, la ciencia, las t+cnicas y las creencias se hab$an roa!ado con amlitud el conocimiento y la destre&a eran aro%echados. Al roio tiemo se %en$a quebrantando la exclusi%idad de los !ruos locales, se rela(aba la ri!ide& de las instituciones sociales y se sacri)icaba la inde endencia econ'mica de las comunidades comunidades autosu)icientes. #ste desarrollo a%an&aba con mayor raide& en las !randes deresiones de los r$os, en el %alle del ilo, en las !randes llanuras de alu%i'n comrendidas entre el i!ris y el #u)rates, y en las que bordean el Indo y sus a)luentes, en las re!iones de /ind y en(ab. #n ellas, una dotaci'n !enerosa e in)alible de a!ua y un suelo )+rtil reno%ado cada año or las a%enidas a%eni das ase!uraba ase!uraba un abastecim abastecimiento iento suerabundan suerabundante te de

lente ro%isi'n en los )arallones del ilo, era i!ualmente di)$cil de obtener. #n realidad, en las llanuras de alu%i'n y en los antanos hasta las !ui(as duras, aroiadas ara )abricar  hachas, eran cosa rara. 5esde un rinciio, los sumerios tu%ieron que imortar obsidiana armenia u otras iedras ex'ticas ara tallar instrumentos. #l /ind y el en(ab su)r$an de la misma escase& de materias rimas esenciales, como /umer. #n las extensas llanuras de alu%i'n y en los te rrenos llanos de las riberas, la necesidad de reali&ar !randes obras "blicas ara drenar y re!ar la tierra y rote!er los oblados hi&o que la or!ani&aci'n social tendiera a consolidarse y el sistema econ'mico a  centrali&arse. Al mismo tiemo, los habitantes de #!ito, /umer y la cuenca del Indo se %ieron obli!ados a or!ani&ar al!"n sistema re!ular de comercio o de trueque ara ase!urarse el abastecimiento de materias rimas esenciales. a )ertilidad de las tierras dio a sus habitantes los medios de satis)acer su necesidad de imortaciones,  ero tu%ieron que sacri)icar su autosu)iciencia econ'mica econ'mi ca y crear una estructura econ'mica comletamente nue%a. #l excedente de roductos dom+sticos no s'lo debi' ser su)iciente ara intercambiarlo or materiales ex'ticos tambi+n debi' ser%ir ara sostener un cuero de comerciantes y de traba(adores de los transortes, encar!ados de obtenerlos, y un cuero de artesanos eseciali&ados ara traba(ar las reciosass imortacion ciosa imortaciones es con me(or ro%echo. ro%echo. ronto ronto se hiciehicieron necesarios los soldados ara rote!er or la )uer&a los con%oyes y la reta!uardia de los comerciantes, los escribas  ara lle%ar re!istro de las l as transacciones cada %e& más numerosas y comlicadas, y los )uncionarios del #stado ara conciliar los intereses en con)licto. As$,, hacia As$ hacia el año 6000 a.C., a.C., el cuadro cuadro arqueo arqueol'! l'!ico ico de

alimentos ermit$a el crecimiento otra  arte, tantoy el a%enamiento ori!inalde delalosoblaci'n. antanos or y caña%erales que crec$an (unto a los r$os como la subsecuente conser%aci'n de las ta(eas y de los diques de rotecci'n im on$an exi!encias excecionalmente esadas, requiriendo un es)uer&o continuo y discilinado de las comunidades que dis)rutaban dis)ru taban de estas %enta(as. %enta(as. Como lo exlicamos exlicamos en la . 123, la irri!aci'n uso en manos de las comunidades un medio e)ica& ara )ortalecer la discilina. A esar de su abundancia de alimentos, los %alles de alu%i'n son extraordinariamente obres en otras materias rimas )undamentales ara la %ida ci%ili&ada. #l %alle del ilo carec$a de madera ara construcci'n, de iedra suelta, de minerales y de iedras má!icas. /umer se encontraba en condiciones toda%$a eores. a "nica madera nati%a era la suministrada or las almeras datileras, y las canteras de i-

