Sobre la corona, demóstenes

Sobre la corona. En defensa de Ctesifonte, Demóstenes

Este discurso, pronunciado el 330 a.C, gira en torno a la defensa que realiza el prestigioso orador ateniense Demóstenes de su compañero de oficio Ctesifonte. Constituye también la defensa de su propia trayectoria política. En 336 a.C, Ctesifonte propuso al Consejo que se aprobase un decreto provisional (debía ser aprobado por la Asamblea), con el que se reconocían y gratificaban los servicios políticos varios que ofreció Demóstenes a la ciudad de Atenas. Entre ellos, su colaboración, física como vigilante y material por aportar dinero de su bolsillo, en la restauración de las murallas de Atenas para proteger a la ciudad de un posible ataque de Filipo, el Macedonio, al que Demóstenes se opuso desde el principio por su política. El Consejo, que tuvo en cuenta los esfuerzo de Demóstenes, decidió concederle una corona de oro. Por su parte, los atenienses estaban también dispuestos a reconocer el trabajo del orador. Fue idea de Ctesifonte que se coronase a Demóstenes durante las fiestas Dionisias, concretamente en el teatro de Dionisio. Una vez presentado el decreto por Ctesifonte, Esquines, enemigo de Demóstenes, se alza contra la demanda de Ctesifonte alegando que era ilegal por tres razones: en primer lugar, porque Demóstenes aún ocupaba un cargo público y no había aclarado su gestión hacia el pueblo ateniense, en segundo lugar, ya que la corona sería entregada en el teatro de Dionisio y no en la Asamblea del pueblo que según las leyes era el sitio en el que se entregaban las coronas y por último, debido a que en su decreto Ctesifonte decía que Demóstenes había beneficiado con sus palabras y sus obras al pueblo atenienses, mientras que Esquines opinaba que eso era falso y que esas falsedades no podían aparecer en los documentos oficiales. Poca atención prestó Demóstenes de los dos primeros cargos de los que Esquines le acusaba. Por lo tanto, Demóstenes construyó su defensa sobre el patriotismo e intentó que los atenienses recordaran sus esfuerzos políticos para dotar a Atenas de la gloria perdída años atrás. Demóstenes fue capaz de abrir los ojos a los Atenienses. Éstos tenían por enemigo de la ciudad a Artajerjes III Oco mientras que su verdadero enemigo era Filipo de Macedonia que ganaba terreno en Grecia. Sin embargo, los atenienses no hicieron caso a los consejos del orador y permitieron que el Macedonio se apoderase del poder poco a poco. En 346 a.C. regresan de Pela Demóstenes y Esquines, el primero totalmente hostil al rey Filipo y el segundo considerándose su compañero fiel. Después de que Filipo tuviera en su mano el poder, los atenienses empezaron a considerarle una amenaza. De nuevo Demóstenes transmitió con sus discursos calma y paz a los atenienses. A partir de este momento el Macedonio se encuentra con serios problemas para su difusión política. En seguida, Demóstenes realiza gran cantidad de reformas en la marina de Atenas, inaugura la ley trierárquica y propicia una reforma del sistema financiero y la abolición de la ley de Eubulo, entre otros proyectos. Por su parte, Esquines

no perdía el tiempo. Por estas cosas y más, Ctesifonte considera justo premiar con una corona de oro a Demóstenes. Pues, el propósito de Ctsifonte era demostrar como Demóstenes había tenido un fuerte espíritu patriótico y una mejor actuación política en favor de Atenas. Expuestos ambos discursos, el de Esquines y el de Demóstenes, el pueblo ateniense finalmente otorga la razón a Demóstenes.