#!ito, y el %alle de delsimles Indo yaa!ricultores, no concentra la atenci'nMesootamia sobre las comunidades sino en #stados que comrenden %arias ro)esiones y clases. #l  rimer lano está ocuado or sacerdotes, r$ncies, escri bas y )uncionarios y or un e(+rcito de artesanos eseciali&ados, soldados ro)esionales y traba(adores de di%ersos o)icios, todos ellos aartados de la ocuaci'n rimaria de roducir los alimentos. os ob(etos más notables que se desentierran ahora ya no son instrumentos ara la a!ricultura y la cacer$a u otros roductos de la industria dom+stica, sino ornamentos de los temlos, armas, %asi(as hechas a torno 7. 189:, (oyas y otros ob(etos roducidos en !ran escala or ex ertos artesanos. Como monumentos, en %e& de cho&as y alquer$as, tenemos tumbas !randiosas, temlos, alacios y talleres. ; en ellos encontramos toda suerte de sustancias ex'ticas, no como rare&as, sino como cosas imortadas re!ular-

edra ara construcci'n estaban más)altaban ale(adasyacimientos y eran menos accesibles que en #!ito no s'lo de cobre, sino que el mismo edernal, del cual hab$a una exce-

mente y utili&adas en la %ida r robablemente )ue utili&ado solamente or una arte de la cororaci'n urbana y, de acuerdo con la estimaci'n más amlia, durante menos de tres si!los 7la mayor arte de los in%esti!adores autori&ados reducen esta ci)ra a la mitad:. o obstante, comrende más de 800 entierros, toda%$a reconocibles en el momento de su descu brimiento, n"mero suerior con mucho al de los que se han hallado en cualquier cementerio uramente rehist'rico. a con%ersi'n de la roducci'n autosu)iciente de alimentos a una econom$a basada tambi+n en la manu)actura eseciali&ada y en el comercio exterior romo%i', en consecuencia, un notable crecimiento de la oblaci'n. u%o un e)ecto tal sobre la estad$stica demo!rá)ica como ara merecer el t$tulo de re%oluci'n, en el sentido en que ya de)inimos. #n el dominio econ'mico, los resultados de la se!unda re%oluci'n en #!ito, Mesootamia y la India, )ueron seme (antes, ero s'lo de, un modo abstracto. /us resultados concretoss )ueron creto )ueron notablement notablementee di)erentes di)erentes en cada una de estas re!iones. os detalles de la estructura econ'mica de los sistemas ol$ticos y reli!iosos que se aoyan sobre ella di%er!en en )orma notable. #sta di%er!encia se extiende hasta los ob(etos arqueol'!icos más simles. #n cada re!i'n, los )or (adores traba(aban las mismas sustancias qu$micas, %ali+n-

)undaba en la comunidad de len!ua, reli!i'n y or!ani&aci'n social. os acontecimientos re%elados or las exca%aciones hechas en #rech deben tomarse, or lo tanto, como ilustrati%os de lo que ocurri' en otros sitios. #rech )ue rimero un oblado de a!ricultores neol$ticos. #l derrumbe y la reno%aci'n sucesi%a del oblado, en la )orma descrita en la . 36, )orm' !radualmente un mont$culo o tell, el cual se ele%' lentamente sobre el ni%el del terreno cena!oso. os rimeros 12 metros de esta colina arti)icial están )ormados, or entero, con las ruinas de cho&as de carri&o o de casas de adobe. as simles reliquias que all$ se han encontrado ilustran el ro!reso sinteti&ado en el ca$tulo anterior tal como el emleo creciente del metal, la introducci'n del torno de al)arer$a y otras cosas seme(antes. #l oblado )ue creciendo en ma!nitud y en rique&a, ero si!ui' siendo un oblado. 5esu+s, en sustituci'n de los muros y )o!ones de cho&as modestas, aarecen los cimientos de construcciones %erdaderamente monumentales *de un temlo o de un !ruo de temlos*. ;, cercada or otras alturas, una colina arti)icial, el rototio del =&i!urat=, o torre escalonada, el cual era arte indisensable de un temlo sumerio hist'rico. #ste rimer  &i!urat está enteramente construido con terrones de barro )ormados a mano y unidos con caas de bet"n. Aun as$, se ele%aba más de 10 metros sobre la suer)icie del suelo *el ni%el de las calles del oblado actual* y med$a en su c"s ide más de 900 mB. as ronunciadas laderas ten$an el relie%e de los contra)uertes, alternados con nichos, y estaban adornadas y consolidadas con millares de equeñas coas de arcilla cocida. stas eran colocadas unas al lado de otras en hileras cerradas, dentro del barro del &i!urat, cuando toda%$a estaba h"medo. /er%$an ara consolidar las caras al secarse y, lue!o, )ormaban dibu(os decorati%os de hoyuelos redondos, cuando se terminaba el monumento. #n la cumbre del mont$culo estaba ubicada una cailla equeña,, con muros de adobe encalados y una escalera queña escalera or la cual udiera descender la deidad del cielo. Al ie de la colina hab$a otros temlos más imonentes. a erecci'n erecci'n de la colina arti)icial arti)icial y de los temlos la extracci'n y el transorte de los materiales, y la )abricaci'n de millares de coas y adobes requer$a un con(unto !rande y discilinado de traba(adores y artesanos. Como +stos no tomaban arte acti%a en la roducci'n de alimentos, ten$an

dose de rocedimientos simles análo!osnecesidades ara )abricar instrumentos y armas destinadas a satis)acer humanas comunes. ero sus roductos *hachas, cuchillos, da!as y untas de lan&a* asumen )ormas enteramente distintas en el ilo, en el #u)rates y en el Indo. o es menor el contraste entre la cerámica hind", sumeria y e!icia, a esar de que el o)icio de al)arero )ue com"n a las tres re!iones. arecidos contrastes ueden descubrirse en todos los asectos de la acti%idad humana. or lo tanto, una exlicaci'n abstracta de la re%oluci'n en !eneral no uede subsistir a la descrici'n de su desarrollo en las di%ersas re!iones. #n Mesootamia, el arque'lo!o uede obser%ar las di%ersas )ases de la re%oluci'n en %arios sitios di)erentes del sur, en /umer, #ridu, >r, #rech, a!ash, arsa y /hurua? las etaas osteriores tambi+n ueden obser%arse en el norte, en A??ad, @ish, emdet, asr, r y @ish. #n tales condiciones, el comercio es %erdaderamente un medio de intercam bio, una cadena or la cual se ueden roa!ar las ideas en una escala internacional. Además, las cara%anas transortaban no s'lo mercanc$as  *reali&aciones concretas de las nue%as in%enciones*, sino tambi+n hombres *artesanos e in%entores*. #n el r, los esqueletos se hallan encor%ados, en actitud de dormir, mientras que al!u-

 ba&ares de otro.sellos, #n %arias ciudades se han hallado al!unos cuentas y hastamesootámicas %asi(as cuyas caracter$sticas no son sumerias ero que, or lo demás, eran comunes en las ciudades contemoráneas del /ind y del en(ab. #stos ob(etos constituyen una rueba concluyente del comercio internacional que enla&aba al i!ris con el Indo, sal%ando una distancia de cerca de B000 ?m. os señalan la existencia de cara%anas que cru&aban re!ularmente la desmesurada distancia y los desiertos salados que searan am bos %alles, o bien de )lotas de embarcaciones que na%e!aban si!uiendo el árido litoral del Mar de r y de otras ciudades. ero, s'lo un oco desu+s 7o antes: del año 1900 a.C., se con%irti' abilonia en una realidad ol$tica, constituy+ndose en una naci'n uni)icada con un caital com"n, un c'di!o com"n de leyes escritas, un calendario

A más de esto, #!ito deende menos de las imortaciones extran(eras que Mesootamia. articularmente, los yacimientos locales de edernal excelente, hicieron que el metal resultara menos )undamental ara ro'sitos industriales en realidad, los a!ricultores y artesanos e!icios toda%$a se!u$an utili&ando la iedra un millar de años desu+s de que los babilonios %en$an emleando "nicamente instrumentos de metal. #n e)ecto, lo que #!ito tu%o que imortar, rimordialmente, )ueron art$culos de lu(o y de ma!ia *malaquita, !emas, oro, esecias*. or lo tanto, s'lo la demanda en !ran escala de dichas sustancias )ue lo que hi&o ine%ita ble la or!ani&aci'n sistemática del comercio exterior y la es eciali&aci'n de las industrias manu)actureras. al demanda se hi&o e)ecti%a "nicamente or el sur!imiento de una clase que concedi' un %alor extra%a!ante a los materiales ex'ticos, ara )ines má!icos, y que, al mismo tiemo, dison$a del excedente de rique&a necesario ara satis)acer sus deseos. #n estas condiciones, las reser%as de ro%isiones requeridas ara la trans)ormaci'n del sistema econ'mico no se acumularon en los temlos de una deidad comunal, sino en manos de un monarca, quien ya se hab$a colocado or encima de la sociedad de la cual hab$a sur!ido. a uni)icaci'n de #!ito y la creaci'n de un #stado basado en una industria y en un comercio secundarios, al i!ual que en la roducci'n de alimentos, se lo!raron )inalmente cuando un rey del Alto #!ito, Menes, conquist' el 5elta. /us antecesores no de(aron memorias concretas de su ascenso al oder, comarables con las de los temlos rehist'ricos de /umer. or consi!uiente, tenemos que reconstruir el curso de la re%oluci'n, y el establecimien establecimiento to de la monarqu$a, monarqu$a, or medio de arries!aarries!adas in)erencias hechas a artir de textos escritos concretos en las reliquias arqueol'!icas. A continuaci'n damos una exlicaci'n acetable de la !+nesis de la monarqu$a e!icia, aun cuando es más bien eseculati%a y, con se!uridad, demasiado simli)icada. #n los  oblados rehist'ricos, las comunidades autosu)icientes de clanes roductores de alimentos, cuyos cementerios se alinean en el %alle del ilo, deben haber ca$do ba(o el dominio de una clase de hechiceros. or aquel tiemo, la mayor arte de los obladores, habiendo %isto que sus ma!ias indi%iduales eran ine)icientes, estaban disuestos a con)iar en la ma!ia de ersonas más hábiles, y al!unos de ellos adquirieron

com"n y un sistema ermanente de !obierno, ba(o el dominio de Hammurabi, rey de abilonia. #ntonces )ue cuando las ciudades-#stado quedaron absorbidas dentro del territorio de un estado, el cual corresond$a or entero a la realidad de las necesidades econ'micas. #n #!ito, arece ser que la uni)icaci'n ol$tica coincidi' con la consumaci'n de la se!unda re%oluci'n econ'mica. Jeo!rá)icamente, el %alle del ilo constituye una unidad econ'mica natural, en )orma toda%$a más acusada que la  lanicie del i!ris y el #u)rates y, or lo tanto, los )actores naturales que tend$an a uni)icarla eran tambi+n más e)icaces. Al roio tiemo, el contraste que existe entre el estrecho %alle del Alto #!ito y la amlitud del 5elta, en el a(o #!ito, es )undamental. 5esde el unto de %ista hist'rico, la uni)icaci'n de #!ito si!ni)ica la uni'n de estos dos territorios en un solo reino. #ste acontecimiento antecedi' a la uni-

cierta autoridad al tener +xito en sus retensiones de in)luir  la )ertilidad de los camos, el estado atmos)+rico y la a%enida del ilo. a in%enci'n de un calendario que hac$a osible la redicci'n exacta de la lle!ada de la a%enida, como se su!iere en la . 1L2, debe haber sido se!uramente un medio de  (usti)icar tales retensiones y de consolidar esa autoridad. #l  oder de interrumir %erdaderamente el curso de las l as a!uas, obstruyendo los canales de rie!o, debe haber sido un medio e)ica& ara esa consolidaci'n.  o obstante, es robable que nuestros hiot+ticos caudillos-hechiceros s'lo hayan !o&ado de una autoridad limitada, como ocurr$a con los caudillos que !obernaban las tribus del ilo en el si!lo asado. /us oderes má!icos deben ha ber sido considerados como correlati%os a sus oderes )$sicos. nicamente un caudillo saludable y %i!oroso od$a e(ecutar con e)iciencia los ritos requeridos antes de que la %e-

)icaci'n abilonia, or arte de /ar!'n, en unos cinco si!los as$deque la se!unda re%oluci'n es aroximadamente contemoránea en ambas re!iones.

 (e& su otencia, le ten$a matar, ara de(a r elcusitio adañara un sucesor (o%en yse%iril. #steque destino s'lo se de(ar elud$a ando el caudillo lo!raba con%encer a sus secuaces de que su

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ma!ia secreta le ermit$a ase!urarse inmunidad resecto a los achaques )$sicos. >no de los antecesores de Menes debe haber establecido, en e)ecto, tal retensi'n de re(u%enecimiento má!ico. 5e cualquier manera, todos los )araones hist'ricos e(ecutaban eri'dicamente un rito *el )esti%al de /ed  *, cuyo ro'sito arece haber sido el de ase!urar la re-nore-no %aci'n de la (u%entud, or medio de una muerte y resurrecci'n simuladas. Con este rito, insirado en los )esti%ales a!r$colas mencionados en la . B12, el )ara'n desu+s de su muerte simb'lica sur!$a con la (u%entud restaurada má!icamente, tal como el !rano que se siembra. al %e& el caudillo-hechicero trataba, al mismo tiemo, de identi)icarse con el t'tem de su clan, monooli&ando la comuni'n con el animal u ob(eto que todos los miembros del clan %eneraban como antecesor com"n. #n todo caso, Menes y sus sucesores se identi)icaron con el halc'n, Horus, que era (ustamente el t'tem de su clan. ero, como indicamos en la . 142, los otros clanes ten$an distintos t'tems. a uni)icaci'n de #!ito si!ni)ic', or lo tanto, la %ictoria de Horus,  ersoni)icado ahora en el caudillo del clan del halc'n, sobre todos los otros t'tems estos "ltimos )ueron de!radados al ran!o de dioses de se!unda cate!or$a o deidades locales. Ahora bien, los e!icios siemre mantu%ieron ideas articularmente %i%as acerca de la continuaci'n de la existencia desu+s de la muerte. #n las +ocas rehist'ricas se com ortaron como si creyeran que el hombre muerto necesitaba tener en su tumba los alimentos, %asi(as y ornamentos de que hab$a dis)rutado o utili&ado en la %ida realN #n la +oca hist'rica actuaban como si el cadá%er del rey les udiera toda%$a ase!urar, desde su tumba, los bene)icios que les ha b$a con)erido en %ida. ;, or su arte, el rey roced$a como si udiera se!uir !o&ando desu+s de la muerte, or medios má!icos, de los imortantes laceres de que hab$a dis)rutado sobre la tierra. a monarqu$a e!icia deb$a su oder, or un lado, a las %ictorias materiales *al haber %encido a los caudillos y reye&uelos ri%ales* de las que )ue la "ltima la conquista del 5elta y, or otra arte, deb$a su autoridad a las ideas, más  bien contradictorias, que acabamos de describir acerca de la inmortalidad del rey. a conquista hi&o de Menes el amo de estuendos recursos *del bot$n de sus conquistas y, or  consi!uiente, del tributo ermanente de las tierras, de las cuales era, te'ricamente, roietario absoluto y, rácticamente,

t$a, el )ara'n se hab$a con%ertido en Hi(o del /ol y se le ten$a como consubstanciali&ado con esta )uer&a ben+)ica. 5esde lue!o, el )ara'n no se cataba la obediencia de sus s"bditos con s'lo otor!arles bene)icios )icticios. /u autoridad se consolidaba con los bene)icios econ'micos tan!ibles que conced$a a su reino. Al i!ual que las deidades inmateriales de Mesootamia, este dios cor'reo dedicaba arte de su  oder y de sus rique&as a lo!rar la roseridad material de su reino una orci'n de sus rentas era in%ertida en emresas aut+nticamente reroducti%as. #xiste la reresentaci'n de un )ara'n de la se!unda dinast$a =dando el rimer a&adona&o=  ara un nue%o canal de rie!o. enemos menci'n de las oeraciones instituidas or el rey ara el control de las a%enidas. 5esde la )undaci'n del imerio uni)icado, ba(o Menes, se construy' una escala !raduada esecial, el nil'metro, ara medir la altura del caudal de a!ua del ilo, lle%ándose re!istro de las crecidas. #stas mediciones y re!istros ten$an el  ro'sito rimordial de ser%ir de base ara la imosici'n im osici'n de imuestos. ero al i!ual que el calendario, ayudaban al a!ricultor, indirectamente, al mismo tiemo que al recaudador  de imuestos. a imortaci'n de materias rimas, necesarias ara el desen%ol%imiento de las industrias e!icias y ara las ceremonias )unerarias, era )inanciada con las rentas reales. #l cobre y la turquesa ro%en$an de las minas del /ina$. Con el ro 'sito de extraerlos se en%iaban eri'dicamente exediciones, a tra%+s del desierto, equiadas or el #stado y escoltadas or soldados reales. o mismo ocurr$a con la imortaci'n de madera de cedro y las resinas tra$das del norte de /iria. os buques que hac$an la tra%es$a a iblos eran equiados y ro%istos de mercanc$as or el #stado. Análo!amente, eran )uncionarios del !obierno quienes diri!$an las exediciones del Alto ilo, ara retornar con oro y esecias. #l ob(eto rincial de este comercio exterior era, induda blemente, el de hacerse con sustancias de lu(o o má!icas y con materiales de !uerra en tanto que los camesinos y oerarios se!u$an emleando instrumentos de iedra, los soldados ya usaban armas metálicas. A más de esto, el comercio tra(o consi!o materiales materiales )undamenta )undamentales les ara el ro!reso ro!reso de la ci%ili&aci'n y de la ciencia. nidos >nidos,, Jran Jran retaña retaña,, Orancia y los a$ses a(os, comart$an una tradici'n cient$)ica, cultural y mercantil com"n desde mucho antes de la Qe%oluci'n industrial. A esar de las !uerras y de las barreras mi!ratorias, se reali&aba un intercambio continuo de mercader$as, ideas y ersonas. #n realidad, In!laterra )ue el a$s que se coloc' a la %an!uardia de la Qe%oluci'n ero las otras naciones no se limitaron a coiar simlemente sus in%enciones mecánicas o su or!ani&aci'n econ'mica todas ellas hab$an estado exerimentando con)orme a los mismos lineamientos y hab$an hecho contribuciones indeendientes, cuando lle!' el momento. #n cambio, el establecimiento de )ábricas y )errocarriles, en China e incluso en Qusia, le acuerdo con la exeriencia occidental y con la direcci'n de administradores y t+cnicos euroeos y norteamericanos, )ue un  roceso enteramente di)erente. As$, #!ito, /umer y la India no se manten$an aislados o indeendientes antes de la re%oluci'n. odos ellos comart$an, más o menos, una tradici'n cultural com"n, a la cual hab$a contribuido cada uno. ; +sta se hab$a conser%ado y enriquecido or una relaci'n continua, que comrend$a el intercambio de mercanc$as, ideas y artesanos. al es la ex licaci'n del aralelismo obser%ado obser%ado en su desarrollo. ero, una %e& que la nue%a econom$a se hubo establecido en los tres centros rimarios, se extendi' hacia los centros secundarios de un modo más similar a la dilataci'n del caitalismo occidental en las colonias y en los a$ses econ'micamente deendientes. rimero, en los sitios cercanos a las )ronteras de #!ito, abilonia y el %alle del Indo *en Creta y las islas !rie!as, /iria, Asir$a, Irán y eluchistán* y lue!o en lu!ares más ale(ados, en la Jrecia continental, la meseta de Anatolia y el sur de Qusia, %emos a los oblados con%ertirse en ciudades y a los roductores autosu)icientes de alimentos %ol%erse hacia la eseciali&aci'n industrial y el comercio exterior. ; este roceso se reiti' en 'rbitas cada

multáneamente en #!ito y en /umer y, robablemente, tambi+n en la India. #n cada caso, la re%oluci'n se aoy' en los mismos descubrimientos cient$)icos y result' del hecho de haber sur!ido entre la oblaci'n las mismas clases nue%as. #s di)$cil creer en la indeendencia de estos acontecimientos, articularmente cuando recordamos las ruebas del  rolon!ado intercambio entre dichas re!iones. Además, este intercambio se hi&o más estrecho que nunca en el momento de ocurrir la re%oluci'n, o inmediatamente desu+s de ella. ustamente en la +oca de la uni)icaci'n de #!ito, al!unas in%enciones cuyo ori!en debe ser considerado l'!icamente como mesootámico *sellos cil$ndricos, ciertos moti%os art$sticos, arquitectura almenada de ladrillo, un nue%o tio de embarcaci'n* aarecen or rimera %e& en el ilo. oco desu+s de la re%oluci'n, los art$culos manu)acturados en la India eran exortados a /umer.

%e& más amlias, alrededor de cada n"cleo secundario o terciario. #n las nue%as ciudades no s'lo las coincidencias abstractas en la estructura econ'mica y en la ciencia subyacente, sino tambi+n la identidad en las )ormas de los roductos arti)iciales, ciale s, como amuletos, amuletos, sellos y cartas, cartas, demuestran demuestran cuántos elementos %itales de la ci%ili&aci'n hab$an sido tomados de los centros centros rimarios rimarios del ilo, el #u)rates #u)rates y el Indo. a se!unda re%oluci'n se roa!', ob%iamente, or di)usi'n en los centros secundarios, la econom$a urbana se insir' o )ue imuesta or los )ocos rimarios. ; es )ácil mostrar que este  roceso era ine%itable. as ci%ili&aciones de las llanuras de alu%i'n deend$an de la imortaci'n de materias rimas del exterior arte de su rique&a excedente ten$a que ser consumida en la obtenci'n de las imortaciones requeridas. ero los materiales aeteci-

nos cuantos si!los desu+s, la corresondencia de dichos comerciantes muestra que se dedicaban a ermutar roductos manu)acturados en abilonia or metales y otros art$culos locales. 5esde lue!o el excedente de rique&a de Mesootamia abastec$a a los mineros y )undidores que no contribu$an directamente a la ro%isi'n comunal de alimentos. Al roio tiemo, las exca%aciones re%elan que los oblados con%ertidos en ciudades deend$an de la industria y del comercio. #l metal se hi&o com"n y las %asi(as )ueron )abricadas en torno  or ro)esionales del o)icio, en lu!ar l u!ar de ser hechas en la casa or la mu(er. as in%enciones mesootámicas )ueron co iadas ara satis)acer las exi!encias de la nue%a situaci'n econ'mica. #l sello cil$ndrico )ue adotado como medio de marcar la roiedad y de )irmar los documentos. ronto se adot' la escritura babilonia ara transcribir las len!uas locales. /in embar!o, la ci%ili&aci'n de Caadocia, al i!ual

os art$culos imortados de manu)actura e!icia, encontrados en iblos, se remontan al eriodo inmediato anterior  a la uni)icaci'n hecha or Menes e ilustran la articiaci'n de los !ibleos en la roseridad de #!ito. 5esde lue!o, mercaderes o )uncionarios e!icios tu%ieron que instalarse all$ ara %i!ilar este comercio %ital, de la misma manera que las casas comerciales in!lesas tienen sus reresentantes en na %e& establecida, la se!unda re%oluci'n tu%o que esarcirse. ; cada uno de los o blados, con%ertido en ciudad or esta roa!aci'n, se trans)orm' a su %e& en un nue%o centro de in)ecci'n. Antes de 1200 a.C., la nue%a estructura industrial lle!' hasta #saña, Jran retaña y Alemania. ; "nicamente cinco si!los des u+s, hab$a enetrado hasta #scandina%ia #scandina%ia y /iberia. /in embar!o, en este roceso de roa!aci'n, la cultura se )ue de!radando. Suienes arendieron la nue%a t+cnica la alicaban en )orma desmañada la ericia requiere r equiere %arias !eneraciones de ráctica y de discilina. A más de esto, la ci%ili&aci'n suerior no se adot' en su inte!ridad el ueblo recetor siente la necesidad de asimilar s'lo al!unos asectos del nue%o equio cultural, y as$ lo hace. or e(emlo, es  osible arender bastante de la metalur!ia y del modo de extraer los minerales ara )abricar armamentos, sin arender a escribir o a establecer una or!ani&aci'n comercial tal que ha!a indisensable la escritura. 5e este modo sur!en di)erentes !rados de ci%ili&aci'n, %arios ni%eles de aroxima-

ci'n a las normas establecidas establecidas or los centros rimarios. rimarios. ; estos !rados tienden a ordenarse en &onas alrededor de los n"cleos rimarios. Hacia el año B200 a.C., los minoanos de Creta habitaban en ciudades y %i%$an de la industria y el comercio. Con estas ocuaciones aro%echaban, en realidad, el excedente de rique&a de #!ito y /iria, lle!ando a le%antar una ciudad en una equeña isla, carente de tierra culti%able, "nicamente  orque o)rec$a un uerto con%eniente. os minoanos se aroiaron de %arios elementos del necesario equio t+cnico de #!ito o /umer, ya sea directamente o a tra%+s de /iria. 5esde una +oca muy rimiti%a hab$an adotado el sello como arti)icio ara marcar sus tina(as de aceite y sus )ardos de mercanc$a. ero los rimiti%os sellos nati%os eran roductos más bien burdos. Más tarde in%entaron in%entaron una escritura escritura icto!rá)ica desmañada ara auxiliarse en sus cuentas. /ab$an )undir y traba(ar los metales, emleando el tio sumerio de hacha, con un a!u(ero ara introducir el man!o. /'lo que los utensilios metálicos de los minoanos arecen demasiado toscos al lado de los modelos ori!inales. >tili&aron los carros con ruedas, ero no los tornos de al)arero. #l ueblo heleno de la Jrecia continental comen&' a %i%ir  en ciudades desu+s que los cretenses, deendiendo menos del comercio y la manu)actura. Carec$a de sellos de su ro ia in%enci'n, resum$blemente debido a que el comercio lo  racticaban en una escala demasiado equeña como ara ara hacerlos necesarios. 5esde lue!o, no sab$an escribir. a iedra toda%$a comet$a e)ecti%amente con el cobre como material  ara )abricar instrumentos, y las armas metálicas eran o bres imitaciones de las minoanas. minoanas. Oinalmente, hacia el año B000 a.C., los bárbaros que %i%$an al norte de los alcanes, en la re!i'n que lle!ar$a a ser  desu+s desu +s el Imerio Imerio Austro-H" Austro-H"n!aro n!aro,, rinciiaba rinciiabann aenas aenas a utili&ar el metal ara armas y ornamentos y, ocasionalmente,  ara )abricar utensilios. ero se!u$an %i%iendo en oblados  equeños, )ormando comunidades casi autosu)icientes. or  suuesto, no sab$an escribir, ni siquiera ten$an sellos. a metalur!ia la hab$an arendido de los !rie!os y los troyanos, s'lo que estaban muy le(os de alcan&ar el ni%el de sus maestros. or lo demás, sus %ecinos del norte toda%$a eran neol$ticos. LOS ORIGENES DE LA CIVILIZACION V. Gordon Childe

Ca$tulo PII LA REVOLUCIÓN URBANA Oondo de Cultura #con'mica. M+xico 1.LL8

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